cicatriz

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Existen muchas batallas que son difíciles de enfrentar, de iniciar.

Los factores pueden variar desde un trauma hasta un simple desinterés.

Namjoon entendía perfectamente que esto podría parecer absurdo a los ojos de otro, pero para él.
Enfrentarse a su imagen en el espejo le había costado años de valor, de intentos, de repugnancia.

Sus ojos se miraron lentamente, reconociendo ciertos detalles en su cuerpo, los lunares en reconocidos lados y marcas de infancia.
Sus tetillas rosa oscuro, suaves al tacto y después estaba la línea que dividía su cuerpo, de un tono más blanco que su piel. Podría ser esta la primera vez que se tocaba desde hacía mucho tiempo.
Su dedo índice recorrió aquella linea y atravesó su ombligo, más abajo. Hasta chocar con aquella protuberancia en su vientre.

Su mirada siguió el trazo de su dedo, sobre la larga cicatriz. Oscura y marcada. Aún cuando habían pasado 4 años parecía tan viva y fresca. Lentamente Namjoon talló sobre ella, sintiendo la suavidad de la piel y la dureza de la misma en los bordes.

Esto no debió pasar.

Kim Namjoon era descendiente de la décimo cuarta generación del clan Kim. El clan más aclamado de la histórica Corea, motivo:
Todos los integrantes del clan, podían dar a luz.
Féminas y varones, todos poseían un útero fértil.
Su familia habría sabido bien explotar aquel don. Y entonces se volvió tradición, que las grandes familias del resto del país acudieran por un descendiente nacido del vientre de un Kim.

La piel debió abrirse.
Namjoon miró de nuevo la cicatriz horizontal que atravesaba la limpia piel de su vientre.
La piel debió de abrirse desde adentro, debió irritarse y lo hizo, pero jamás afloró, hasta que el doctor Seung acudió con el bisturí. El bebé estaba bien pero recibió atención médica al salir del saco y no se le permitió verlo.
Ni siquiera para darle un beso de despedida.


La puerta sonó y Namjoon cubrió su desnudez. Jung Hoseok asomó la cabeza lentamente y le sonrió de aquella manera suya, cálida y brillante. Este hombre era hermoso como el sol de una mañana fresca y tan caliente con el sol de verano.

—Hey, aún no estás listo?, tenemos que irnos pronto—.
Hoseok ya estaba vestido, enfundado en un pulcro traje negro y matizado. Y lo miro sospechosamente bajo aquella aura.
Namjoon inmediatamente entendió la situación, procuraba no estar tan al descubierto frente a él, cuando había luz.

—lo estaré, solo necesito unos minutos —
Mencionó y espero a que su esposo entendiera la indirecta. Aunque tarde, Hoseok lo hizo y se retiró con la misma sonrisa que había mostrado desde un inicio.

Esta, esta era la primera vez que aparecería en público con su actual esposo. Con el valiente hombre que aceptó tenerlo como esposo, que no miro atrás de él y se ofendió con su pasado. Era cálido, alegre y muy hermoso.

Por lo general los descendientes Kim no contraía matrimonio si no hasta después de los 30, para esto ellos ya habían dado a luz a por lo menos 2 descendientes de diferentes familias, pero dada las circunstancias, Namjoon había tenido mucha suerte al encontrar alguien que decidió desposarlo a sus 28.

  Nadie se lo había dicho, pero lo había escuchado. De la boca del abuelo, mientra se lo decía a padre, encerrados en su despacho. Padre lloraba mientras escuchaba las palabras del abuelo "Namjoon no es más que un defecto en nuestra familia, debes encontrarle una salida". Y sin embargo padre se había levantado furioso y había gritado al abuelo defendiendolo, a pesar de saber la verdad. Él había llorando también silenciosamente detrás de las puertas.


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⏰ Última actualización: Mar 14, 2022 ⏰

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