—La verdad es que tiene sentido—Me responde y yo asiento satisfecho.

—Creo que iré ahora al gimnasio, probablemente River esté allí ahora—Comento algo pensativo mientras las puertas del ascensor se cierran.

—Voy contigo.

—¿Vienes conmigo?—Pregunto curioso y ella asiente y me dedica una sonrisa.

—Nunca he visto un gimnasio donde la gente boxea—Responde. —Además, sé que esto es importante para ti, así que quiero ir—Añade. —Bueno, si te parece bien, no quiero molestarte, tal vez no debería haberme auto invitado, no sé por qué lo hice—Suspira.

—Me parece bien Maya—Respondo y me sonríe. -Quiero que me acompañes.

Pulso el botón del ascensor y este empieza a moverse poco después.

Maya se ríe levemente y entonces la miro curioso.

—¿Qué te pasa?

—Nada, solo recordé algo—Comenta.

—¿El qué?—Pregunto curioso.

—El día que nos quedamos encerrados en el ascensor—Respondo. —Parece que hace mucho tiempo de eso.

—Ese dia...—Murmuro pensativo mientras lo recuerdo. —Sí que es cierto que haya pasado mucho tiempo—Me río levemente.

—Monté un buen espectáculo, aún me avergüenzo cuando lo recuerdo—Comenta algo avergonzada y me río de nuevo.

—Solo un poco, pero no pasa nada—Respondo y las puertas del ascensor se abren, por lo que salimos.

—Se supone que en este momento es cuando tu tenias que decir algo como, no Maya, no digas eso, no montaste ningun espectaculo—Me dice.

—¿Quieres que te mienta?—Pregunto divertido.

—No, la verdad es que no—Se ríe levemente.

Salimos del edificio y Maya me mira curiosa.

—¿Hacia dónde vamos?—Pregunta.

—Hacia mi coche—Respondo.

—Oh—Murmura.

—¿Pasa algo?—Pregunto. —Ya te llevé en coche una vez, pensaba que eso no sería un problema.

—No no, no lo es—Niega y le sonrío levemente antes de asentir.

Al llegar a mi coche me subo y espero que Maya lo haga también.

—Espera—Le comento cuando me doy cuenta de lo bajo que está el asiento pues River estuvo sentado aquí y puedo recordar la vez en la que Maya subió en mi coche y lo bajo que estaba el asiento aquel día.

Ella me sonríe levemente cuando se da cuenta de que estoy colocando bien el asiento para que pueda sentarse y después se acomoda.

Conduzco por unos minutos y cuando veo el gimnasio, suspiro un poco.

—¿Qué pasa?—Me pregunta curiosa.

—No es nada—Niego. —Es solo que no sé si es tan buena idea esto, hace un rato pensaba que sí pero al estar aquí ya no estoy tan seguro.

—Que vuelvas a apuntarte no quiere decir que tengas que estar apuntado para siempre—Responde. —Si ves que volver al boxeo no te va bien, siempre puedes dejarlo—Me dice.

—Tienes razón—Asiento y me sonríe levemente.

Aparco el coche y después nos bajamos de este.

—Antes de entrar, quiero decirte algo—La miro y ella asiente. —Tienes que tener presente que no es un gimnasio cualquiera, aquí la gente viene a entrenar para combates de alto nivel, así que vas a ver a gente golpeándose.

Perfectamente imperfectos [✔]Where stories live. Discover now