Bizarre [JaeYong]

c u a r e n t a y c i n c o

—Negativo —suspiró aliviada y sonrió.

—Que bien —YoonOh acarició su espalda y se puso de pie—. Bajaré con los chicos —se puso de pie y se detuvo en la puerta a causa de su noona.

—Debes remediar lo que hiciste, o más bien, lo que no hiciste.

—Ya lo sé.

—¿Cómo lo harás?

—No tengo idea —bufó y salió de la habitación.

Johnny vio como sus sobrinos bajaban luego de dejar sus cosas y corrían hacia YoonOh para platicar de lo que habían hecho con ellos la noche anterior, incluso XiaoJun parecía muy animado mientras charlaba con el mayor. Decidió que los pequeños estaban bien con el castaño y fue directamente a la cocina para ver de que se trataba aquello que Mark le diría a TaeYong. 

Cuando escuchó que la plática era sobre YoonOh, quiso volver para mantener al chico en la sala y así evitar que escuchara, pero su nombre fue mencionado, así que se detuvo y se quedó ahí para escucharlo todo.

Entró como si nada gritando que tenía hambre y ninguno de los dos sospecho. Todo era perfecto.

Cuando su amigo salió de la cocina, quiso decirle a su esposo "los escuché", pero algo dentro de él le decía que se quedara callado y que usara esa información a su manera, así que sin decir una palabra, tomó la bolsa de pan y buscó jamón para preparar un par de sandwiches. 

—Me tengo que ir —la voz de YoonO se hizo presente en la cocina y Johnny dejó de hacer los sandwiches para poder despedirse de él.

—¿No te quedas a almorzar? —preguntó Mark preparando la cafetera.

—No, muchas gracias —esbozó una sonrisa—. Nos vemos después.

—Hasta luego —Johnny agitó su mano sosteniendo una rebanada de jamón y sonrió ampliamente—. ¿Amor? —preguntó una vez que salieron de la cocina.

—¿Si?

—¿De verdad no me dirás lo que hablaste con Yong? —hizo un puchero y su esposo negó con una sonrisa.

Terminaron de preparar los sandwiches y llamaron a los niños para que fueran por el suyo y volvieran a la sala para ver la televisión. TaeYong les ayudó llevando sus jugos y volvió para acompañar a sus amigos.

—¿Y cómo te fue ayer? —preguntó Johnny masticando la lechuga que salía por los bordes de su sandwich y su amigo palideció—. Fueron a cenar, ¿no?

—Ah, sí —miró nervioso al canadiense—. Estuvo muy rica la cena —esbozó una sonrisa—. Deberíamos ir los cuatro algún día.

—Por supuesto —el más alto sonrió y miró su teléfono por un par de segundos—. Tendrán que disculparme —terminó de beber el resto de su café y se levantó—. Un socio quiere que vaya a revisar un expediente...

—Pero es tu día de descanso —Mark hizo una mueca de disgusto.

—Lo sé, mi amor, pero dice que es urgente. Regreso por ustedes —se inclinó hacia su pequeña y depositó un beso en su frente, haciéndola sonreír.

—Maneja con cuidado, John —Mark pidió y su esposo asintió saliendo de la cocina.

Johnny encendió su auto y condujo directamente a casa de los Jung. Sus ganas de hablar con YoonOh eran enormes y sentía que si pasaba más tiempo sin hacerlo, se volvería loco.

Luego de media hora de camino, aparcó fuera de la casa y buscó en su móvil el número del muchacho. Hacia tiempo que lo había agendado en caso de emergencia y esa era una emergencia.