𝘃𝗶. 𝗵𝗮𝗻𝗱𝗹𝗲 𝗽𝗮𝗶𝗻

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Al llegar se quedó buscando algo en el suelo del coche y insistió en que fuera tirando.

Fuí hacia la puerta del château y grité.-¡Servicios Sociales! ¡Sé que estás ahí!-imitando la voz de un adulto.

Me acerqué a la ventana para encontrar a un John B algo confuso y con miedo

-¡Te pillé!-dije mientras estallaba en carcajadas-¡Deberías de haber visto tu cara!

Después de reírme un rato más de él fuimos los tres a la furgoneta

-Sigo sin entender porque no lo intentas con Kiara, está claro que le gustas. Está en plan "Ay John B"-intenté explicarle.

-¿Sí?-me preguntó sarcásticamente.

-Le preocupaba que bucearas y te besó.

-Me besó, en la mejilla. No es como si nos estuviéramos enrollando.

Subí mis botas al salpicadero del vehículo.

-Te lo noto, sé que te gusta. Te sonrojas.

-¿Me sonrojo?-cuestiono.

-Sí.

-Mejor, ¿Por que no hablamos sobre tú y quién ya sabemos?-dijo girandose.

Casi me da algo, me giré rápidamente pero estaba ocupada escuchando música y mirando por la ventana.

-¿Que sucede con nosotros?-le susurré.

-Oh nada, ¿Veníais juntos?

-Sí.

Y el muy cabrón empezó a reírse.

-¿Ha pasado algo de lo que me tenga de enterar?

-N-no, nada...

-¿Nada? Bueno vale. Bonito cuello por cierto.

Joder. Me miré en el retrovisor.

-Tranquilo, no se ve. Mucho.-le fulminé- Solo si te fijas mucho.

Cogí la brújula, y le ignoré.

-Dejala.

-Solo quiero verla relájate. Tengo de confesarte que el hecho de que la brújula de tu padre estuviera en el barco de Scooter, da muy mal rollo.

-Lo sé, por eso vamos a hablar con ella. Para descubrir que está sucediendo.

-Lo estará deseando. Como si su marido no se acabase de ahogar.-musité sarcástico.

Bajamos los tres de la caravana y nos acercamos a la casa.

-¿Me recordáis que hacemos aquí?-susurró Mack.

-Vamos a hablar con Lana Grubbs, sobre la brújula.

-¿Sabes que parece esta casa? Un sitio donde se fuma mucha hierba.-confesé.

Empezábamos a escuchar ruidos y golpes.

-¿Sabes que deberíamos de hacer? Volver en otro momento.

-No callate JJ.-me dijo el castaño.

Las voces de un señor amenazando se oía a distancia. Nos acercamos poco a poco al lugar.

Parecía que le estuvieran dándole una paliza.

-¿De verdad hemos de quedarnos?-preguntó Mack asustada.

-Calla.-le dijo John.

Estaban hablando sobre la brújula. La buscaban.

Motas de pintura comenzaron a caer en nuestro pelo por los golpes.

-Vámonos-les dije-Seguro que es un contrabandista.

𝗛𝗘𝗔𝗧 𝗪𝗔𝗩𝗘𝗦 // 𝗝𝗝 𝗠𝗔𝗬𝗕𝗔𝗡𝗞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora