—Estas loca... —Mi-Jin iba a seguir quejándose pero un ruido la interrumpió. Era la profesora Park.
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Yong-Mun.
Ibamos a empezar a correr a escondernos pero un zombie me empujó haciendo que caiga de las escaleras.
—¡Corre! —le grité a Su-Hyeok pero el no hacía caso. —¡Ve, estaré bien!— dije y el no muy convencido se fue.
—Maldito zombie. —dije, lo empuje y fui directo al laboratorio. Golpeé la puerta y Cheong-San me vio.
—¡Oye abreme! —grité y el negó, vi a mi hermano y a Ha-Mun. —¡Soo-Joon! —grité y el me vio, vino hacia la puerta dispuesto a abrirme pero Cheong-San se interpuso impidiéndole abrirme.
—No, a lo mejor está mordida, puede que nos mate a todos —dijo pero lo escuche, no podía creer que Cheong-San fuera así.
—¡Me importa una mierda! — gritó llamando la atención de todos. —Es mi hermana y no la voy a dejar haya fuera por un niño estúpido que no la quiere salvar siendo su amigo por muchos años. Eres un hipócrita. —dijo y los hermanos Choi fueron con el a ayudarlo.
—¿Acaso no te diste cuenta? Solo fui tú amigo para que me dieras un poco de dinero. — dijo y yo baje la mirada, escuché unos gritos y vi que Soo-Joon había golpeado a Cheon-San.
Finalmente Soo-Joon quitó las sillas y escritorios que impedían que los zombies entrarán, fue por mi arco y el suyo, los agarró junto con flechas, abrió la puerta pero antes de salir le habló a los chicos que estaban en el salón. —No puedo creer que seas ese tipo de persona, después de que Yong-Mun te apoyara, y esto va para todos los que están aquí. —dijo con mucho odio en sus palabras. Salió, agarró mi mano, iba a cerrar la puerta pero alguien lo impidió.
—No se vallan. Si se van yo me voy con ustedes. —dijo Ha-Mun con su mano en la orilla de la puerta, Nam-ra estaba detrás de él y la mire, pensé que me ayudaría pero me equivoqué. Ha-Mun se fue a traer su arco y flechas.
—Yong-Mun... —dijo Nam-ra pero no le hice caso, solo la ignoré mirando hacia otro lado —Yong-Mun te estoy hablando. —dijo sería y me agarró del brazo pero me safe de su agarre y la seguí ignorando.
Ha-Mun se acercó con sus cosas, miró a Nam-ra y le habló. —Por favor cuidate, te quiero mucho— dijo y la abrazó.
Ya nos íbamos a ir pero Soo-Joon habló. —Ah, se me olvidaba— se volteo y abrió la puerta, todas las miradas estaban en el. —Por cierto nosotros ya estábamos mordidos —dijo y enseñó su mordida, todos los que estaban en el salón lo miraron asustados. —No se asusten ya no estaremos con ustedes.
—Yong-Mun mírame —Me habló y mire a Ha-Mun y el asintió así que la mire.
—¿Que? —dije y ella me abrazó.
—Por favor, cuídate. Siempre me quedaré a tu lado, incluso al pasar muchas noches. — dijo y asentí correspondiendo su abrazo, realmente lo necesitaba. — Y siempre me quedaré a tu lado, incluso si mis pies sangran
