-Dejaré de llamarte así cuando seas mayor...- hizo una pausa y yo estuve a punto de reclamar.- Que yo.

Estallamos en risas.
Eso era como la felicidad se sentía.

-Y la otra pequeña no deja de dormir.- continuó, esta vez refiriéndose a Emma.- Han sido 4 veces las que la he visto y en todas ha estado durmiendo.

-En realidad es así como quiero que sea siempre.- admití.- ¿No recuerdas los gritos y llantos de _________(1) a las 4 de la mañana?

-Claro que los recuerdo, al igual que recuerdo haber acabado todas las pastillas para el dolor de cabeza.

-Entonces deberías estar de acuerdo el pasivo comportamiento de Emma.- continué.

-No volveré a mencionarlo.- dijo sonriendo.

Luego hubo un silencio.
Él trató, de alguna manera, tratar de no hacerlo notorio, pero era obvio que buscaba las palabras exactas para decirlas.
¿Y que debía decir yo?
Se suponía que no debería meter a Ross en problemas, pero...
Yo era buena haciendo eso.

-Ayer oí que estuviste hablando con Ross.- dije.

Quise mirarlo a los ojos, pero él notaría lo ansiosa que estaba.
Mejor no.

-Así es.- entonces su actitud se volvió un poco más cuidadosa.

Pasé los dedos por el cabello de Emma tratando de lucir tranquila.

-Hablaron por unos cuantos minutos...¿Pasó algo?

Está vez si me atreví a mirarlo a los ojos, necesitaba saber si me ocultaba algo, y tal vez mirándome era la manera de saberlo.

-No.- respondió sin vacilar.- Solo lo llamaba para decirle que había ganado su equipo favorito de soccer.

Mentira.

No había podido oir lo que él había dicho, pero sí había oído lo que Ross respondió, y no tenía sentido.
Además...
Ross no veía soccer, ni siquiera le gustaba.

-¿Estás seguro? Porque él me dijo...- levantó las cejas. Oh mierda.

"No me metas en problemas, por favor."
Lo siento, Ross.

-Quiero decir...lo oí hablar contigo pero...- mierda, mierda.- Ummm...

Mi padre suspiró.

-¿Qué fue lo que te dijo?

-Nada.- mi respuesta casi fue un grito.- Él no me dijo absolutamente nada.

Frunció el ceño.

-No entiendo.

Suspiré.

-Yo tampoco.

Pero entendería si él me contaba lo que estaba pasando, porque ha esta altura, ya sabía que algo pasaba.

Me coloqué el cabello que había caido por mi hombros hacia atrás.
¿Qué tenía que hacer para que me lo diga?
¿Era tan malo?
Conocía a Ross, sabía lo que podía hacer. A veces solíamos discutir, pero nuestras discuciones solían ser solo causadas por nosotros y sobre nosotros. No incluían directamente a algún tercero.

Y antes de que estuvieramos casados era igual.
Solo pasó una vez.
Solo fue una vez.
El total de veces que terminamos fueron 2.
Una fue causada por una chica.
Fue frente a mis ojos en una noche que hasta ahora recuerdo.

Y apesar de que ya había sido hace mucho tiempo, las imagenes de él besando a otra chica frente a mí seguían apareciendo en mi mente como un recuerdo de lo que alguna vez pasó, como algo que me decía que estuviera alerta.
¿Pero como saber si solo son cosas que mi mente crea?

YELLOW (Ross Lynch) (Hot)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora