Capítulo 18. Al acecho del pasado

1.7K 164 16
                                    

Nuestras respiraciones chocaban, mezclándose en una sola

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Nuestras respiraciones chocaban, mezclándose en una sola. Habíamos apartado nuestras narices, conscientes de que volver a unirnos sería un error. Sentía la aceleración de su corazón resonando en mi pecho.

—¿Ethan? —su rostro ruborizado reflejaba tanto éxtasis como nerviosismo.

Nuestros ojos se encontraron, y me di cuenta de cuánto lo deseaba, pero no de esta manera. Él no se lo merecía, Sky no se lo merecía, incluso... Levie no lo merecía.

Apresé los párpados con fuerza, negándome a continuar.

—Lo siento, Damon, pero esto no puede repetirse.

Sus ojos azules se abrieron con sorpresa.

—Estás herido por Sky, y yo... no quiero confundirte.

—¿Crees que estoy confundido? —susurró, frunciendo el ceño, mientras desviaba la mirada.

—Tú y ella acaban de terminar, cualquier muestra de afecto te puede hacer pensar lo contrario, yo no te gusto. Puedo consolarte, pero no ser tu consuelo.

Damon se mofó.

—¿Mi consuelo, dices? —se puso de pie, su rostro se oscureció mientras me miraba desde arriba—. ¿Yo no soy el tuyo ahora?

Abrí los ojos y estuve a punto de tomarlo del brazo, pero se fue sin darme la oportunidad de decir nada más.

[...]

No podía sacar de mi cabeza la expresión en su rostro, era una extraña mezcla de emociones que no lograba descifrar; sus ojos de un azul cálido se veían más oscuros, sin la chispa que siempre hay en ellos.

Estaba mirando el piso mientras caminaba por el pasillo, así que me sorprendí cuando choqué contra alguien más.

—Ethan —Levie me tomó de los brazos, una mano en cada uno—. Escucha, lo de ayer...

—¿Qué hay con ayer? —soné más frío de lo habitual, apartándolo—. ¿Por qué no me cuentas lo que pasó todos los demás días? Que estabas planeando algo a mis espaldas, ¿por qué eh?, ¿qué más esperas de mí? ¿No fui suficiente para ti?

—Ey, ey, lo eres —intentó tomarme de las mejillas, pero lo aparté—, pero no podía decírtelo. Vi lo feliz que eras aquí y no tuve el valor de hacerlo.

—Maldición, ya deja de fingir que te importo —elevé la voz, llamando la atención de algunas personas que pasaron a nuestro lado y miraron mal a Levie.

Él se acercó más a mí y dijo en voz más baja:

—Es más que eso. Te amo.

Casi quise reírme.

—¿Crees que eso arregla algo? —espeté con disgusto—. Esas palabras importan cuando las dice una pareja feliz, no en medio de una pelea para intentar mantener a la otra persona.

El Cristal del Príncipe  [Cristal#1]Where stories live. Discover now