‒ Es una forma de hacerlo supongo ‒mencione para encender la luz de su celular y caminar por ese estrecho pasillo hasta llegar a la cochera enorme y encender las luces del lugar.

Todo se ilumina y a lo lejos se puede ser el porshe que Adán mencionó en su carta. Fuimos a revisarlo y efectivamente estaba el cofre en la parte trasera del coche. Lo sacamos y nos fuimos de ahí, decidimos abrirlo en la casa.

Salimos del laberinto y entramos a la casa, en el despacho estuvimos varios segundos pensando cómo funciona el mecanismo de la cerradura con la llave. La cual tenía una forma extraña que no logramos que coincida para nada, lo intentamos de varias maneras pero nada funcionaba.Hasta que se me ocurrió una idea, manipule el medallón del colgante y este me abrió extendió sus partes hasta crear la forma exacta de la cerradura del cofre.

Las hojas que estaban en el interior eran meramente coordenadas de lugares frecuentes de Colín dentro de la vida de artista. También fechas de apariciones y giras. Precisamente en unos meses iba a tener una presentación en una ciudad y esa era nuestra oportunidad.

*meses después*

Hay demasiadas luces de colores iluminando por todas partes, en cada rincón había personas emocionadas saltando al ritmo de la música, todo eso se podía ver con el telescopio de mi francotirador de alto alcance. Estaba en la azotea de un edificio cercano al escenario, junto con Javier mientras de algunos de su equipo eran infiltrados tras bambalinas. Por el radio nos informa que le objetivo está en camino, de pronto de la luces del escenario se enciende, el show comienza, aumentan los gritos y la euforia de la multitud.

Preparo el arma para tenerla lista en el momento indicado, esperamos un poco a que se quede quieto, en un momento se detiene y le habla al público. Es el momento, apunto, solo queda tirar del gatillo. Pero mis manos tiemblan, en el momento la culpa de invade, el que haya sido mi amigo, casi mi hermano, y que ahora tengo que matarlo, me estaba matando a mí. Javier me pide que lo haga, que sino todo esto fue un desperdicio, vuelvo a ponerme firme, vuelvo a apuntar y aun no muy convencida suena la explosión.

No llega al objetivo, como un golpe de suerte para él se ha movido antes de que la bala lo alcance, y le da a unas bocinas en el fondo del escenario. Todo se llega de caos por la conmoción, las personas correr en desorden golpeándose unas con otras, y el objetivo escapa con una séquito de guarda espaldas en un coche negro.

Sin perder tiempo bajamos y lo seguimos en motocicletas, hacen un par de maniobras pero no logran perdernos. En toda la persecución pienso en por qué no le dispare, el hecho de fallar el tiro refleja que no quise matarlo, a pesar de todo no me creo con las agallas para hacerle daño. Pero será mejor que las encuentre pronto.

Ambos empezamos a disparar contra de ellos. El equipo de Javier se encargaría de los refuerzos de Colín, unos de las balas alcanzo una rueda trasera del coche haciendo que derrape. Javier iba a acercarse pero le pedí que se quedara a cubrirme, tenía que hacer esto sola. Me acerco y busco si hay sobrevivientes, todos están muy golpeados, no puedo dejar testigos así que los remato a todo con una bala en la cabeza. A todos menos a Colín, abro la puerta y de un jalón lo saco del auto y lo golpeo varias veces hasta que cae al suelo, le apunto con mi arma para terminar con esto pero el sentimiento vuelve, vuelven a temblarme las manos y mi mente se nubla para preguntarse si de verdad quiero hacer esto.

‒ No vas a poder ‒le escucho desde el suelo, mientras se limpia el hilo de sangre que sale de su nariz rota.

‒ Cierra la boca ‒estaba muy alterada y no podía pensar.

‒ Vamos hazlo, demuéstrame que esa niña asustada ha crecido.

‒ No tengo que demostrarte nada ‒aumenta el temblor de mis manos. Y lo escucho carcajear.

La Respuesta De La Venganza (Editando)Where stories live. Discover now