Tear • 눈물

Difícil de Olvidar

Eunbi besó la mejilla de su amada, estaban compartiendo una linda tarde, las olas estaban en calma justo como los latidos de aquellas chicas.

Eunbi: Dime que este momento no es producto de mi imaginación.
Eunha: ¿Por qué lo dices? -rie-
Eunbi: Parece un sueño, Umji me dijo que lograría tener tu amor, pero yo solo me decía una y otra vez que no soy lo suficientemente buena para tí.
Eunha: Yo fui quien tuvo que iniciar esto, ¿Recuerdas que ibas a renunciar a todo?, Por suerte sigues a mi lado, me siento muy afortunada.
Eunbi: Sigues igual de linda que el día en el que te conocí.
Eunha: -besa su mano- Tienes razón, esto se siente como estar en una película, estoy viviendo mi sueño de ser libre.
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Hola Eunbi, decidí escribirte esta carta porque... siento que si te digo el motivo me puedas tratar de manera diferente, prefiero omitirlo, pero espero que sepas que siento algo por ti. Coleccioné flores que me recuerdan a ti, las puse junto a el sobre de esta carta, las cuidé por mucho tiempo, quisiera ver tu sonrisa al leer esto pero es mejor que me mantenga lejos de ti.

Eunha dejó el sobre en la mesa de Eunbi, salió del lugar sin ver la reacción de la chica, tenía demasiados nervios. Pero aún así no perdía las esperanzas de que su carta fuera leída por aquella hermosa chica.
Eunbi supo al instante que era Eunha, sonrió mucho porque ahora sabía que sus sentimientos eran correspondidos, ahora pensaba en como debía actuar. ¿Debía besarla ahora?, ¿Agradecerle?, ¿Qué tal si algo salía mal y Eunha cambiaba de opinión?, Eunbi escondió la carta, pero también cayeron algunas de las flores que Eunha cuidó para ella. Guardó todo cuidadosamente para conservar en buen estado todo, era un momento muy increíble.

El cumpleaños de Eunha era esa misma noche, Eunbi tenía el mejor regalo del mundo, iba a declararse, intentaba mantener la calma, no podía ser tan evidente, pero no podía evitar cerrar los ojos y sonrrojarse cada que imaginaba a Eunha en su hermoso vestido. Sabía que este año sería diferente, la temática era una fiesta disco, Eunbi buscó su ropa y usó una peluca para darle ese toque lindo, tenía todo bajo control, ¿Verdad?

Podrían llamarla simple pero cuando estaba en la fiesta Eunha se acercó a ella y tuvo toda su atención, era inevitable las sonrisas y el brillo en los ojos de ambas. Eunbi tenía que abrir su corazón y hablar, Eunha la interrumpió, ambas hablaban al mismo tiempo, ninguna podía entender lo que la otra decía.
Eunha le hizo señas a Eunbi y extendió su mano, ambas subieron a la habitación de Eunha, ahora podrían hablar con más calma.

Eunbi no podía hablar claramente, los nervios la traicionaron, no podía hablar, Eunha la miró y también sintió nervios, ambas no podían decir palabra alguna y Eunha solo atinó a llorar un poco.

Eunbi: ¿Estás bien?
Eunha: No me gusta ver que estés nerviosa frente a mí.
Eunbi: Perdón,no debí hacer eso, perdón, solo quería decirte que...
Eunha: Eunbi, yo te amo, ¿Tú me amas a mí?

Eunbi estaba sorprendida, no sabía que era tan fácil de decirlo, solo suspiró y le dijo:
Te amo mucho Eunha, no quiero que llores, porque por ti podría pelear incluso con la depresión más grande, solo quiero ver tus hermosos ojos brillando en la noche.

Eunha suspiró, esto había sido más romántico de lo que se imaginaba, los ojos de ambas se llenaron de brillo.

Eunbi: Mi linda Eunha, ¿me concedes el honor de bailar conmigo?
Eunha: -rie- Eunbi, no sé bailar, por eso prefiero esconderme entre la gente.
Eunbi: Yo si sé bailar, pero puedo enseñarte para que puedas bailar conmigo.

Eunha aceptó y se acercó a Eunbi, las chicas estaban más sincronizadas de lo que creían. La música estaba demasiado fuerte, incluso en la habitación se escuchaba. Eunha y Eunbi bailaron juntas toda la noche en aquella habitación. Eunha vio como Eunbi se quedó dormida en sus brazos, acomodó a la chica en su cama y vio como dormía hasta que ella también quedó profundamente dormida.

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Eunbi: ¿Quieres bailar conmigo de nuevo?
Eunha: Pero si estamos en la playa.
Eunbi: Cualquier lugar es perfecto para compartir el amor que siento.
Eunha: No quiero llorar.
Eunbi: No tienes porqué llorar, yo estoy aquí para hacerte feliz.