Bizarre [JaeYong]

c u a r e n t a y s e i s

La puerta fue cerrada y YoonOh se giró un poco en su lugar.

—Perdón —fue lo único que pudo salir de sus labios y esperaba que su novio dijera lo que estaba esperando al ensayar lo que diría.

—Ya te dije que no tienes nada de que preocuparte —se encogió de hombros.

—Claro que sí, amor —tomó sus manos entre las suyas—. Yo creía que sería fácil, pero me acobardé...

—Es completamente normal, por eso de verdad no importa...

—Importa porque pude haberte dicho la verdad desde el inicio y no seguirte la corriente.

—Tienes razón, yo estuve muy insistente desde que pase a recogerte.

—No es tu culpa —negó con una sonrisa—. Sé que apesto como novio.

—Claro que no.

—Claro que sí —bufó—. ¿Qué clase de novio no puede tener intimidad con su pareja?

TaeYong se acomodó mejor sobre la cama para quedar frente a él.

—Amor, una relación no se basa en eso, digo, sí es importante, pero no es la prioridad. Hay personas que solo pueden ofrecerte eso, y tú me has ofrecido más. Mucho más. Has sido el mejor novio que he tenido en toda mi vida. 

—No debe de haber mucho de donde elegir —rio con un sonrojo.

—Podría decir que hay una docena de donde elegir y retomando mi punto, el sexo con ellos era bueno, pero ninguno era tú —YoonOh lo miró de reojo—. Ninguno aceptó completamente a mis hijos, ninguno iba a buscarme al trabajo, ni venían a ayudarme a prepararles la comida a los niños, ninguno iba a las obras escolares y mis hijos jamás me acompañaron a una cita, además, estoy seguro que con lo de XiaoJun todos hubieran huido... Tú te quedaste y eso vale más que cualquier otra cosa.

YoonOh sonrió ampliamente y mordió su labio inferior, mientras trataba de calmar el rubor de sus mejillas.

—Es que me gustas mucho —admitió, haciendo que el rubor se hiciera más intenso—. Te quiero, TaeYong —se inclinó y besó sus labios con delicadeza—. Voy a seguir aceptando, cuidando y queriendo a los niños; siempre habrá citas con ellos si es que nos quieren acompañar y siempre voy a estar par ti, amor —posó su mano en la nuca del contrario y la acarició, haciendo que escalofríos recorrieran su columna.

—Te quiero, YoonOh —susurró con un puchero que fue deshecho por los labios de su novio.

Luego de unos minutos en los que estuvieron besándose con ternura, volvieron abajo con los pequeños y después de comprobar que habían terminado sus tareas, se acomodaron en el sofá para ver una película.

Si hubiera sido decisión de YoonOh o de Jeno, el de hoyuelos se hubiera quedado hasta el anochecer, pero TaeYong prácticamente lo echó para que fuera a casa a descansar.

TaeYong ❤️

¿Ya te acostaste? 👀

Justo en eso estoy. 😚

¿Tú ya te acostaste?

Sí. 😊

¿A qué hora entras mañana?

A las ocho. 😩

No es tan temprano. 😝

Es que ya me había acostumbrado a despertar más tarde. 😭

¿Ya pusiste tu alarma?