POR PRIMERA VEZ

🌸Cuatro Meses🌸

CAPÍTULO 21.

Estoy paralizado, lo único que puedo ver y sentir a mi alrededor es a ella, su rostro Dios mío, ese lindo rostro lleno de lágrimas, no puedo permitir que sea por mi culpa.

Me da la sensación de que apenas yo parpadee ella va a salir corriendo sin dejar que yo le dé alguna explicación, y quizá no me lo merezco, no tengo excusas, realmente la he cagado.

—Tranqui, primito—Natasha se acerca a mi y pone su mano en mi hombro—Yo me encargo.

—Ya cierra tu puta boca de una maldita vez, Natasha— me volteo y la veo a ella, con mucha ira en mis ojos, lo cual hace que ella retroceda lentamente.

Salgo rápidamente antes de que Aliek pueda dar un paso y empezar a correr. Para mi sorpresa ella no se mueve, simplemente me ve y eso es peor, en su rostro solo se refleja la decepción.

—Yo... Realmente no —intento decir.

—No tienes excusas—me interrumpe ella, secándose las lágrimas con rabia—Ya veo que hubo reemplazo.

—Aliek, tú nunca tendrás reemplazo, debes creerme.

—No te preocupes Javier, yo simplemente vine a ver si la decisión que había tomado era la correcta pero ya veo que así es. Hasta laj—sale un sollozo de su garganta —Hasta la metiste a tu casa.

Iba a decirle que era mi prima, pero no soy estúpido, eso lo hace aún peor. ¿Que clase de primos se besan de la manera como nos estábamos besando Natasha y yo?

—Aliek—la súplica en mi tono me deja sorprendido—Por favor dejame explicarte.

—Ahórratelas.

Y antes de darme cuenta, Aliek se había dado la vuelta y se había marchado.

En mi cabeza se plantó varias veces la idea de reclamarle el porqué me había dejado, pero no tengo que reclamarle nada, esa decisión fue la que tomó y hay que respetarla, el que la cago aquí fui yo.

—¿Sabes que, Natasha? —le digo, apenas entro a casa—Vienes a joder todo lo que por lo menos estaba medio bien.

—Yo no me di cuenta de que ella estaba allí—dijo con la cabeza cabizbaja.

—Mañana mismo te largas de aquí.

Sin mencionar alguna palabra la dejo allí y subo a mi habitación. La rabia y la ira se apoderan de mí. Cojo la mesita de vidrio que hay en mi habitación y la estrello contra la pared.

Parece que una tormenta esta encima de mi cabeza, y todo el mundo esté en contra de mí, todo estaba bien, todo iba bien. Ahora todo es una mierda.

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4 meses después.

Aliek.

Nuevamente una mañana lluviosa y triste, aunque desde esa noche en casa de Javier todos han sido tristes.

—¿Aliek? —Laura pone su barbilla en mi hombro—¿Estas despierta?

Llevo en casa de Laura más de 3 meses, obviamente me traje a Coco, aunque sea muy difícil para mi, porque cada vez que lo veo me hace acordar a él, cada vez va creciendo más, y para serles sincera pensé que en este proceso Javier y yo íbamos a estar juntos. Aunque suene exagerado me siento una madre soltera.

Todo hubiese sido más fácil si no me lo tuviera que enfrentar en la escuela, aunque solo nos vemos en la entrada y salida porque él pidió que lo cambiaran de salón. Y no sabe cuánto le agradezco por eso.

Yo me seco la lagrima que no me había dado cuenta que resbalaba por mi mejilla y me volteo.

—Si, me desperté no hace mucho.