𝟎𝟖.𝟏

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"Dulce"

Su nariz se frotó contra la suave piel del cuello del Omega, aspiró su aroma, llenándose el pecho de su olor, miel, fresas y suaves flores...

"Cómo antes... Igual que antes..."

Su lobo estaba dando vueltas de felicidad en su interior, Soobin curvó sus labios hacia arriba entre sueños, abrazó al Omega con calidez.

"Eres mío de nuevo".

— ¿Soobin? — Yeonjun abrió sus ojos un poco, sintiendo su pecho adolorido al respirar —. M-Me está asfixiando...

Yeonjun llevó sus manos a los brazos del Beta, que lo sostenían con firmeza en un envolvente abrazo, no le dolía, no era bruto, pero no lo dejaba aspirar profundamente y eso lo desesperaba.

El enfermero soltó un quejido y se separó rápidamente al despertarse, Yeonjun sintió una oleada de frío y el aire escapó de sus pulmones en un suspiro que lo hizo sentir un poco vacío.

— ¿Yeonjun? L-Lo siento, a veces yo ... Abrazo las cosas muy fuerte cuando duermo.... ¿Te lastime?

El pelinegro negó, se giró sobre las sábanas y miró al Beta, el pálido frotaba uno de sus ojos, su cabello estaba despeinado y le quedaba muy bien.

— No importa.— murmuró, mirándolo algo embobado sin poder evitarlo.

Sus ojos se encuentran por un segundo, y esa sensación extraña los invade a ambos de nuevo, aunque no saben que sea pero ambos lo ignoran.

— Dime, Yeonjun, ¿Qué desayunaras?

Yeonjun negó.

— No tengo hambre.

— Lo diré de nuevo.— Soobin se sentó un poco más cómodo en la cama, inclinándose hacia él .— ¿Qué vas a desayunar?

Yeonjun se contuvo un segundo para mandarlo a la mierda en su interior.

— Veré qué hay.— murmuró algo molesto, antes de levantarse de la cama de golpe, su cabeza pareció dar una sacudida y sus piernas se debilitaron, cerró sus ojos con fuerza y se sintió caer.

— Omega.

Soobin había ido hacia él incluso antes de que el vértigo lo atacara, porque sabía que ocurriría, así que había llegado a tiempo a abrazar al Omega de la cintura, tomó su nuca con una mano y acomodó su cabeza sobre su hombro, recostando a Yeonjun sobre su cuerpo, sosteniéndolo antes de siquiera comenzar a caer.

— Despacio, Yeonjun.— murmuró Soobin.

Yeonjun se sentía a gusto entre los brazos del enfermero, así que se tomó segundos de más, después de que el mundo dejó de girar, se quedó aún en aquel cómodo lugar, antes de alzar su rostro del hombro del Beta, mirándolo como si pidiera disculpas.

Soobin notó su expresión, acarició su cabello y mejilla con una sonrisa, separándose unos centímetros.

— ¿Todo está bien? – preguntó, y el pelinegro asintió.

Fueron hacia la cocina en silencio, despacio, pasando con cuidado por la sala para no despertar a Beomgyu, quien seguía dormido, abrazando la frazada que Soobin le había dado en la noche.

Dejó a Yeonjun sentado en la mesa, mientras él iba a preparar el desayuno, calentó agua primero, ya que de todas formas la usaría para su café, y preparó con gusto el té con leche que le pidió el Omega al rato.

Se sentó a su lado, ambos calentaron sus manos con las tazas.

— Soobin... — el enfermero hizo un murmullo afirmativo para que continuara—. ¿Podría conocerlo un poco?

𝐎𝐮𝐫 𝐋𝐚𝐬𝐭 𝐝𝐚𝐲𝐬 || 𝐒𝐨𝐨𝐣𝐮𝐧Where stories live. Discover now