Creo conocerte.

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Narrador.

Hans se encontraba en frente de la princesa y la reina de Arendelle, miraba nervioso a ambas, estas lo miraban serías y atentas, esperando que el pelorrojo comenzara a hablar.

-Entonces?- Elsa rompió el silencio.

-He venido- tragó espeso -a pedir su perdón- respiró hondo -seré sincero, admito que realmente quiero estar bien con ustedes pero, este también es un pedido de mis hermanos, el mayor de todos quiere tener una buena relación con Arendelle-.

Anna miró a Elsa, apenas habían vuelto a estar juntas y el incidente del invierno eterno apenas había acabado... ¿Y sí Hans quería traicionarlas de nuevo?

-No lo se Hans, nos traicionaste hace poco y lo que nos pides es muy difícil- dijo Elsa.

-Pueden tomarse todo el tiempo que quieran-.

-Bueno, Elsa y yo lo pensaremos un rato. Puedes pasear por el castillo- habló Anna, después de decirlo ambas jóvenes salieron de aquel salón.

Cuando Hans se quedó solo miró para todos lados y con algo de inseguridad salió a un largo pasillo; caminó mirando algunas puertas sin detenerse en ninguna, en eso, al final del pasillo vio una puerta blanca, se acercó con sigilo y entre-abrió la puerta; asomó su cabeza y vio un paisaje de nieve. En realidad, era un salón con paredes color carmin y muchos muebles estaban congelados, también, una gran cantidad de nieve cubría el suelo.
Hans entró mirando el lugar, admiró aquellos muebles, tomó algunas artefactos y los miró detenidamente para luego volver a dejarlos en su lugar... En eso, sintió un ruido tras de el.

-Hola! Soy Olaff y adoro los abrazos- Hans volteó.

-Hola...- habló inseguro -yo soy Hans, es un gusto Olaff- se dieron un suave apreton de manos.

-Hans?...Haaans- Olaff se mostró pensativo -es un gran nombre!-.

-Olaff también es un gran nombre- el ojiverde sonrio.

-Te gustan los muñecos de nieve?- Olaff caminó hasta un gran montón de nieve.

-Sí, aún que hace mucho que no hago uno- Hans lo siguió.

-Qué te parece si hacemos uno?- Hans esbozo una sonrisa.

-Claro-.

Por otro lado, Kristoff recorría los pasillos del castillo, hace un buen rato que buscaba a Olaff para mostrarle una flor completamente desconocida para el muñeco... Pero, aquel pequeño albino no estaba por ningún lado.

-Uf! Cómo no se me ocurrió antes?- exclamó devolviendose.

El rubio caminó hasta la habitación personal de Olaff, ahí era libre de no usar su nube personal y podía estar en su hábitat natural.

Cuando iba a entrar, se extraño al escuchar risas, una de ellas era de Olaff, pero la otra no la conocía, era una voz más grave, era un hombre.

Entre abrió la puerta y se sorprendió al ver a Hans creando un muñeco de nieve junto con Olaff. Miró enojado a aquel príncipe y cuando iba a entrar Olaff habló:

-Ya esta!- alzó los brazos -Cómo se llama?- miró curioso y sonriente a Hans.

-Louise- dijo con voz suave y una sonrisa melancolíca en el rostro.

Al escuchar eso Kristoff se sorprendió, ya que, logró recordar una pequeña parte de su pasado...;

Flashback...

Un pequeño niño rubio caminaba junto a su mejor y único amigo, Sven.

-Bien, Sven- Kristoff se detuvo y miró al pequeño reno -hoy tendremos un día libre solo para jugar-.

Creo conocerte OneShot [KristoffxHans]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora