sin título

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"La noche guiara a las pobres almas en pena, con promesas vacias los retendran en este bucle infinito mintiendo sobre algun dia darles un desanso, distryendolos hasta la nueva mañana donde se repetira eternamente su cruel destino"

Las sombras se movilizan entre los distintos escondrijos de la ciudad, muchos intentan acallar sus voces en busca de una simple oportunidad de supervivencia ante la masacre iniciada no hace más de 2 minutos, el llanto desgarrador junto a la furia de algunos es fácilmente percibida en sus rostros, no comprenden el cómo o tan siquiera por qué pero, así es y así será, es su destino el morir mil y un veces más; una maldición de la cual nunca escaparan su gran cadena.

Muchos quisieron escapar apenas lograron sobrevivir a este tipo de tragedias, pero nunca lo lograron, siendo despertados de nuevo en su hogar como si de una simple pesadilla se tratara, un mal sueño que se les olvidaría a lo largo del día y que no recordarían por su propio bienestar mental; recuerdos reprimidos en el rincón más oscuro de su pensar, la sangre y las entrañas esparcidas, los cuerpos sin vida y cadáveres en cada rincón, era una escena monstruosa para cada ser que la pueda ver.

En aquel paisaje pintado de tonos carmines se puede apreciar una joven de pelos rojizos quien se hallaba temblando del miedo y casi ahogándose con su propio respirar ante el pánico que sentía, se acurrucaba en posición fetal rogando que todo acabase de una buena vez y poder olvidar que eso paso, que nadie había muerto y todos estaban felices, junto, VIVOS.

La joven puercoespín lloraba a mares escondida tras una mesa dentro de un local ahora en ruinas, intentaba no moverse o tan siquiera respirar pues a diferencia del resto de sus amigos ella ya conocía en mejor medida las capacidades de rastro del soldado, sabia casi todo lo que el otro, logrando mejorar cada que sucedía este tipo de situaciones sus modos para sobrevivir. Escuchaba los gritos pidiendo ayuda de fondo y el sonido del metal desgarrando la carne acabando con estos, sus gritos que la buscan con desesperación, llamándola su esposa y exigiendo que apareciera.

Luego de unos tortuosos 4 minutos por fin el silencio se apodero de todo, dándole algo de esperanza para poder escapar, corría en dirección de las zonas más destruidas mientras trataba de ayudar a quien se atravesara en su delante, pero ya nadie podía siquiera moverse por la pérdida de sangre o sencillamente porque habían sido decapitados, estaba a nada de desmayarse por el olor que provenían de los cuerpos ahora mutilados.

Por fin encontró otra zona en la cual poder ocultarse hasta el final del día, esperaba no ser hallada, o aun que sea poder morir antes de que EL la atrapara. Su rostro regresaba a la desesperación o eso antes de que una mano la tomase con cuidado por uno de sus hombros, tapando su boca con la otra mano evitando que gritase y devele su ubicación.

Frente a ella se ve una ardilla de verde claro con varios dulce pegados a su ser, quien ahora a diferencia de lo acostumbrado ya no tenía ambos ojos desorbitados, aquella sonrisa sin preocupación alguna ahora era una mueca de preocupación junto a algo de resentimiento, sentía calma al verlo, su corazón latiente intentando mantenerse pegado a la realidad en la que vivían evitando solo querer lanzarse a su lado y sentir su protección, parecía un cachorrito encontrando a su dueño luego de un perderse en la calle.

Se apegó al otro sin importar que sus espinas empezaran a clavarse en su ropa y parte de su pelaje, solo deseaba llorar y dejar salir su dolor, siendo consolada con un abrazo por el contrario que la intentaba calmar mientras los cubría con su cola intentando brindarle algo de paz a la joven quien por su estado había presenciado lo peor que aquel asesino podía mostrar.

El momento fue terminado por el fuerte ruido de una explosión que los trajo a tierra firme, debían buscar algún lugar para ocultarse o por lo menos alejarse del otro, Flaky intentaba calmarse controlando su respiración o contando números hasta que logro tranquilizarse superficialmente, miraba a su alrededor algo que les sirviera para defenderse o una zona menos destruida, consiguiendo divisar una fierro con punta no muy lejos de su sitio, pensaba si valía el riesgo o no pero no pudo pensarlo demasiado cuando unos pasos la dejaron helada, se estaba acercando.

Miraba la expresión de Nutty en la cual sabia no tenía idea alguna de que hacer, le causaba algo de risa y ternura, era raro sentir que ella conocía más de este tipo de cosas que otros, ya había sobrevivido varias veces y su mente como su propio ser se empezaron a curtir para futuros sucesos, temía por su vida pero a pesar de todo aprendió a tener valor para enfrentar sus temores.

Le dio un beso en la mejilla a su amigo y pareja antes de lanzarse a por su única arma, tomo con fuerza sus propias espinas arrancadoras de modo que pudiera defenderse en caso las cosas se pudieran feas.

Logro llegar pero fue vista por el otro, la miraba con locura y posesividad mostrando su afilada sonrisa de la cual empezaron a salir distintas palabras:

Fliqpy: Mi esposa, al fin te encontré –sentencio-

Pero a diferencia de siempre no estaba la pequeña temerosa suplicante por su vida, se notaba sus leves temblores pero también más convencida ante su retunda negativa si la muerte se la llevaba, sabría que al menos lo intento.

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⏰ Last updated: Mar 13, 2023 ⏰

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Dulce lloviznaWhere stories live. Discover now