Atrapada por el

Eres tu

Pov Didnek:
Observó las fotos de mi pequeña y noto que el short que se puso hace relucir sus hermosas piernas. <Estarían perfectas arriba de mis hombros mientras le como el coño> sigo concentrado pero en eso mi celular comienza a vibrar.

—¿Si quien es?—digo sin importancia alguna.

—Todo está echo Lila es completamente tuya.— siento algo en el pecho y no se si es por la emoción que tengo por tener a mi Lila en mis brazos.

—Voy para ya.

—Espera Didnek todavía no puedes venir.—empiezo a enfadarme.

—¿Porque cojones no puedo ir? Me importa una mierda lo que digas Kayle ¡iré para ya!

—Espera Didnek no puedes venir a un porque ella está drogada y si te ve ella se sentiría mal y yo sé que cuando se siente mal se desma.....

—No finjas que te importa cuando tú misma la drogaste.—le digo con rencor.

Yo no quería que la drogaran pero ellos dijeron que era la única solución para que fuera mía por eso deje que se encargaran pero en cuanto la tenga conmigo haré que sane.

—Voy para ya.—cuelgo la llamada.

Me levanto de mi a siento y voy a mi armario para ponerme algo bueno para ver a Lila.
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Cuando llego al hospital todo se sienta tranquilo, paso por un lado donde se encuentran las enfermeras y les guiño el ojo y ellas se ruborizan, sigo caminando y me voy a la habitación donde se encuentra el doctor.

—¿Donde carajos está?—digo con los puños apretados tratando de no perder la cordura.

—En el cuarto piso, está sola y nadie la escucha justo como lo pediste.—me mira y luego se acerca.—¿Y bien me darás mi dinero?

Lo miro con una sonrisa escalofriante y puedo ver el miedo en sus ojos.

—No pienso gastar mi dinero en alguien que no vale nada, te haré el favor de que tu esposa no reciba las fotos donde tú la engañas.—el tipo se queda sorprendido.—¿Qué acaso creías que eras más listo?

El doctor empieza a verme con terror.

—Usted no puede hacer eso y sabe que, le voy a confesar a todos lo que le ha echo y le quiere hacer a la joven.—cuando pasa por mi lado lo tomo de manera fuerte y lo empujo contra la pared.

—En primer lugar ella ya es bastante adulta para tomar sus propias decisiones así que si ella acepto fijarse en mi que se atenga a las consecuencias, ahora no creo que te convenga hablar ya que tu esposa sabría la verdad sobre ti y luego te mandaría a la carcel.

—Pero usted fue quien me mando.—está tan asustado.

—¡Si yo te mandé! pero son tus huellas y te recuerdo que tú compraste las drogas.

—Pero usted me mando.—me empiezo a reír mientras lo aprieto más haciendo que ya no pueda respirar.

—Pero tú me obedeciste porque quisiste.—lo suelto y cae directo al suelo, empieza a tomarse del cuello y empieza a respirar con dificultad.

Me agacho hasta estar a su altura.

—Vuelvo a preguntar ¿donde se encuentra mi Lila?—el doctor no me contesta. Lo tomo de la camisa y lo estampo contra la pared.

—Por favor déjela tranquila ella necesita descansar.—habla con la poca fuerza que le queda.

—Espera Didnek.—volteó y veo que Kayle se acerca toda asustada.—Suéltalo por favor.

Me suplica pero me importa una mierda lo que supliqué porque lo único que me importa ahora es saber donde se encuentra Lila.

—¡Donde carajos está!—le espetó furioso.

—En el cuarto piso.—me dice asustada. Me levanto y paso por su lado.

—Por favor no te desquites con ella.—me toma del brazo para "detenerme" acaso cree ¿que puede hacer algo por su amiga? Me zafo de su agarre y sigo mi camino.

Sigo caminando por los pasillos hasta llegar al cuarto donde se encuentra ella. Abro la puerta lentamente y la veo tirada en el piso con ese short corto que deja algo de su culo a la vista.

Me acerco a ella con cuidado y ciento que respira <está consiente> estoy tan feliz. Lila levanta su cabeza de manera lenta y veo que sigue vestida de la misma forma. Trae esa blusa con escote que deja al descubierto su abdomen.

—Aag.—se queja y cuando abre bien los ojos se queda mirando mis zapatos.—Por favor ayúdame ellos me drogaron.— me suplica.

Me agacho hasta estar a su altura y la toma del mentón para que me vea directo a los ojos y veo como ella hace el esfuerzo de levantarse ¡Dios! sus tetas se ven tan apetecibles desvío la mirada ya que si la sigo viendo perdería el control.

—Ash....Ashe...—se le salen las lágrimas y trata de zafarse de mi agarre pero no se lo permito.—Asher ayúdame, por favor te lo pido.

Pobre chica inocente todavía no se da cuenta que soy yo el chico que a estado enamorado de ella.

—¿Te gustaron las cartas?—cuando escucha el "cartas" se queda mirando un punto fijo de mi ropa y luego empieza a temblar.

—No entiendo.—dice llorando, con sus manos trata de quitar mis manos de su cara para que afloje mi agarre pero no se lo permito.

—¿Que no entiendes preciosa?—cierra los ojos y se vuelve a desmayar.

La tomo de la cintura y la cargo con mucho cuidado para subirla a la cama <no me pesa> Tocó sus labios de manera lenta, me imagino mordiendo y metiendo mi lengua en su boca, empiezo a acariciar su abdomen plano con mucha delicadeza hasta ir bajando hasta llegar a sus piernas. No me contengo así que acerco mis labios a sus muslos y empiezo acariciar cercas de su entre pierna.