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Narrador omnisciente.
Ya todos estaban dormidos, excepto de Soo-Joon, Ha-Mun y Yong-Mun que ya iban a irse, con la excusa de que "iban a ir al gimnasio por más flechas" Yong-Mun había convencido a su hermano para que cuiden a sus amigos y el aceptó.
—Esperen. — susurró Yong-Mun y la voltearon a ver. Ella agarró una hoja y le quito un pedazo, agarró un lapicero y le escribió algo en la hoja. La dobló y la puso en el pequeño hueco que tenía Nam-ra y le dio un beso en la mejilla —Ya vamonos —susurró.
— Ha-Rim — susurró moviendola — Ha-Rim despierta — susurró y ella por fin despertó
— ¿Mmhh? ¿Qué? ¿Ya nos vamos? — preguntó adormilada.
— Si, ya vamonos —dijo y Ha-Rim empezó a estirarse. Segundos después Soo-Joon abrió con cuidado la puerta para no hacer ruido, cuando ya todos salieron cerro la puerta igual como antes.
(...)
Ya había amanecido el primero en despertar fue Cheon-San, recorrió la mirada por todo el cuarto y no vio a Yong-Mun, su hermanos, a Ha-Mun y as amiga. Se paró de donde estaba y se fue a la ventana.
Luego despertó Nam-ra, al sobarse su hombro se dio cuenta que había un papel sobre la mesa, lo agarró y lo abrió, cuando terminó de leer lo que decia, miró hacia la dirección donde estaba Yong-Mun y sólo estaba Gyeong-su.
Segundos después se levantó On-jo y fue hacia Cheon-San. Después todos empezaron a despertar poco a poco.
— Y nadie vino. — habló Cheon-San mirando por la ventana ya que habían elicopteros pasando a lo lejos. — Y se fueron. Solo vinieron para dormir, que descarados.
— En algún momento llegaran — dijo On-jo sentada en la mesa refiriéndose a los helicópteros.
— ¿Cuánto esperaremos?
— Hasta que lleguen.
— Nada indica que alguien vendrá.
— Entonces, ¿Quieres salir?
— En realidad no importa, porque nadi saben que estamos aquí — dijo Ji-Min desde la ventana.
— Pondremos una señal de ayuda — dijo On-jo.
— ¿Qué señal?
— Mi papá me enseñó una señal que usan todos internacionalmente.
— ¿Y cuál es?
— Recuerdo que es un patrón y tiene dos colores — dijo On-jo tratando des recordar — Rojo y también azul, creo que es así. — dijo y todos la miraron. — ¿Y si escribimos SOS en una cortina?
— Si, mejor.
— No duraremos más tiempo, no sin oxígeno, sin agua y sin nada para comer — habló Nam-ra
