Casi sin palabras Lauren asintió. Claro que también lo deseaba. Tener una familia, con él. Le gustaban los niños. Claro que quisiera tener hijos. Thomas le sonrió.

    —Andrew, Vincent, George y Emma. —Dijo el rubio, Lauren bajó la mirada un poco, seguramente Evelyn le había contado los demás nombres también. Por lo que le pareció importante contarle su sueño con Andrew.

    —Del orden no tengo idea. —Confesó Lauren.

    —Creo que nos daremos cuenta con el tiempo. —Respondió Thomas. Lauren también asintió.

    —Andrew se escucha como un niño muy tranquilo. —Comentó Lauren por el sueño que le contó Thomas.

    —Vincent tiene nombre de mujeriego.

    —¿Tú también piensas eso? —Le reclamó divertidamente. —Es un nombre lindo. Y por mi sueño, él se parecerá a mi padre. Así que mujeriego no puede ser. Mi papá era muy tímido —Bromeó.

    —Pero puede que se haya referido a un parecido físico ¿No crees tú? —Le continuó el chiste. —George más bien me suena al nombre de un amargado, como tú. —Le siguió bromeando, recibió ser picado en las costillas de nuevo. —Pero a mi me gustan los amargados. —Siguió a forma de justificarse de manera divertida.

     —¿Qué hay de Emma? ¿Qué predices tú, oh gran príncipe de Inglaterra? —Lauren le preguntó aún en ese chiste.

    —Me suena a una niña muy engreída. —Thomas arrugó su nariz. —Por mí. —Dijo después, contagiando su repentina risa a Lauren.

    Ninguno sabía cómo habían terminado hablando de sus hijos. Se sus futuros hijos.

    Y haya sido un chiste o no lo haya sido, pronto sabrían que no se equivocaban en realidad. Y que de hecho, aunque no haya sido intencional, había sido Thomas quien había atinado al orden de los futuros niños.

    Que vendrían pronto también.

  [•••]

     Después del evento en el balcón. Las cosas tuvieron que continuar desde el ritmo en el que siempre habían estado. Cada quien volvió a su habitación, en silencio y diversión. A pesar de que no pasaría nada si los terminaban viendo.

     Lauren quisiese no quitarse el lindo anillo de papel, pero este iba a deteriorarse de manera extraordinaria en solamente horas, por lo que conservarlo era la decisión más inteligente.

     Lo conservaría siempre.

[•••]

      A Harumi la pudo conocer bien los días siguientes. Porque se quedaban con ella, siempre que se podía, ya que claramente la Reina no era amable con ella. Y entre todas debían ayudarse.

     A Harumi le contó sobre su sueño, junto a Thomas. Y la misma respondió que los presagios eran verdaderos, la naturaleza, daba lo que era reclamado por los de buen corazón. Fue lindo escucharlo de ella. Allá en Japón también parecían creer en el significado de los sueños.

     También la japonesa les contó su historia de amor, su rápida, emocionante e intensa historia de amor.

     Se enamoró de Dylan desde que lo vio caerse en barro. Dylan le había estado coqueteando mucho, pero también lo había visto coquetear con muchas otras, y eso la ponía triste. Pero al estar Harumi soltera, su padre planeaba hacerla sacerdotisa en algún templo, y ella no quería. Para eso, decía la historia que algo había cambiado en Dylan y que el le pidió al padre de Harumi su mano, y así no se la llevaron a un templo.

❛³❜⸙ 𝐑𝐄𝐈𝐆𝐍 | 𝔗𝔥𝔬𝔪𝔞𝔰 𝔅𝔯𝔬𝔡𝔦𝔢-𝔖𝔞𝔫𝔤𝔰𝔱𝔢𝔯 (✓)Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt