OO8

2.2K 261 15
                                    

𝐸𝑙 𝑑𝑜𝑙𝑜𝑟 𝑚𝑒𝑛𝑡𝑎𝑙 𝑒𝑠 𝑝𝑒𝑜𝑟 𝑞𝑢𝑒 𝑐𝑢𝑎𝑙𝑞𝑢𝑖𝑒𝑟 𝑜𝑡𝑟𝑜 𝑡𝑖𝑝𝑜 𝑑𝑒 𝑑𝑜𝑙𝑜𝑟;𝑐𝑎𝑟𝑐𝑜𝑚𝑒 𝑡𝑢𝑠 𝑖𝑑𝑒𝑎𝑠. 𝑇𝑜𝑚𝑎 𝑡𝑢𝑠 𝒅𝒆𝒔𝒆𝒐𝒔, 𝑒𝑛𝑔𝑢𝑙𝑙𝑒 𝑡𝑢 𝒂𝒍𝒎𝒂, 𝑡𝑒 𝑑𝑒𝑠𝑔𝑎𝑟𝑟𝑎 𝑒𝑙 𝒄𝒐𝒓𝒂𝒛𝒐́𝒏.

𝐷𝑒𝑗𝑎𝑛𝑑𝑜 𝑛𝑎𝑑𝑎 𝑚𝑎𝑠 𝑞𝑢𝑒 𝑢𝑛 𝑣𝑎𝑐𝑖̀𝑜 𝑖𝑛𝑡𝑒𝑟𝑚𝑖𝑡𝑒𝑛𝑡𝑒, 𝑞𝑢𝑒 𝑠𝑒 𝑣𝑎 𝑝𝑒𝑟𝑜 𝑠𝑖𝑒𝑚𝑝𝑟𝑒 𝑣𝑢𝑒𝑙𝑣𝑒.




⚠︎ Escenas semi-fuertes ⚠︎


─¿Yoon?

El dolor estaba más que disperso por todo tu cuerpo, al ver quién te sostenía las lágrimas inundaron tus ojos, ya no podías ver.


Tan poca probabilidad había de que esto pasara que parecía una especie de broma del universo.

La vida te había dado problemas que enfrentar, siempre lidiaste con ellos pero lo sucedido no era un simple problema. Esto era literalmente lo peor que podía pasarte.


─¿Por qué?─ tú contrario no paraba de llorar, confundiendote aún más.

─Lo siento mucho, no debí irme. No debí molestarme contigo, yo te aprecio mucho y ahora no puedo creer que te haya lastimado. Tú no mereces esto.

Hablaba entre sollozos el chico.


─Perdoname, esto es mi culpa. No habría pasado nada de esto si yo no-

El pelinegro se detuvo al sentir la calidez de tu mano en su mejilla.

─Aquí estás.

Comenzó a llorar desconsoladamente aferrándose a tu pecho, abrazándote dolorosamente.

No pasó ni un minuto cuando estaba de vuelta el castaño.

─Muévete─ habló demandante mirando al pelinegro severamente.




Tú estabas helada, nisiquiera sabías cómo reaccionar ante tremendo mental breakdown.

Yoon a duras penas logró alejarse gracias a un golpe proporcionado por el castaño.

Lo pateó hacía una esquina, advirtiéndole que no se acercara ni un centímetro más.






Con la punta de su pie movió tu cabeza de un costado para verte a los ojos. Tu trataste de quedar los más inexpresiva que podías, pero la expresión de dolor estaba por ahí.

─¿Por qué esa cara?─ no hiciste nada, por qué no querías y no podías tampoco.

Bajó la mirada unos centímetros viendo tu pecho, el cuál subía y bajaba desenfrenadamente.

Una sonrisilla surgió.

No ibas a negarlo, eso te aterró.

Se colocó sobre tí, sus piernas aprisionaban tu cintura. De pronto sentiste como sus manos aprisionaban tu cuello dejándote sin oxígeno.

Tu rostro se volvió entré rojo y morado, no podías más.

Tu vista se tornó borrosa.

¿Eso era todo? ¿hasta aquí llegó?

Pensabas una y otra vez.

El aire entro ferozmente a tus pulmones, una risa se podía escuchar.

Esto le divertía. A él le divertía torturar.


Con la poca fuerza que te quedaba volteaste a ver hacia donde podía ser que estaba Yoon pero no había nadie, solo una especie de puerta cerrada.

¿El sótano estaba dividido?

No notaste el momento exacto dónde estaba terminando de atarte.

Entraste en pánico cuando viste como se deshacía de la parte superior de tu ropa.

La desesperación era tanta que alzaste la voz, gritándole que se detuviera.

─Sueltame. . . no . . . ¡Suéltame! ¡No me toques! ¡Aléjate!  el nisiquiera tenía una expresión, estaba serio.

Soltaste un grito al sentir como pasaba sus manos desde tu cuello hasta tus hombros.

Quieta.

Habló agravando la voz, pero acá tu no eras de las que obedecen.

No me toques, enfermo.

Y lo hacía a propósito.

Sus manos estaban raramente frías. Lloraste al sentir como tocaba tus pechos sin una pizca de delicadeza. Era doloroso y humillante.


Ni las cortadas intencionales que te hizo se comparan con lo sucia que te sentías en ese momento.

Esto era otro tipo de tortura.


Sabías lo que estaba apunto de pasar al sentir como sus manos bajaban hacía tus muslos y un poco más allá.


Era asqueroso, lo odiabas.





─Me gustan.


Hablaba refiriéndose a tus piernas, tú te movias como una oruga.  

Luchando hasta la última pizca de energía que te quedaba.



─Quedate quieta de una puta vez.

Habló sosteniendo tu mentón otra vez de manera brusca.

─No.

─¿No?

De alguna forma lograste golpearlo.

Él solo se quedó serio por un momento, para después voltear a verte.

─Oh, eso es lo que quieres.

Todo fue tan rápido.

Sentiste un dolor invadir todo tu ser.

Un grito ahogado salió de tus labios.

𝑺𝒂𝒏𝒈𝒘𝒐𝒐'𝒔 𝒎𝒊𝒏𝒅.

Esa expresión al tomarla es algo que jamás olvidaré, ha sido la expresión más oscura, más sombría.

La que más se asemeja a mí.

El encuentro fue el de un hombre con una estatua.
Permaneció todo el tiempo con sus ojos abiertos, impasible. Hacía bien en despreciarme
Ese era el verdadero propósito de todo esto.

Ella era mía, nadie más podría hacer lo que yo. Nadie podría herirla tanto, nadie podría tener su más profundo rencor. Nadie más podría quebrantar su alma como yo.

Saborear el terror en sus ojos, la sangre en sus labios.

Nadie más podría, por qué ella en este momento es solo mía.

"ʙʟᴏᴏᴅ ᴛᴇᴀʀꜱ" [ᴋɪʟʟɪɴɢ ꜱᴛᴀʟᴋɪɴɢ] 血の涙 Where stories live. Discover now