Química

51 6 1
                                    

A Polnareff le darían el alta hoy, y se irá el día de mañana a su ciudad natal. En mi caso, el alta me lo deberían dar mañana, tal parece que mi cuerpo y nervios ya se acostumbraron a la parte que no era mía.

Por eso mismo no me sorprendí cuando Polnareff entró a mi habitación con Jotaro.

-- ¡Polnareff! --exclamé, con emoción.

-- Hola --Sonrió grandemente.

Se acercó a mí, posicionándose al costado de la camilla.

-- Hace días no te veía --dijo.

-- Y sí que es un milagro que me sigas viendo.

-- Polnareff --habló Jotaro--, Kakyoin consigue el alta después de que te vayas, así que ten asegurado despedirte hoy.

-- Ah, es verdad. Jotaro ya te lo habrá dicho, nuestra aventura junta terminó, así que volveré a Francia --explicó, mirándome.

-- Estoy al tanto... Es una lástima... Aún puedes quedarte en Japón con nosotros --dije, refiriéndome a Jotaro y a mí.

-- Eso no suena mal, pero lo tengo decidido ya --Sonrió.

Le devolví la sonrisa, con tristeza incluida, pero lo comprendía.

-- Oh, es verdad, Jotaro me contó que te gustan mucho los videojuegos. Así que como despedida te traje esto.

Levantó una bolsa que tenía, y de ahí sacó una caja de videjuego. Me lo entregó, y así pude leer el título.

-- ¡¿Ah?! ¡Este es el juego que apenas salió a la venta hoy! ¡¿Cómo lo conseguiste?!

-- Hmm... Obviamente no tuve ayuda de una empresa millonaria amiga --Rió nerviosamente, mirando a Jotaro.

El observado rodó los ojos, lo que me hizo reír.

-- Estoy muy agradecido, Polnareff --agradecí.

-- ... Voy a echarte de menos... --dijo, denotando su ánimo un poco bajo.

-- No es como si no nos fuéramos a ver nunca más ¿no? --intenté animar, sonriendo.

-- Eso es cierto, ¿eres tú el que vendrá a Francia a visitarme?

-- Ah --Reí con nervios, no es exactamente a lo que me refería.

-- No es mala idea, yo iría con él --dijo Jotaro.

Lo miré con sorpresa. Quizá eso haya sonado de lo más normal, pero mi mente pensó algo diferente, y por esa razón me puse algo nervioso.

-- ¿Uh? ¿Dije algo mal? --preguntó, al ver mi expresión.

-- ¿Eh? ¡No, no! Sólo estuve pensando algo... --Intenté explicar.

No se quedaron mucho tiempo conmigo, pues ya tenían agendado ir a comer con el señor Joestar, me hubieran invitado obviamente si hubiera ya estado de alta.

Me quedé nuevamente solo en la habitación. Nos recuperamos rápido ahora que lo pienso. Cuando vi por primera vez mi herida curada, fue extraño. La parte de la herida, la carne nueva, estaba con un color entre rosado y rojo, y qué decir que veía los hilos de la cirugía que hicieron para implantarme las partes de Dio. Era como ser un muñeco con parches de otro color. Se supone que la herida más adelante quedará como una cicatriz normal, no como un tipo de cosa puesta en otro lugar.

-- Hierophant Green --llamé a mi stand, el cual apareció frente a mí--. Me hubiera gustado que te hubieras despedido de Silver Chariot, pero si ya quedé como loco cuando le dije a Jotaro lo de encontrarte mi amigo, supuse que Polnareff me vería aún más loco.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Apr 11, 2022 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

Amigos con Stands ●Jotakak●Where stories live. Discover now