C U A T R O

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CAPITULO 4

¿Preparativos?



Tae salió de la habitación finalmente con la mitad del cabello atado con una cinta plata y el resto cayendo sobre los hombros. Apenas abrió la puerta para encontrar a su hermano mayor vestido como un miembro de la guardia real del palacio, con ropas oscuras y el cabello suelto sobre la frente.

—Buenas tardes, príncipe Taehyungie. Lo acompañare al comedor.

Tae sonríe a su hermano, quien parece mucho más feliz de lo que fue nunca.

—Te has sentido bien aquí, ¿verdad hyung? —Pregunta Tae al caminar.

—Fui a entrenar con Jungkook, es grandioso, Tae. Hay alfas, omegas y betas entrenando, y todos son tan fuertes...

>> No lo sientes, ¿Tae? —Pregunta su hermano antes de entrar al gran comedor.

Taehyung solo le mira en silencio.

—Se siente como si todo fuera posible.

No. Tae no lo siente. Porque a diferencia de su hermano, a él no le enseñaron a elegir. Así que solo sonríe a Seokjin y avanza cuando el mayor le cede el paso. Le resulta intrigante que ya sentados se encuentre no sólo el rey, sino el médico Namjoon y la mano derecha del monarca, el pelirrojo Hoseok. Uno a cada lado del Rey. Seokjin se sienta al lado del alfa con hoyuelos y Tae lo hace enfrente, justo al lado de Hoseok.

Puede notar también, de pie, al fondo del lugar a Jungkook, usando el mismo atuendo que su hermano mayor.

La comida pronto llega, sin que nadie diga nada. Tae espera a que los alfas comiencen a comer antes de siquiera poder acceder a usar los palillos, pero la voz del rey interrumpe el movimiento.

— ¿Cuándo es tu celo? —Pregunta y Taehyung puede sentir la temperatura de su cara aumentar. Inmediatamente baja la cabeza, haciendo que el inicio de su largo cabello tenga un encuentro con la sopa.

— ¡Hyung! —Escucha. Reconoce la voz del consejero del rey. Nuevamente hablando con tan poca formalidad.

El rey se queja. Tae escucha un golpe sordo. No puede creer que su mano derecha haya golpeado a un rey. Pero no puede levantar la cara para ver, por la vergüenza.

—En un mes, mi rey —murmura bajito, sin mirarlo.

No puede verlo, pero Yoongi está acariciando su rodilla golpada y asintiendo con la cabeza al mismo tiempo.

— ¿Prefieres casarte entonces en 2 meses?

Tae de la sorpresa le mira. Apenas unos segundos hasta que recuerde que "un omega no debe mirar a los ojos a un alfa por mas de un minuto, a menos que su alfa lo ordene". Yoongi le mira serio, con los ojos negros fijos en él, y Tae piensa, que nunca antes había tenido opción, en nada. Nadie había preguntado su opinión. Nadie quería escuchar a un omega.

—Contesta, Taehyung —. La voz del rey suena fastidiada.

—Como mi rey desee.

El bufido que suelta el rey Yoongi es incómodo, interrumpiendo la comida de los demás.

— ¿Por qué siempre contestas así? Si te estoy preguntando es porque espero saber lo que tú piensas, no el estúpido discurso del omega bueno.

En la primera frase el rey ha elevado la voz y un golpe se deja caer contra la madera del comedor. Tae no escucha nada después de la primera pregunta, porque por instinto reacciona poniéndose de pie e inclinándose dejando caer la cabeza a la derecha para exponer la glándula de olor, en signo de sumisión.

Sabe que ahora estará emanando su olor a jazmín con flor de azahar. Su aroma incluso decepcionaba a su madre. Decía que no era dulce, como un omega debía ser. Que olía a un jardín cualquiera, pero nunca atraería a los alfas mas que a las abejas.

Escucha a Seokjin gruñir bajito y ponerse de pie también.

Eso solo asusta más al menor, porque el rey Yoongi le gruñe de vuelta y nota a Jungkook acercarse.

—Yoongi hyung, no—. La voz tranquila de Nam se deja oír. De pronto puede notar el olor a lavanda y se atreve a mirar.

Namjoon está en medio de los dos alfas, tocando al rey por los hombros.

—Entonces, nos casaremos mañana —, dice el rey mirando todavía a Jin fijamente —. ¿Algún problema, omega?

Tae niega con la cabeza. Apenas sentándose, cuando Jungkook se le acerca y le indica con la mano que tome su lugar.

—Hobi, dile a Jimin que prepare algo para que use —continua el mayor regresando a su asiento, como si nada. Seokjin también se vuelve a sentar. "Alfas".

Tae tiene entre sus pertenencias un hanbok que su madre le ha dado para la ocasión. Es color vino con hilos dorados y su nana siempre dijo que le hacia ver bien, pero si pensaba complacer a su rey, vestiría lo que fuera, y dejaría ese atuendo para otra ocasión. Al final, solo era ropa.

—También pide que se prepare un bufé para mañana, será una ceremonia pequeña, ya sabes lo que me gusta.

Hoseok está asintiendo con la cabeza.

— ¿Y no te importa lo que quiera Taehyung?

Tae mira a su hermano mayor, enfrentando al monarca de nuevo.

— ¿Perdona? —Cuestiona el rey levantando la ceja —. He preguntado si tiene un problema o que maldito día quiere casarse. Perdóname, príncipe Seokjin si no poseo el don de leer la mente de un omega.

—Los duraznos —responde Jin sin siquiera molestarse, mirando a su hermano —. Son sus favoritos.

—Diles que quiero todos los postres con duraznos que puedan conseguir.

Entonces el rey le mira por unos segundos.

— ¿Contento? —Le pregunta viéndolo a los ojos. Tae se sonroja, pero asiente con la cabeza.

Tampoco es que esté brincando de felicidad, pero esa extraña comida, que bien pudo haber terminado con violencia, terminarla con duraznos sonaba como una victoria.

—Hyung, tal vez los príncipes quisieran salir al pueblo antes de la boda —sugiere Namjoon con suave voz. Hoseok sonríe y asiente.

—Si, Tae, ¿no quisieras salir a conocer?

Ahora el sonido de queja emana de los labios del pelirrojo, que se esta acariciando el brazo izquierdo que Min Yoongi le ha golpeado.

—Príncipe Taehyung para ti, Hoseok. Y próximamente rey consorte.

Tae tiene demasiadas preguntas, sobre esa camarería entre los miembros confiables de su prometido, pero parece que Jin tiene razón, y en ese lugar tan lejos de su hogar, todo parece posible.

—Nos encantaría ir —dice Jin dando una nueva mordida a la carne de res que le han servido —. Namjoon-ah, ¿podrías ser nuestro guía?

Tae, aun alejado del médico, puede ver un leve sonrojo y una sonrisa con hoyuelos al tiempo que el mayor asiente con la cabeza.

—Será un honor, príncipe Seokjin.

Su hermano le regresa la sonrisa y luego le da un guiño.

"Realmente todo puede suceder", piensa, sin poder creer que después de 18 años de vida, esté viendo a Seokjin finalmente coqueteando con alguien.

"Y por lo menos alguien lo está pasando bien".

Porque claro, él no se iba a casar con una bestia. 





TBC

Cortito, pero importantito (: #VivaelNamjin

Actualizados: My horny angel y Real Love

MD

Mi Alfa Bestia {YOONTAE}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora