Ellos fueron objetos sexuales toda su vida, solo conocían de abusos y maltratos.
Comprados por un desconocido, esperando la peor de las vidas.
Ella solo quería compañía.
Tal vez no fue la mejor manera, pero tenerlos evitaba que colapsara.
Y se i...
Me levante dejando a mi acompañante y fui a buscar a mis hermanos -¿Donde ha dormido ella?-
Izan dejo a los tipos con los que hablaba y se acerco -¿No esta durmiendo en casa?-
Fruncí el ceño -¿No lo sabes?-
Negó- La verdad es que desde que te encontramos, tal vez juzgue mal a Gianna, por lo que paso. Y he estado evitándola-
¿Evitandola? Ella no tenia la culpa de nada, solo hizo lo que estaba a su mano para salvarme.
-¿Y Dante?-
-Él... esta ocupado con sus tutores y..-
Lo deje hablando solo y fui con el menor de mis hermanos, quien continuaba en su clase. -Oye- toque su brazo.
-Hey- me sonrio -¿Cómo te sientes hoy?-
-Bien.- cambie de tema -¿Hace cuanto no hablas con Gianna?-
-Desde...- penso, y vi como su rostro se desfiguraba de la nada -yo, he estado ocupado con mi profesor, no lo...no lo recuerdo-
Ambos nos quedamos en silencio.
-¿Por qué?- preguntó.
Suspire -Gianna no esta durmiendo en casa-
Caí en la realidad de que ninguno de nosotros le había prestado atención, que ella no volvía a casa y que no sabíamos donde estaba. Esperaría a que regresara para disculparme y poder arreglar todo, la quería ver y abrazar con una extrema necesidad.
Gianna...
Dormir en la oficina no había sido nada cómodo durante dos días, pero sabia que ellos no me querían ver por la casa. Y la veía como la mejor opción, cerca de las 7 p.m. decidí que era hora de regresar.
Al entrar a la mansión, las risas de los chicos me animaron un poco. Con cautela me acerque hasta la sala de estar donde ellos reían y conversaban con la chica que había contratado para ayudarle a Víctor.
Él estaba sentado en el borde del sillón, por lo que en un mal movimiento casi cae pero fui rápida y lo sostuve del hombro.
-NO ME TOQUES- me empujo haciendo que cayera de espalda. Su reacción y miedo me dolió mas que la fuerza con la que caí al suelo. Mientras que él me temía, los otros dos ni siquiera intentaron ayudarme.
Él por su parte no sabia que hacer, la chica tomó su mano -Hey, solo respira ¿si?.
Víctor sonrió y le hizo caso, aferrándose a la joven. Me mantuve inmóvil en el suelo, mientras mis ojos se llenaban de lagrimas y mi vista se volvía borrosa.
-Gianna- el mayor de ellos me llamo pero no lo observe.
-Pequeña- Dante me tendió su mano pero me negué. Sabia que era lastima, y no podía soportarlo, ya no.
-Puedo sola.- Me levante. -lo siento mucho- susurre con mi voz en un hilo viendo a Vic-se que no tengo derecho en pedirte que me disculpes, pero quería que supieras que nunca quise que eso pasara. Me culpare el resto de mi vida por el daño que te y les cause-
-Que tengan una buena noche-
-Gia- alcance a oír mi nombre pero ni siquiera me importo quien lo decia, solo sabia que tenia que irme de ese lugar, que ellos ya no me necesitaban y que cada paso que daba, era parecido a pisar carbón ardiendo.
Mientras subía las escaleras, no pude contener las lagrimas y me rendí ante ellas, el dolor que tenia en el pecho no me dejaba respirar.
Ya en mi habitación, escuche el toque de mi puerta, pero no respondí.
-¿Vas a cenar?- la voz del mayor de ellos se escuchaba preocupada.
Silencio.
-Gia, nana me pregunta si vas a cenar o no. Puedes responder por favor. Te estamos esperando-
-No tengo hambre- no mentía -pueden cenar sin mi, no hagan esperar a la invitada-
-Gianna...-
Lo corte -Vete Izan, vete-
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