Tenía toda la razón.

Hemma no apareció en Australia y ese día supe que era por mi.

De hecho todo el mundo sabía que era por mi.

Gigi la chica de Daniel apenas y me regaló una sonrisa cuando me acerqué a saludarla y cuando le pregunté por ella, se encogió de hombros y contestó -¿Por qué no se lo preguntas a Toto?- me quedo en silencio mientras ella se marchaba para encontrarse con Daniel unos metros después, me lo merecía la verdad.

"Iré por algo de comer... ¿quieres algo?".

Niego con la cabeza, mi hermana no le toma demasiada importancia, se coloca los audífonos y sale por la puerta principal dejándome de nuevo solo.

En Emilia Romagna tuve esperanzas. Creí que llegaría con George por un lado, con un pantalón rojo en señal de apoyo a Ferrari pero con su camisa impecable de Mercedes.

Pero no sucedió.

En España solamente escuche lo que Charles me quiso decir, le había enviado un video a Carlos deseándole buena suerte. Está de más compartir el gran desempeño que ha tenido Carlos en sus primeras carreras en Ferrari.

El terror de que algo pudiera ocurrirle se apoderó de mí cuando Toto se marchó a media carrera ese día, y después George lo hizo.

Ganó el Gran Premio de España, con un P2 de Carlos.

Hemma no me sonrió en esa ocasión.

Días después escuché mencionar a George que se habían marchado porque el vuelo de Susie y Hemma había tenido un aterrizaje forzado cerca de Italia.

Los nervios me invadieron y marqué su número tres veces.

No obtuve respuesta en ninguna.

En Miami fue la primera vez que soñé con ella. Soñe con su risa, con sus mejillas sonrojadas, con sus bufidos y con esas miradas que me dedicaba solo a mi.

Fui a la playa donde un año antes había estado con ella y recibí el amanecer ahí sentado solo, sin Hemma Wolff en mis brazos. Me fue horrible en la qualy, salí decimotercero y terminé sexto.

Había sido un fin de semana horrible.

En Miami las preguntas relacionadas con ella se detuvieron.
Por petición de Toto Wolff.

Las había estado ignorando todas y cada una de ellas. Y los chismes sacando supuestas respuestas a nuestra ruptura no tardaron en llegar a todo el mundo.

Ninguna era cierta.

La única verdad era que yo había lastimado a la mujer que he querido con toda mi alma por una tontería. Por miedo y cobarde.

Había pasado más de un mes cuando me dí cuenta de que sus cuentas estaban activas pero yo no contaba como un seguidor más en su Instagram.

No tenía idea en qué momento me había eliminado, aunque estaba un 90% seguro de que quien lo había hecho podría ser George y no Hemma.

Solo había posteado tres fotos, una de ella con George diciendo lo orgullosa que estaba de él en su podio de Australia, otra con Jack y la última con Susie en Berlín.

Todos los post tienen los comentarios desactivados, y lo único que me reconfortaba era que las pocas fotos que tenía conmigo seguían intactas.

Cuando puse un pie en la fábrica después de Miami, me dolió el pecho cuando la vi y supe que había estado en la fórmula e. Con Susie.

No tardó más de diez minutos en la fábrica, ni siquiera me pude acercar cuando ella ya estaba cruzando la entrada por las puertas de Cristal.

El terror de no volver a tenerla cerca jamás un día de carrera me invadió. De no verla con sus macchiatos de caramelo por el paddock, de no escucharla reírse o bromear con los ingenieros me hizo sentir débil.

I FEEL YOU / Pierre GaslyWhere stories live. Discover now