🍼 Veintinueve

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"Entonces tía Chewy está esperando una prima... O eso me dijo mami Dubu cuando jugábamos ayer"

Sana observó a la otra bebé, sentadita, con su espalda recostada en las barandas de la cuna que ambas estaban compartiendo, sólo estaban babeando su propia manita sin hacer mucho más, esa era una de las razones por las que a la pequeña Hirai no le agrada mucho la hija de Jeongyeon, simplemente no servía para mucho, y se veía un tanto ridícula en ese trajecito de pingüino, en su humilde opinión.

"Ah pero ya te puedes sentar bola de grasa que gran avance"

Estaba siendo sarcástica.

La cachorrita casi siempre estaba de mal humor, pero todos esos feos sentimientos se disipaban cuando estaba con sus mamás, y ese era el problema que tenía ese día, su mami había salido sin ella, la había abandonado a la intemperie junto con la bola de grasa que no hacía nada, eso hería sus sentimientos.

Un puchero se formó en sus labios, extrañaba a su mami, quería llorar por eso, pero solo un poquito porque ya estaba algo grande según ella, y lo hubiera hecho de no ser por Mina, la muy tonta tenía a su peluche de pollito en su boca, llenándolo de sus babas, ese no era cualquier peluche de pollito, era el que le había regalado tía Chewy con tanto amor ¡inaceptable!

"¡QUE CREES QUE HACES HIJA DE JEONGYEON!"

Entré balbuceos enojados acercó su pequeña mano tomando una de las patitas del peluche, tirando de el con toda la fuerza que una bebé de su tamaño poseía, arrancándolo de las sucias manos de la otra cachorra, exaltándola por tal acción tan repentina y brusca, de manera lógica comenzó a llorar, desesperando a la mayor.

"Shh ya ya cosa fea, pareces una bebé"

De inmediato vio como una alfa se acercaba a la cuna, la cuál habían colocado convenientemente en la sala para mejor accesibilidad y para poder vigilar a ambas niñas; la madre de la masita llorona la tomó entre sus brazos intentando calmar su llanto totalmente justificado ante los ojos de la bebé mayor, ¡Ella se lo buscó! Sólo segundos después su propia madre se acercó a ver qué era lo que estaba ocurriendo, dándole una mirada breve a su cachorra, podría jurar que algo tenía que ver con aquel berrinche.

—Shh —la alfa intentaba contener el llanto de su bebé, pero no parecía querer calmarse.

Entre pequeños balbuceos Mina soltaba algunos "Ma" llamando la atención de Momo.

—¿Ya habla? —preguntó sorprendida.

Sana miró expectante, ¿su madre estaba dándole atención a otra bebé? ¡Inaceptable! Otra vez.

—La doctora dijo que era normal que balbuceara algunas monosílabas, no sé si eso cuenta como hablar —explicó la mujer, aunque pensar en su hija hablando la llenaba de orgullo, estaba segura de que su cachorra sería una niña muy inteligente y buena en muchos ámbitos —Creo que quiere comer.

La otra alfa se alejó un poco para tomar el bolso con las cosas que su omega le había empacado para su hija.

Momo aprovechó para tomar a Sana, levantándola de una forma en la que su carita estaba frente a la suya, confrontando a la pequeña.

—¿Hiciste llorar a Mina, ardilla? —preguntó la alfa.

"Um, no lo sé, ¿lo hice?"

Sin embargo solo rió un poco, sabía que eso le haría parecer simpática, endulzaría el corazón de su mamá y estaría libre de incriminaciones, Momo rió también, ¿a quién habrá salido tan manipuladora?

—No quiero ni pensar como serás cuando vayas al preescolar —concluyó la mujer, acomodando mejor a la niña en sus brazos.

Su atención se fijó en la otra sentada en el sofá, intentando darle el biberón a la bebé, que se negaba a tomarlo, volteando su cara, haciendo todo un berrinche digno de una niña mimada, Momo se acercó con intención de ayudar, conocía bien esa etapa, la cachorra no quería más que a su mami omega.

—¿No tienes algo que tenga el aroma de Jeongyeon? —preguntó la alfa, la otra al escucharla comenzó a buscar algo en su bolso.

—No lo sé, pero supongo que algo de aquí debe tenerlo —dijo, removiendo las cosas.

Poco después sacó una manta, en ella podía sentirse un poco del aroma de la omega.

—Aja eso puede servir, colócatelo cerca del pecho, luego intenta darle el biberón de nuevo —aconsejó.

La alfa hizo lo dicho, colocando allí justo donde la nariz de la pequeña podría percibirlo, y no fue una sorpresa que luego de negarse un poco más terminará cediendo, finalmente tomando del líquido.

—Oh, no había pensado en eso, ahora creo que piensa que soy Jeongyeon.

"JAJAJA, que tonta, la engañaron"

—Era algo que utilizaba mucho con Sana, siempre era efectivo.

"Pero qué... ¿O sea que todo ese tiempo tomé de esa leche tonta? Deshonor mamá"

Mirar a la otra bebé comer tan relaja hizo que Sana deseara lo mismo, pero ella si quería que su mami la envolviera en sus brazos, que le cantara una canción con su hermosa voz que lograba calmarla, que acariciara su cabecita medianamente calva aún con sus suaves manos, su puchero volvió, ¿por qué mami la había dejado?

🍼🐹

"No hay nada más difícil que vivir sin ti, sufriendo en la espera de verte llegar, el frío de mi cuerpo pregunta por ti y no sé dónde estás, si no te hubieras ido sería tan feliz" 

Sana sostenía su propio biberón, sentada en la alfombra con el corazón pesado, ¿por qué mami Dubu no se había despedido de ella? ¡Ni siquiera sabía cuándo o por qué se había ido! Pero necesitaba que volviera ya, mami Momoring no sabía hacer bien su lechita.

La puerta de la casa se abrió, llenando de esperanza a la pequeña, pero su cara se volvió un nudo al mirar como entraba otra omega, en cambio la otra bebé en el sofá se volvió loca, ansiosa porque su madre la tomara en brazos.

"Mírate, cómo toda una desesperada"

Pocos segundos después miró como detrás de esa omega fastidiosa entraba por quien estuvo esperando todo el día, cargando miles de bolsas en sus manos y algunas guindando de sus brazos, pero poco le importó, alegrándose al instante.

—¡Ma! —gritó con toda la emoción, haciendo que una sonrisa comenzara a crecer en el rostro cansado de Dahyun.

—Hola mi cielo —habló con su típica voz aniñada, que usaba para hablarle a su hija, dejando las bolsas sobre el mueble más cercano, pero deteniéndose al notar las intenciones de la pequeña.

Sana apoyó sus manos sobre el suelo, tomando fuerza e impulso para colocarse de pie, lo cual logró con facilidad pues ya lo había hecho muchas veces, pero no lo que sucedió después, colocando primero un pie y luego el otro, completando unos torpes cuatro pasitos, que llenaban de emoción el pecho de sus mamás.

—Bebé... —dijo Dahyun sin aliento, colocándose de cuclillas para recibirla, sólo un paso más y la pequeña cayó en brazos de la omega, quién la tomó con rapidez para llenarla de besos.

Ese preciso momento era a lo que la bebé llamaba felicidad.

"Te extrañé mucho"

Pensó mientras cerraba sus ojitos, disfrutando de cada cariño dado.

baby thoughts Ꮺ dahmoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora