𝐏𝐀𝐏𝐄𝐑 𝐑𝐈𝐍𝐆𝐒 ¹ | a. bridgerton

ㅤㅤㅤchapter four

— ¿CUÁNDO SE SUPONE QUE AUGUSTUS REGRESARÁ? —la pregunta de Madame Delacroix llamó la atención de Helena, que estaba ocupada preparando todo lo necesario para la próxima prueba. Era bastante temprano en la mañana, pero en tan solo unos minutos Eloise Bridgerton llegaría para realizar la prueba del modelo antes de que ella pudiera terminarlo.

— En su última carta dijo que posiblemente dentro de una semana llegaría, si todo salía bien y no surgía ningún contratiempo. Cuando tenga tiempo voy a preparar la habitación que usábamos de niños, dudo mucho que quiera dormir en el piso de la sala.

— ¿Segura que no quieres que le preste la habitación de invitados? —cuestionó la mujer observando a la muchacha con preocupación. Rápidamente Helena negó, dedicándole una sonrisa, en un intento por tranquilizarla— Cariño, me preocupa que vivan en esa vieja casa, debe estar bastante arruinada por el paso de los años. Recuerdo que tus padres tenían muchos problemas con el techo, y otros desperfectos en la arquitectura. Además, no es lo mismo comprar las cosas necesarias para alimentar a una persona que para alimentar a dos.

— No es tan malo como crees, con lo que consigo trabajando contigo es suficiente para poder mantenernos a ambos. No podemos darnos gustos, pero estoy segura de que estaremos bien así, lo logramos durante los años que estuvimos lejos y puedo asegurarte de que podremos ahora también.

— Sabes que puedes pedirme un poco de dinero si lo necesitas Helena, no tienes que hacerte cargo de todo tu sola cariño. Les prometí a tus padres que cuidaría de ti y de tu hermano.

Helena sonrió acercándose a la mujer, rodeándola con sus brazos en un cálido abrazo— Lo sé, y en verdad agradezco todo lo que hiciste por nosotros, pero no tienes por qué preocuparte, ya haces demasiado permitiéndome trabajar aquí, y Gus me dijo que él también tiene ahorros. Estaremos bien tía.

La mujer suspiró, sabiendo que de nada serviría discutir con Helena, sabía lo terca y testaruda que la muchacha podía llegar a ser y que seguir hablando del tema no las conduciría a ninguna parte. Ambas continuaron moviéndose por la tienda, ordenando y preparando el lugar cuando oyeron que alguien gritaba "¡Entrega para Modiste!"

— Oh, esas deben ser los nuevos materiales, yo me hago cargo. —y antes de recibir una respuesta por parte de Madame Delacroix, Helena ya se encontraba caminando hacia el frente de la tienda donde un hombre con un gran baúl aguardaba— Muy buenos días señor, puede colocar los rollos de tela contra la vidriera, yo me encargo de entrarlos todos. —y así como Helena se lo solicitó, el hombre depositó los rollos contra el ventanal de la tienda hasta que ya no quedaba ninguno en el baúl— Muchas gracias señor, que tenga un buen día.

— Que tenga un buen día señorita.

Una vez que el hombre se había retirado en su caballo, Helena comenzó a tomar los rollos de tela con un poco dificultad, soltando un quejido al ver que eran un poco más pesados de lo que había creído. No eran demasiados pero si bastante pesados, y claramente superaban el peso que Helena podía cargar en sus brazos. Un ruidito de sorpresa brotó de sus labios cuando notó como el peso se hacia más liviano.

— Permítame ayudarla señorita.

— Aguarde, en verdad no es necesario que se tome las molestias de ayudarme, puedo hacerlo sola señor.

El muchacho negó, soltando una risita— Dígame, ¿qué clase de caballero sería si permitiera que una señorita hiciera todo el esfuerzo? En verdad es un placer ayudarla. Sólo dígame donde los necesita y yo los llevaré.

Helena hizo una seña con su mano hacia la puerta principal de Modiste— Por aquí, en verdad muchísimas gracias por la ayuda señor, de verdad no tenía que hacerlo, pero se lo agradezco. —al ingresar a la tienda junto al muchacho, Helena comprobó que su tía le había dejado una nota diciendo que había salido y que en unas horas regresaría— Puede dejarlas ahí mismo, más tarde me encargaré de acomodarlas en la parte del depósito.