22. Amor, Deseo U Odio.

Start from the beginning
                                    

-Que la muy idiota piensa que sólo hago eso porque aún la amo.-Bufé y me encogí de hombros.

-¿Y lo haces? - Inclinó su cuerpo sobre la mesa para así estar más cerca de mí. Me quedé callada un momento ante esa cuestión, sopesándola.

¿Aún amaba a Camila?

-No lo sé... - Murmuré.

No sabía lo que sentía por ella, no sabía si era amor, deseo u odio.
Lo único que sabía es que su voz me hacía vibrar y cada que la tenía cerca mi pulso se aceleraba. Pero no sabía a qué se debía. Quizá la impresión de no haberla visto por dieciséis años. No lo sé. De igual modo no es algo que le diría a Normani.

-Mierda, Lauren. - Se echó para atrás apoyando su espalda en el respaldo del sillón.

-No sé lo que me pasa cuando estoy con ella, Mani.-Acepté después de unos minutos en silencio.
-¡Dios! Ni siquiera creí que me fuera afectar tanto volverla a ver.
Creía que el resentimiento que sentía por ella era más fuerte. - Solté un suspiró frustrado pasando ambas manos por mi rostro.

-Estás jodida. - Me veía fijamente con una ceja alzada. En su mirada podía ver desaprobación total.
Sabía lo que pensaba al respecto. Conocía a Normani perfectamente, casi como llegué a conocer a Camila. Como la palma de mi mano.

-Lo sé. Ni siquiera quiero hablar de esto. Me abruma. - Suspiré pesadamente.

Nos quedamos en silencio unos minutos más.
En verdad no quería hablar de eso, ya tenía suficiente de Camila por hoy. Mani parecía respetarlo y entenderlo y yo se lo agradecía inmensamente.

-Walz vendrá. - Informó Dinah llegando a la mesa y sentándose junto a su esposa.

-¿Quién es Walz? - Pregunté extrañada.

-Camila. - Respondieron al unísono.

-Ay no. - Me quejé haciendo reír a Normani.

-Se escuchaba mal y la invité. - Se encogió de hombros.
-Si no se están acostando, entonces no veo el problema. - Dijo restándole importancia bebiendo de su café frío. Voltee a ver a Normani y ella frunció los labios alzando uno de sus hombros.

-¿Le dijiste que yo estaba aquí?-Cuestioné con interés.

-No.

-Eso explica el por qué aceptó venir. - Viré los ojos. Dudaba que Camila quisiera verme después de la cachetada que le dí antes de venir aquí.

-¿Qué tanto está pasando entre ustedes, Jauregui? - Preguntó de manera inquisitiva.

-Le dí una bofetada porque dijo algo que no me pareció. - Respondí simplemente y me encogí de hombros restándole importancia. Dinah me vio sumamente sorprendida al igual que Normani.

-¡Lauren! - Expresó con escándalo.

-Cállate. Ni siquiera sabes las cosas que me dijo, Dinah. No la defiendas. -Dije con fastidio para después beber un poco de mi café.

-No la defiendo, de hecho no las quiero cerca y te lo dije. - Normani se mantenía en silencio viéndonos alternativamente. Su mirada viajaba de su esposa a mí y de mí a su esposa, como pelota de ping-pong.

-Pues contenta puedes estar. No pasó, ni pasará nada entre nosotras. - Espeté. Mi mejor amiga alzó una de sus cejas. Sabía que no me creía.

-Te conozco y la conozco a ella. Por su propia boca sé que aún te ama, pero tú... Si bien no lo haz dicho lo puedo ver en tus ojos. Cada que ella se cruza en tu campo de visión se te ilumina el rostro. No hace falta que me digas que aún sientes algo por ella, yo lo percibo. - Dijo duramente y muy segura de sus palabras que me hizo desviar la mirada nerviosa.

Quédate Conmigo (CAMREN) Where stories live. Discover now