c u a r e n t a y s e i s

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—Mañana vamos a comprar las cosas para tu maqueta, ¿sí, mi vida? —XiaoJun asintió—. Suban a cambiarse —les pidió con un tono dulce.

—¿Te vas a quedar a comer, papi? —YoonOh asintió y el menor corrió junto a su hermano hacia arriba para hacer lo que su padre les había pedido.

Mientras él y TaeYong servían la comida, su celular comenzó a sonar como loco, así que creyendo que era una emergencia, desbloqueó el aparato y se encontró con mensajes de parte de sus excompañeros diciéndole que revisara el grupo de la "92line".

—¿No vas a responder?

—Son mis excompañeros —dijo restándole importancia. 

—¿Y por qué no respondes? —preguntó divertido y el castaño se encogió de hombros—. Amor, sé que eres nuevo con esto de las amistades, pero deberías responderles... —YoonOh lo miró con un gesto—. ¿Por qué no les dices que conseguiste empleo?

—Porque estoy contigo.

—¿Y yo tengo tus manos atadas? —rio y caminó hacia él para rodear su cuello con sus brazos.

—No, pero prefiero tener mis ojos y manos en ti —acarició su cintura y besó su mejilla—. Les respondo en la noche —esbozó una sonrisa y guardó su móvil de nuevo en su bolsillo.

Durante la comida, todos escuchaban atentamente las historias que Jeno contaba de sus mejores amigos y gracias a eso se enteraron de que RenJun iría a China con su papá Yixing por las vacaciones, mismas que la madre de DongHyuck ocuparía para preparar la apertura de su restaurante y en las que la familia de Jaemin viajaría a Busan para ver a sus abuelos.

Al terminar de comer, los pequeños ayudaron a recoger la mesa y mientras TaeYong y YoonOh lavaban los platos, ellos hacían su tarea en la sala. 

—¿Hablamos en tu habitación? —el pelinegro asintió—. Te espero —sonrió y luego de dejar un beso en la mejilla del mayor, salió de la cocina para dirigirse al piso de arriba.

TaeYong suspiró en cuanto su novio dejó aquella habitación, ya que estaba nervioso por la charla que tendrían. Secó el sudor de sus manos en los costados de su pantalón y se dispuso a subir, pero antes, pasó a la sala para decirles a sus pequeños que tenía algo muy importante que discutir con YoonOh y por lo tanto, no podían subir con ellos.

—Solo suban si necesitan algo, ¿de acuerdo? —acarició sus rostros y ambos asintieron sin rechistar.

—¿Papi? —lo llamó XiaoJun una vez que estuvieron en el pasillo—. ¿Vas a estar bien? 

—Claro que sí, mi cielo. ¿Por qué lo preguntas? —se puso de cuclillas frente a él.

—Porque cuando JongHyun y tú hablaban en tu habitación, gritaban y bajabas llorando.

TaeYong sintió nauseas y pasó saliva con dificultad.

—Mi vida, ya te dije que YoonOh no es como él —torció su boca levemente y suspiró pensando en que tanto él, como su hijo debían ir a terapia—. ¿Te parece si subes en unos minutos? Para que veas que todo está en orden —el menor asintió y volvió a la sala con su hermano. 

Al entrar a su habitación, su novio ya lo esperaba sentado en la cama, le sonrió y lo invitó a tomar asiento a su lado. Ambos se quedaron en silencio por un buen rato y ellos podrían decir que no fue mucho, pero al escuchar a XiaoJun tocando la puerta, TaeYong sabía que ya había pasado demasiado.

—¡Pasa, mi vida! —XiaoJun entró tímidamente y los miró a ambos sentados sin ninguna marca de abuso o una lágrima—. ¿Sucede algo?

—N-no —se apresuró a decir y luego de un intercambio de sonrisas y miradas incómodas entre los tres, salió de la habitación. 

Bizarre [JaeYong]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora