Capítulo 24: Not a love story

Start from the beginning
                                    

-En ti. ¿En qué más podría pensar?- Hiccup guardó silencio por unos segundos, en los que la campana de un barco zarpando llenaba el ambiente.

-Deja de pensar tanto.- Me advirtió, susurrando.

-No puedo.- Admití de forma casi inaudible, aunque él me escuchó de todas formas.

-Entonces dime qué te preocupa para poder aclarar tus dudas.- Dijo, para luego besarme la sien derecha y mantener su cabeza apoyada en mi hombro.

-Siempre me dices que soy tuya, y es completamente cierto. El problema es que yo siento que tú no me perteneces.- Confesé, con la voz vacía.

-Soy tuyo.- Susurró, sobre mi oreja.

-¿Cómo puedo estar segura?- Pregunté con algo de ironía.

-Mierda Mérida, si no lo notas es porque estás ciega.- Comenzó, en lo que me volteaba para que yo lo mirara a los ojos.- Nunca creí que me enamoraría de alguien, pero luego apareciste tú y todo mi mundo se puso de cabeza. ¿Sabes que fue lo primero que pensé el día en que apareciste en mi salón de clases?- Negué levemente la cabeza, hipnotizada por el color verde.- Pensé, 'Hiccup, estás jodido, porque de ahora en adelante no podrás quitarte a esa chica de tu cabeza'. ¿Y qué crees? Así pasó. Pensaba en ti a cada momento, como si te hubieses adherido a mi mente. En todos mis sueños, allí estabas tú, con tu hermosos ojos celestes mirándome fijamente. Desde el día en que te vi, fuiste mía y yo fui tuyo.- Pronunció, acercándose a mis labios.- Olvídate de toda duda, nos hicimos daño, pero me da igual. Podrías sacar un cuchillo y apuñalarme pero yo aún así te seguiría amando. ¿Por qué? Porque eres todo lo que quiero, necesito y deseo. Todo de ti es perfecto para mí. Tus días buenos y malos, tus caricias y golpes, tus sonrisas y tus llantos... Cualquier cosa que tenga que ver contigo, lo amo por ser parte de tu ser.- Para cuando Hiccup terminó de hablar, yo ya estaba llorando como una idiota.- No llores.- Pidió, con una sonrisa.

-Lo lamento, es que... me alegra mucho oír eso.- Confesé, soltando una risa mezclada con un sollozo. Hiccup rozó sus labios con los míos, para luego darme un largo y profundo beso.

-¿Sigues pensando que no te pertenezco?- Preguntó, sobre mis labios. Yo negué levemente, rodeando su cuello con mis brazos para atraerlo más a mí.

Hiccup era el único que podía encender mi corazón y apagarlo con un soplido. Me volvía loca y furiosa no poder controlarme cuando él estaba cerca. Cuando el me acariciaba, cuando nuestras miradas se conectaban; había algo en mí que cambiaba para bien o para mal.

-Vamos arriba.- Susurré entre nuestro beso. Él se separó, me tomó de la mano y comenzó a caminar hacia su apartamento, en donde ambos nos expresamos todo ese amor que habíamos tenido que esconder por nuestro egocentrismo.

-.-.-

Las semanas siguientes fueron como volver el tiempo atrás y regresar a cuarto, cuando el señor Haddock y yo nos comportábamos como un par de niños que jugaban a esconderse del mundo. Como mamá no me dejaba salir salvo para ir al instituto, Hiccup y yo tuvimos que vernos allí mismo.

Esa mañana estaba con Nod, platicando dentro de un aula vacía. Todo el mundo ya estaba en sus clases, pero nosotros decidimos faltar a la de Francés por carencia de ganas. Él aún tenía el ojo algo marcado por el golpe. Cada vez que lo miraba, se me partía el corazón y mi odio hacia Hiccup revivía.

No podía evitar sentir algo por Nod. Era demasiado bueno, siempre dispuesto a ayudarme. Quizás no lo amaba, pero lo quería en serio. Me hacía sentir un poco más humana y real, a diferencia de Hiccup que volvía todo como un sueño o una pesadilla.

-Estás radiante hoy.- Agregó Nod, refiriéndose a mi alegre humor. La verdad era que Hiccup y yo nos habíamos visto minutos antes; y aún deliraba con sus besos. De allí mi maravilloso comportar.

-Gracias.- Le sonreí.- Tu ojo se ve mucho mejor.- Comenté, tomándolo de la barbilla para girar su rostro y tener una visión mejor de su moretón.

-Ya era hora.- Suspiró.- Con el día de hoy iban tres semanas. Debía mejorar.- Hice una mueca de disgusto.

-Lo lamento, en serio. Todo fue mi culpa.- Él me sonrió.

-Basta, llevas diciendo eso desde que ese idiota me golpeó. A propósito, ¿qué ocurrió entre ustedes después de eso?- Yo suspiré... era una larga historia.

-Bueno, seguimos viéndonos.- Comenté, resumiendo todo el asunto. Él rió.

-¿Ves? ¿Que te dije? Sabía que funcionaría.- Presumió.- Aunque debo admitir que estoy en desacuerdo con esa relación. Él está loco y no me termina de convencer con su aspecto de niño bueno.- Bufé. Nod tenía razón, Hiccup era misterioso. Todo el tiempo aparentaba ser alguien increíblemente decente, aunque en realidad era todo un actor. Recordemos que estaba saliendo con una alumna.

-Lo sé.- Acordé.- Pero es como si a pesar de que intentara alejarme, al final siempre termino volviendo a él.- Mi amigo me miró con lástima. Podía descifrar la tristeza en mis ojos.- No sé cómo explicarlo, a decir verdad. Todo es demasiado confuso.- Nod abrió la boca para decir algo, pero justo en ese momento, se escuchó cómo algo chocaba contra los casilleros. Ambos salimos al pasillo rápidamente, pensando que alguien podría estar lastimado. Sin embargo, nos encontramos con un panorama muy distinto.

Allí estaba Hiccup, acorralando a la directora Arendelle contra los casilleros mientras la besaba con intensidad. Sentí mis piernas temblar y ceder. Si Nod no hubiese estado detrás de mí para sujetarme, habría terminado desplomada en el suelo.

¿Por qué, Hiccup?

¿Qué hice mal?

Yo no merezco esto...

[Mericcup] Teach me how to LoveWhere stories live. Discover now