The path of the impure 🛐SARVSH!MA🛐 ( Pausada/? )

000. The beggin.

Las nubes grises se apoderaban del cielo, el sol se escondía detrás de las esponjosas nubes ocultando sus rayos de luz, las gente camina, las calles llenas de personas q hablaban, los ruidos de los carros sobre las carreteras, los enormes edificios de esa ciudad, Una tierna chica de traje de monja de tonos rosas oscuros caminaba entre la gente, su uniforme no era muy puro para una monja pero no le importaba los comentarios q decían sobre ella, por el otro lado otro monja se encontraba con su largo vestido negro, su velo negro, un rostro serio, un rosario colgar de su cuello, una monja ejemplar, ambas caminaban con unas canastas en sus manos, se dirigían a una florería a la q iban todos dos días por diferentes flores para decorar los templos sagrados, la rosa acerco su mano al mango de la puerta pero noto que otra mano se poso sobre la de ella, subió su dulce mirada a ver a otra monja, la otra mantuvo su mirada en su mano y alejarla de sobre la blanca mano.

- Mis disculpas.. - Dijo la monja con un tono serio ante la otra.

- Oh, no te preocupes! no fue intencional - Dijo la otra con una linda sonrisa.

- ... - La monja de tonos celestes y blancos asintió y dejo que la otra monja abriera la puerta.

La monja de tonos rosas entro al local siendo seguida por la monja de aspecto serio.

- Buenas tardes a mis mejores clientas, Que clase de flores se llevarán hoy? - Dijo una mujer de avanzada edad con un tono dulce y amable.

- Rosas Blancas y blancas!/.. - Dijeron ambas al mismo tiempo, al terminar la frase ambas se voltearon a ver, mirarse a los ojos por unos segundos y voltear a otro lado con las mejillas levemente coloradas.

- Oh vaya, ambas quieren lo mismo? - Dijo la mujer soltando unas leves risas. 

- Y-Yo puedo tomar otra cosa.. - Dijo la de tonos celestes y blancos algo colorada y avergonzada.

- E-Eh? N-No! Y-Yo puedo tomar otra flor! N-No es necesario! - Dijo la de tonos rosados algo nerviosa y muy avergonzada. 

La mujer de avanzada edad solo rio y las miro a ambas las cuales estaban coloradas por la vergüenza.

- Descuiden voy a venderles las flores que quieran, de todos modos ustedes son las que vienen más aquí - Dijo la mujer de avanzada edad amablemente mirando a las dos monjas.

- O-Oh gracias Miss May - Dijo la de tonos rosas antes de dar una reverencia.

La tres femeninas caminaron a la parte trasera del negocio donde había un jardín enorme lleno de flores hermosas, colgantes, terrestres y habían algunas que eran acuáticas en un estanque, la anciana camino hasta un domo siendo seguida por dos monjas, esta se acerco a la puerta para luego abrirla y dejando a la vista todo tipos de rosas de muchos colores, blancas, rojas, rosas, moradas, amarillas, negro, azules, verdes, turquesas, naranjas, ambas monjas admiraban la belleza de las rosas, la monja de tonos celestes y blancos admiraba las naranjas, rojas, blancas y negras, mientras que la otra de tonos rosas admiraba las rosas rosadas, moradas, azules y también las blancas, las rosas que estaban ahí eran simplemente hermosas y estaban muy plantadas. 

- Cuales se van a llevar? - Pregunto la anciana viendo a las dos monjas.

- Yo quiero estas blancas y las azules por favor! - Dijo la monja rosa con un tono feliz y amable.