Abre la cajita encontrándose con una más pequeña dentro junto con una nota, abre en primer lugar la caja de piel, encontrándose con un reloj de manecillas plateado, sus ojos azules se ven confundidos y veo la batalla que se desata en su interior tratando de recordar que es lo estamos celebrando, el pánico inunda sus ojos al creer que ha olvidado un evento importante.

Abre los labios tratando de decir algo pero no lo logra, la pregunta atorada en su garganta tratando de descubrir su error, no puedo evitar reír llamando su atención, le recuerdo la nota y la toma titubeando, lee detenidamente las palabras, me mira, pero no sabe como reaccionar.

-¿Seremos papás?- susurra, sus ojos siguen leyendo la nota que lo decía, sus ojos por fin buscan los míos, hay un nuevo brillo en ellos, deja el reloj de lado y me observa, esta vez de manera diferente, veo el anhelo, la felicidad, su asombro- ¿Seremos papás?- pregunta con incredulidad, mi corazón se agita al ver sus ojos acuosos.

-Sí, Tyler- sonríe, una sonrisa enorme que casi no le cabe en rostro- estoy embarazada, estoy de ocho semanas- se pone de pie, tomándome de los hombros para seguirlo, me abraza – Vas a ser papá Tyler Everly.

-Te amo, te amo, te amo- me toma de las mejillas mientras me da pequeños besos de manera consecutiva, su reacción me enternece- gracias Emma, gracias mi cielo, me haces tan feliz, gracias, prometo ser el mejor papá para este pequeño ser- sé que su promesa será realidad, sus palabras calman todas aquellas dudas y temores que asaltaron mi mente, si estábamos juntos podíamos lograrlo.

[...]

Nuestra familia tiene una reacción similar a la del futuro padre, Clarie quiere comenzar a planear todo para la llegada del futuro Everly, su hijo debe contenerla cuando me ve abrumada por todo lo que ella decía, aterrándome ante lo que debía suceder en unos meses.

-Tranquila, haremos todo paso a paso, a tu ritmo- besa mi coronilla cuando estamos a salvo en nuestra casa, lejos de la muy entusiasta señora Everly.

Los meses pasaron y mi vientre comenzaba a crecer, Tyler tomaba una foto de mi cada mañana para que pudiéramos ver nuestra evolución, comenzamos a preparar la habitación de nuestro futuro bebé, decidí pedirle a Clarie que me dejara encargarme de todo eso, sentía que era algo muy personal y deseaba hacerlo junto a mi esposo, ella acepto.

-Doctora Everly- levanto la vista del expediente que tenía en mis manos para ver a una de las enfermeras- hay una paciente que desea ser atendida por usted.

-Enseguida voy- le sonrío, despegándome de la estación de enfermeras mientras firmaba con mi nuevo apellido, acepté que se conociera en todo el hospital mi relación con Tyler Everly, después todo tendríamos un bebé y no podíamos ocultarlo mucho más tiempo.

-Pedí ver al doctor Everly- retiro la cortina mientras tomo el expediente para leer el nombre de la paciente.

-Soy la doctora Everly, un gusto conocerla señorita...- me congelo al leer el nombre.

-No puede ser- cierra los ojos – ahora eres su esposa.

-Emily- su nombre sale en un susurro de mis labios-¿Qué haces aquí?

-Tenía que hablar con Tyler- sus ojos rehuyen mi mirada.

-Él no está de guardia hoy- entonces sus intensos ojos azules se clavan en mis grises- ¿Hay algo en lo que pueda ayudarte?- me estudia de pies cabeza deteniéndose justo donde mis manos se pasaban instintivamente, mi vientre, el uniforme disimilaba muy bien mi pequeña barriga, pero ella lo comprendió, pues imitó mi acto.

-Supongo que es mejor hacerlo contigo- fruncí el ceño en señal de confusión – necesito su ayuda Emma – toma mi mano – te lo suplico.

[...]

La mirada de Tyler al verme cruzar la puerta de nuestro hogar acompañada de una muy ansiosa chica que reconocía de nuestro pasado lo puso en alerta, me apresure a llegar a él para explicarle, su primer instinto fue rodearme con sus brazos y apartarme tanto como podía de Emily con su cuerpo.

-Necesita ayuda, no tiene a donde ir, por favor Tyler solo escúchala- el rubio no se veía feliz con mi petición pero lo pensó, no lo culpaba por dudar de lo que ella me había dicho, pues en el pasado había utilizado a Tyler, su relación se reducía al dinero de la familia él.

-Sé que te lastime, y me arrepiento mucho- dice la pelinegra, al ser consciente del aura protectora de mi marido- en verdad no quiero causarles problemas, pero no me queda nada más y tú eras la mejor opción.

-¿Para qué?- él no se preocupa por ocultar su enfado, Emily no era una persona de su agrado, en este momento se comportaba como el protector de su familia, quien debía velar por sus intereses.

-¿Por qué no vamos al comedor?- rompo el silencio tenso mientras ella se armaba de valor para hacer lo que necesitaba, yo podía corroborar su historia, al menos una parte, y por mucho que quisiera ayudarla, no podría tomar esa decisión yo sola, así que la había traído para que me ayudara a explicárselo a Tyler.

Viviendo con un Playboy Όπου ζουν οι ιστορίες. Ανακάλυψε τώρα