—ya voy —le acompañé.

Me llevo a un sitio un poco retirado del circo en dónde encontramos nada menos que una estación de trenes. De aquel vehículo salió un hombre que parecía ser el maquinista, nos entrego unas cajas y se marchó, quedé impresionada, no tenía idea de que hubiese un tren en este lugar.

—¿a dónde lleva ese tren? —pregunté sumamente confundida.

—lleva al pueblo, deja de perder el tiempo y apresúrate que tu novio despertara pronto.

—¡si! —le seguí.

Definitivamente debía investigar sobre ese tren, pero tendrá que ser en otra ocasión.

Decoramos tan rápido como podíamos mientras que Papi y Kedamono preparaban el desayuno apresurados, el tiempo estaba en nuestra contra.

Ayudaba a colgar los banderines con el mensaje "feliz cumpleaños" en el. La escalera se movía demasiado y parecía no ser muy estable, tambaleaba tanto que no era capaz de colgar aquellos banderines, me estire lo más que pude hasta que finalmente logré pegar el hilo con cinta adhesiva, justo antes de que la escalera decidiera jugarme una mala pasada volteandose hacía un lado haciéndome perder el equilibrio y termine callendo del lado contrario. Paralelo a esto, hizo aparición el cumpleañero entrando justo en el peor momento, mirándome estamparme contra el suelo, me dolió de sobremanera el golpe pero trate de disimular.

—feliz cumpleaños —le dije apenas, con voz ahogada por el intenso dolor que sentía.

—vas a terminar matandote tu sola un día —dijo entre carcajadas.

Rápidamente fueron en mi ayuda levantándome del suelo para que ahora sí, Popeee tuviera su merecida celebración, iniciando de nuevo como si nada hubiese pasado, pero el dolor aún permanecía conmigo.

Su celebración consistió en toneladas de regalos por parte del resto, y aún ante mi pesar, tuvieron que conseguir regalos específicos para que yo pudiese darle, pues no tenía absolutamente nada que pudiera regalarle debido a que me encontraba enmedio de la nada y no podía hacer aparecer las cosas mágicamente como hacían los demás. En compensación, le ayude a mi suegro a preparar el platillo favorito de mi enamorado, curry. Por la tarde hubieron varios juegos y por la noche un pastel de fresas, una fiesta tal cual, fue muy divertido y me alegro que no me evitara tanto, aún así estaba claro que había cierta distancia entre ambos, algo que en definitiva no me gustaba. Una vez termino la celebración todos se retiraron, menos el festejado y yo por supuesto.

—no te vas a ir, ¿cierto?—comento aquel chico, negué con la cabeza.

—me gustaría pasar más tiempo contigo —exprese.

—¿no fue suficiente con la fiesta? —sonaba molesto o más bien irritado.

—estas distante conmigo y eso no me gusta para nada.

—y porque será —decía sarcástico rodando los ojos.

En estos momentos es que me preguntó si hice bien en meterme en sus asuntos o por el contrario erre en asumir que podía ayudar en un conflicto ajeno.

—lo siento —me disculpe de antemano.

—no me agradaba la idea que te entrometieras —comento.

—si, lo se...

Agache la cabeza, el tenía motivos para pensar de esa manera pues había sido entrometida en sus asuntos personales.

—pero, tampoco me disgusta tu plan —eso si llamo mi atención—, solo no me gusta que hayas sido tu quien le diera esas ideas y no lo pensará el por su cuenta.

—la paternidad no es fácil, también ayudarías si te pusieras en sus zapatos de vez en cuando y pusieras de tu parte.

—tal vez.

Sonreí.

—no vuelvas a meterte en problemas ajenos.

—lo siento —volví a disculparme.

Ambos quedamos en silencio unos instantes dónde simplemente compartíamos miradas y podía notar en sus ojos cierta inquietud sobre algo en específico pero no lograba descifrar sobre qué.

—aun así, gracias por intentar ayudar, supongo.

—no es nada, eso creo.

Estaba confundida por su repentino cambio de ánimo, sabía que era bipolar, más aquello era distinto a lo que estaba acostumbrada.

—tu regalo no estuvo mal, pero... —su voz temblaba-, creo que me gustaría algo más.

—¿a qué te refieres?, ¿qué más quieres? —cuestione confundida.

—tal vez un abrazo —pronuncio tornando sus mejillas de un rojo intenso.

—creí que no te gustaban los abrazos.

—solo ven aquí maldita sea.

Estaba nervioso y por inercia me hizo sentir igual. Me acerque a el quien ahora apartaba la mirada, le abrace por al rededor de su cuello con delicadeza, parecía que iba a corresponder, sin embargo al final no lo hizo, me separé lentamente de el sin soltarle aún, cruzamos miradas, ni una sola palabra, parecía el momento adecuado y me deje llevar, me acerque a el lentamente, no hizo nada, se paralizó. Fatlaban tan solo unos centímetros para que nuestros labios se unieran, cuando me detuve, separándome de el incluso del abrazo.

—feliz cumpleaños Popee.

—gracias.

Se levantó y se marchó.

No supe con exactitud si se debió a que se dejó llevar por aquel momento o es que simplemente era algo que en verdad quería, sin embargo, sin importar las intenciones detrás de ello, me hizo muy feliz de igual forma, me decidí por creer que estaba logrando un avance.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

Tarde pero aquí está, muchos inconvenientes, Wattpad no me dejaba publicar(。•́︿•̀。)

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Tarde pero aquí está, muchos inconvenientes, Wattpad no me dejaba publicar
(。•́︿•̀。)

Este capítulo aunque sea un especial también quise incluirlo/conéctalo dentro de la trama principal, no estoy segura si lo logré o no :/

Misión, enamorar a Popee ||Popeextu||Where stories live. Discover now