Wangxian AU - Rumores

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El mundo de la cultivación a los ojos de las personas comunes era un mundo etéreo donde el volar sobre espadas, poseer una increíble fuerza y luchar contra seres que superaban la imaginación de hasta el niño más creativo creaba sentimientos de admiración. Todo campesino veía en los cultivadores a seres ilustres y poderosos.

La realidad no podía ser más distinta a esto.

Lo que muchos olvidaban es que los cultivadores, a pesar de su extenuante entrenamiento y conocimiento, seguían siendo personas y como personas todavía podían ser víctimas de uno de los males más viejos.

Los rumores.

De un rumor podía nacer una verdad o lo que la persona creía que era una verdad. Un rumor puede elevar la reputación y rango de una persona o hacer que este se desplome en el suelo. Aquellos cultivadores que todavía no lograban hacer un nombre por sí mismos o lo soberbios que no podían resistir no estar un minuto sin atención recurrían a esta poderosa arma.

Qi Ming era uno de ellos. Una discípula de la secta Jin con una buena cantidad de poder espiritual y habilidad física, pero en medio de tantos cultivadores excepcionales solo quedaba como una más en el fondo. O ese era el caso hasta que tuvo una idea que le trajo fama, no exactamente la que deseaba, pero seguía siendo fama.

Al escuchar su nombre, la gente común no pensaba en sus habilidades o su participación en cacerías nocturnas.

Ella era una de las amantes del Patriarca Yiling.

¿Cómo no iba a serlo? Era conocimiento público que el patriarca a pesar de ser una amenaza para las 4 grandes sectas tenía un buen ojo con las damas, la cantidad de relatos sobre sus aventuras apasionadas todavía se seguían contando hasta años después de su muerte.

Qi Ming ya tenía perfeccionado su acto, después de una cacería nocturna se dirigiría junto con otros compañeros a la taberna con la mayor cantidad de personas. Empezaría a tomar en exceso y actuaría borracha (a pesar de su alta tolerancia al alcohol) y en ese estado dejaría que las lágrimas brotaran de sus ojos mientras se lamentaba en voz alta del toque perdido de su amante.

"¡No lo entienden! ¡Nadie lo entiende! Nunca podré olvidar como sus ojos me miraban con adoración cada vez que estábamos en el dormitorio y su toque al principio era gentil...pero..."

Qi Ming miró a su alrededor, siempre hacia esta pausa para asegurarse que la atención de los demás estuvieran puesta en ella. Aunque lo trataran de ocultar no solo sus recién conocidos compañeros la miraban con interés, podía ver que toda la taberna había bajado el volumen de voz y lanzaban miradas furtivas.

"Pero..."

Sus compañeros de cacería se inclinaron para escuchar.

"Pero..."

Escuchó el rechinido de sillas deslizándose por el piso para acercarse más a su posición.

"Cuando..."

Ya los tenía.

"¡Cuando la noche avanzaba se volvía tan salvaje que sentía que estaba perdiendo la razón, no paraba, sus ojos volviéndose rojos del placer!"

La taberna quedó en silencio, algunos aldeanos tenían el rostro enrojecido y tosían incómodamente. Pero la gran mayoría seguía con atención el relato de la joven, asegurándose de guardar cada detalle para contarlo a sus vecinos y ellos a su vecinos.

Claro estaba que no iban a recordar todo a la perfección, pero podían resumirlo en una frase y listo.

"El Patriarca Yiling era una bestia en la cama"

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