Un pequeño trato [kiribaku]

~Capítulo 8~

- ¡tía! Lo si-siento

- no pasa nada Izu- Mitsuki Bakugo era más baja que él pero su mera presencia imponía demasiado, si bien ella poseía un carácter fuerte también llegaba ser una persona amable y maternal, sobre todo con su hijo y con el peliverde. - ¿has visto a Katsuki?

La pregunta lo tensó, si sabía dónde estaba, pero definitivamente no quería encontrárselo.

-está arriba, creo. - respondió nervioso- ¿porque lo...

La pregunta quedo flotando al aire cuando un rostro conocido aprecio por el pasillo. El hombre de ojos heterocromaticos observó al menor con complicidad, lo que provoco un ligero sonrojo en este.

- Al parecer secuestraron al mayor de los Todoroki, nuestra alianza con su familia es importante por lo que necesito que se encarguen de ello. - la mayor suspiró cansada, algo habitual en ella. - también necesito conversar con mi hijo. ¿Serías tan amable de buscarlo?

No por favor. No

- claro. - mierda

-dile que me busque a mi habitación y encárguense del problema. - dicho eso, la cansada mujer se retiró, dejando a ¿la pareja? Solos.

sin palabras ambos se dirigieron a la estancia de cenizo. Frente a su puerta se oyó como este lanzaba cosas al suelo. Izuku trago saliva, el sentir que aquello lo provocó él lo aterraba y con confianza abrió.

Un jarrón voló a un lado de su cabeza, pero no se inmutó. - tu madre quieres que vayas a su alcoba. - al ver que no contestaba, siguió- tenemos misión de recate a...- miro al semialbino, pues este no había hablado sobre quien lo tenía sujeto.

-los Kirishima. Según nuestras fuentes, y el rastreador que tiene mi hermano, está en el muelle.

-su familia tiene almacenes ahí. - el rubio no pareció sorprendido como su colega esmeralda. - llama a las chicas y bajen al salón, hare un plan

Con ira y sin gritos, su líder salió de la habitación. Se mostraba tan calmado que alarmo al menor. Cuando se comportaba así solo había os razones: estaba realmente furioso o confundido. Sea cual fuera la causa siempre terminaba mal.

casi tres horas después el pelinegro no había hablado ni un poco más que para insultar a la familia Kirishima, este se estaba empezando a cansar. Dudaba con quien trabajaba directamente, ya que era obvio de que lado estaba: los Bakugo.

Pensando en ellos, Eijiro se cuestionaba que tan bien habría sido disculparse con su heredero, era una persona masculina que se basa en el honor, algo que visiblemente le había falta a su víctima.

- Dime ¿en dónde está mi dinero? Fueron miles de dolores importados del extranjero por lo que te conviene hablar.

Denki apreció a su lado de nuevo con el bate ya cubierto con un poco de sangre, cuando la alarma de seguridad sonó.

- Sero- de inmediato, el pelinegro, Jirou y Toga salieron a revisar.

La risa del prisionero era apagada, pero era obvio que el ya esperaba esta situación. Poco después su auricular se activó.

- Esta despejado. No hay nadie afuera, pero puede que alguien haya entrado, estate atento.

El plan salía al pie de la letra, hace casi media hora que estaban dentro de la instalación cuando Uraraka había activado la alarma, lo que despejaría los pasillos directo al cuarto principal, donde se suponía estaba Touya.

Mina e Izuku se situaban a su derecha, mientras Todoroki a su izquierda. Por la información que pesian, había dos cuartos que también podrían ser la celda del pelinegro. Los cuatro se separaron para revisar el lugar, no era tan grande, es por ello que el resto de su equipo junto con Kenji estaba de refuerzo no muy lejos del almacén.

Después de otra media hora, Mina aviso que encontró a Dabi, estaba en el cuarto inferior acompañado del pelirrojo y su amigo. De inmediato todos bajaron a un punto de encuentro, primero se desharían del rubio y luego de su líder, lo más sencillo seria distráelo por lo que Bakugo e Izuku se encargarían de ello.

Izuku goleó la pared cerca de la puerta lo suficientemente fuerte para que el par de enemigos saliera a revisar, mientras Bakugo estaba a dos pasillos, listo para repetir lo mismo y que alejaran más. Todo iba bien.

Ambos idiotas salieron con armas en mano, preparados para cualquier cosa. Sin embargo, un pelinegro de ojos azabache dio la vuelta por el mismo pasillo en el que el ojirubí se encontraba. Este salió de él dejándolo frente a Kirishima y escondió su arma.

En cuanto Eijiro lo vio sus instintos reaccionaron y apunto su arma directo a él. Fue como si se hubiese pausado el mundo entero en ese instante.

Bakugo con las manos en el bolsillo.

Kaminari y Eijiro dirigiéndole sus armas.

Izuku totalmente sorprendido.

- Bak- Yaoyorozu- dijo el rubí aun apuntando a Katsuki- ¿qué haces aquí?

- Recibí tu email, ¿no quería que nos viéramos?

se supones que ya había subido este capítulo y otro más la semana pasada, pero hoy me he dado cuenta que no se había publicado.

me siento muy avergonzada con ustedes, ya que entre mi escuela y otras cosas no lo había verificado, aun así, se los voy a subir, pero no al mismo tiempo (creo que fue eso lo que hizo que no se publicara)

en una hora les subo el otro capítulo y ya mañana el de esta semana, para que wattpad no se me atrofie, o sea lo sea que haya pasado.

de nuevo, una disculpa. LQM.