CAPÍTULO DIEZ: Wake

Start from the beginning
                                    

—Sí —respondió ella—. Supongo que nos veremos allá.

Claramente. Pensó NamJoon en silencio. Hubo una pausa extraña y NamJoon estaba a punto de irse cuando HyeJin sonrió de pronto.

—¿Y cómo ha estado Min YoonGi?

Pero qué demonios. De inmediato NamJoon se alarmó y con preocupación giró la vista hacía las enfermeras, temeroso de que esas mujeres los hubieran escuchado. Obtuvo algo de paz al cerciorarse que, todas ellas, continuaban en sus tareas, completamente ajenas a su charla con la Dra. Ahn. Ya tranquilo le contestó:

—Él va bien —dijo—. Está completamente recuperado de la cirugía.

—¿Y de lo otro?

Sus hombros se tensaron. ¿Por qué HyeJin era tan insistente siempre?

—Lo mantengo vigilado —murmuró—. Limpio por tres meses. 

—Me alegra escuchar eso —dijo, sonriendo suave primero, luego una sonrisa más grande se dibujó en su cara mientras miraba directamente a NamJoon. 

Ese gesto lo irritó.

—¿Qué? —increpó. 

—Solo pensaba que tal vez no perdimos el tiempo salvandole la vida como decías ¿No es así? —se ufanó ella—. Después de todo, ya no es el mismo drogadicto de hace unos meses. 

HyeJin palmeó su hombro y se fue caminando por los pasillos. NamJoon entrecerró los ojos con fastidio, quedándose una vez más con la palabra en la boca.

...

Por las últimas semanas YoonGi estaba a cargo de la cocina y la limpieza en la casa. No eran tareas que le fascinaran pero al menos el realizarlas le traían un poco de paz a su mente, así que eso era suficiente incentivo para él. 

    Ese día, después de jugar un rato con Guksu, preparó un poco de Kimchi, pues ya se había acabado la ración de la semana,  y lo guardó en la nevera esperando a que la hora del almuerzo llegara. La hora en que Kim NamJoon volvía. Mientras esperaba, YoonGi desarrugó la ropa recién sacada de la secadora, la dobló y apiló en grupos separados. Su ropa y la ropa de Kim Doctor. Era extraña esa sensación en su estómago cuando, estudiando más atentamente las prendas, notaba la poca diferencia que había entre una y otra. No fijándose en las tallas ni en el estilo, sino en la calidad misma de la tela. Era buena ropa. Y eso le resultaba tan extraño.

    Al acabar con esa simple tarea solo le quedaba guardar la ropa en sus respectivos sitios. Entonces fue a la habitación del médico, ese lugar que de un día a otro había pasado de ser un sitio prohibido a uno que frecuentaba a diario. Fue allí que encontró a TaeHyung, mirándose al espejo del lavabo. 

    —¿Tendrás otra cita? —preguntó distraídamente mientras acomodaba la ropa en el closet de Kim NamJoon.

    —Así es y debo verme realmente bien —respondió TaeHyung, sonriendo al espejo, luego se volteó hacia él—. ¿Qué opinas? 

YoonGi le dio un vistazo. 

    —Te ves bien.

    TaeHyung sonrió y asintió con satisfacción aunque siguió mirándose al espejo y YoonGi se rió de él a sus espaldas. Kim enfermero tenía una personalidad exagerada que curiosamente a YoonGi le ponía de buen humor. Al poco rato el joven castaño se mostró algo preocupado y YoonGi fue hasta él.

    —Mañana es miércoles —musitó TaeHyung, sentándose en la cama del doctor.

    —Así es —confirmó YoonGi—. ¿Qué hay con eso? 

Sostenme en tus Brazos -Namgi-Where stories live. Discover now