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(AU:Camilo y Dolores intercambian el don)


Una noche lluviosa y en completo silencio, Camilo sentía que sus oídos iban a sangrar por escuchar todo lo que ocurría allá. Oía ciertos sonidos de dudosa procedencia, bebés llorando, el agua del río, las luciérnagas y los ronquidos de TODOS, además de que estaban a un volumen muy alto, ¿Quien querría tener un don como ese? en el que nunca hay descanso para uno.

Daba una y mil vueltas en la cama, se levanto más de una vez para ir por un libro y leerlo, tomo 4 vasos de leche, se cubrió hasta la cabeza con la sabana, e incluso se colocó algodones en los oídos pero nada funcionaba. Harto, se recostó en la cama, mirando el techo mientras pensaba que esa sería otra noche sin poder dormir bien, ya era la 5  vez esta semana, fue que entre todo el ruido, escuchó algo, divisó una voz masculina que recitaba un poema, se quedo atento a aquel sonido, hizo a un lado el resto y se concentró meramente en ese específico. 


El otro chico que leía el poema era Mariano Guzmán, un hombre un poco torpe, pero muy dulce una vez que lo conocías lo suficientemente bien, él había hecho ese escrito con tal de dedicárselo a una persona, la cual lo estaba escuchando atentamente. Al finalizar, el de cabello poco varonil, se sentó en la orilla de su cama para ver que aspectos podía corregir o mejorar, mientras que Camilo estaba inmóvil, tapándose la mitad de la cara con la cobija y muy sonrojado, claro que él hubiera creído que el poema era para alguien más, para una chica tal ves, pero esa idea se esfumo rápidamente al oír "Camilo Madrigal".

Nunca antes le habían dedicado un poema, pero vaya que eso lo tomo por sorpresa.

Dulce de Leche.•°  / MailoWhere stories live. Discover now