¿Quién era la propietaria de esa melodía enigmática?
¿Por qué sus manos parecían tan naturales sobre aquel piano prohibido?
La curiosidad y el atrevimiento inundaban el ser de Mura. Sus pensamientos eran audaces pero también contenían un gusto culpa...
—Es asombroso—sonríe—. ¿Es una cita? Te puedo ayudar con el vestuario y...
—No es una cita, o al menos eso creo—digo la verdad.
— ¿Puedo saber quién es el afortunado? —Se acomoda su cabello mientras sus ojos azules me observan fijamente como si estuviera detallando cada una de mis expresiones.
—Oh...
— ¿Oh? Entiendo si no quieres...
—Zack...Tu-tu hermano—tartamudee por nervosismo, es obvio que no espero su aprobación u opinión pero no puedo evitar sentirme incomoda.
¿Cuándo los segundos comenzaron a hacerse eternos? ¿Por qué, Lavery, no habla?
— ¿Estas enojada?
—No... Todo lo contrario—se sinceró—. Me hace muy feliz que mi hermano intente salir con alguien...
—Eso creo... Pero no es una cita—ella se rio y yo puse un mechón detrás de mí oreja—. Si, solo para aclarar.
—Ujum.
Quería cambiar de tema para no sentirme tan nerviosa.
—Entonces la tarde de pizza y películas la dejamos...
—Mañana estoy completamente disponible para ti, Mura. Y para que me cuentes absolutamente todo lo que suceda hoy.
—No sucederá nada—me levanto por que la alarma del fin de descanso sonó—. Y deja de decir esas cosas, que si escuchan, la gente hablara y no quiero que tu hermano se arrepienta antes de tiempo.
—No lo hará.
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Digamos que me siento más nerviosa de lo normal, solo es una salida de amigos y mi cabeza está creando severo drama asiático. Con hijos y todo.
Zack paso en su auto por mí y fuimos directo al cine, llego con un genio neutro con chistes en el camino y comentarios sarcásticos, típicos de él. Pedimos palomitas como si fuésemos unos animales, cada uno eligió la casita familiar y su gran vaso de gaseosa. La película estuvo muy entretenida pero siempre hubo una que otra mirada que me ponían nerviosa de su parte.
En los juegos de las miradas siempre suelo perder, y m conciencia me regaña por ser tan tonta. Pero créanme, aguantar la mirada de unos ojos azules así de penetrantes, es complicado. Y más si el chico es muy guapo.
Zack hoy trae su cabello un poco más corto, y sus cejas un poco más centradas, ¿Fue a la peluquería?
—El show será pronto—salgo de mi ensoñamiento y parpadeo varias veces para evitar que me vea a los ojos.
