Capitulo 45.

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Me pasé la tarde en la casa de Vee. Mi mamá se enteraría de que había faltado a la escuela, va al menos eso creía yo. Nos la pasamos haciendo bromas telefonicas. ¿Quién podría decir que dos adolescentes de 16 años podían divertirse así? Luego tuvimos que parar porque la mamá de Vee se dio cuenta y nos dijo que la boleta del teléfono la tendríamos que pagar nosotras. Nos pasamos la tarde entre risas y conversaciones sin sentido. Se podría decir que la estaba pasando genial y no me arrepentía de haber faltado a la escuela. Al fin y al cabo era adolescente y eso era normal.
Tuve que volver a casa sola ya que Vee estaba obligada a ordenar su cuarto. La casa de ella no quedaba tan lejos de la mía. Excepto cuando se iban a su casa que quedaba en la ciudad, pero eso no era muy seguido. Había refrescado un poco pero el calor seguía. No faltaba mucho para que el verano comenzara y ya se estaba haciendo notar aunque yo prefiero el invierno el calor me gustaba.
Mañana sería viernes y luego venía el fin de semana. ¡Que suerte! ya no aguantaba más la escuela. Por suerte este ya era el último mes y luego, al fin mis deseadas vacaciones.
Llegué a casa a eso de las siete treinta, no tendría que esperar a mi mamá por mucho tiempo ya que llegaba a las ocho. Subí a mi habitación, estaba segura de que tendría algún mensaje en el celular. Y no me equivocaba. Era de Harry y ya suponía lo que me había escrito.
"____, necesito hablar contigo. ¡Es urgente! ¿Por qué faltaron Vee y tu? llámame si puedes''
No tenía ganas de hablar con nadie, si Harry iba a preguntarme sobre lo de la cena preferiría que me lo diga personalmente.
" Es sobre la cena? jaja claro, te ayudaré ¡____, al rescate! pero hablaremos de eso mañana. ¿Te parece después del colegio en el Starbucks? No tengo crédito para llamarte ahora. Vee seguro te contará el porque. '
Lo envié y Harry me respondió con un 'Ok' al parecer ya se encontraba al teléfono con mi amiga. Me acosté en la cama, hoy no había sido un día normal. Primero habíamos pasado toda la mañana en un patrullero y luego en la comisaría esperando a la mamá de Vee y luego faltamos al colegio y nos pasamos toda la tarde haciendo bromas telefonicas.
Cuando mi mamá llego cerró la puerta de un portazo que retumbo en toda mi habitación. Se había enterado y ahora me tocaba dar explicaciones. Bajé las escaleras rápidamente, no quería escuchar sus gritos sonar por toda la casa.
- Me parece que me debes unas cuantas explicaciones- replicó furiosa-, jamás pensé que me mentirías para no ir al colegio.
- No es lo que crees- contesté tranquilamente, me hacía acordar a Zayn-, no me escapé.
- Entonces dime que hiciste para faltar a la escuela, el director me ha llamado.
- Vee pasó por mi- le recordé-, íbamos a la escuela pero pasamos justo cuando el semáforo se puso en rojo y nos paró la policía.
- ¿¡Qué las paró la que!?- preguntó mucho más enojada, al parecer no había solucionado nada-, no puedo creerlo.
- Pero mamá no fue nada malo- repliqué-, mira estoy aquí. Por algo será.
- ¿Quién pagó la multa y como hicieron para salir de allí sin un mayor?- exigió saber.
- La mamá de Vee fue a buscarnos- le expliqué-, ella pagó la multa.
- ¿Has pasado la tarde aquí en casa?- entrecerro los ojos, al parecer sospechaba de mi.
- Sí mamá- mentí-, he estado aquí todo el día.
- Llamaré a la mamá de Vee, quiero saber exactamente que pasó- subió las escaleras, seguía enojada conmigo.
Estaba en problemas, tenía que decirle a Vee que le diga a su mamá que cuando ella hable con la mía diga que yo no estuve en su casa. Subí las escaleras corriendo, el corazón me latía a mil. Nunca había visto a mi madre tan enojada.
"Vee, lee esto y dile a tu mamá que por favor no diga que estuve en tu casa esta tarde ¿si? es urgente, dile que diga que me quedé aquí en casa"
Lo envié con las manos temblorosas y luego bajé al comedor a hacer como si nada hubiera pasado. Como si yo le hubiera contado toda la verdad y no me arrepentía de haberlo echo.
- Ah, está bien- decía mi mamá al teléfono-, bueno. Te agradezco mucho, no hubiera podido pasarla a buscar. Sí, pequeñas criminales. No, no está bien yo le diré, adiós.
- ¿Y?- pregunté, según creía todo había salido bien-. No he mentido en nada.
- Te has salvado de un castigo, pero quiero que esta sea la última vez que me entero que has faltado al colegio. ¿Está bien?- no era una pregunta a la cual me podía negar, estaba obligada a decir 'sí' por más que no quisiera.
- Bueno- murmuré-, no tengo hambre. He comido unas galletitas y me llené. Iré a dormir.
- Adiós- me despidió-, que duermas bien.
Subí a mi cuarto más aliviada. Borraría el mensaje de la bandeja de enviados, si me descubría estaría en graves problemas. Me quedé jugando a los juegos del celular, cuando estaba aburrida eran un gran escape. A las dos de la mañana dejé el teléfono de lado y me dormí.
Me sorprendió el echo de haberme despertado de buen humor. El día era cálido, así que suponía que en parte se trataba de eso también. Me duché y me vestí con lo primero que encontré en el armario. Sabía que Vee me estaba esperando abajo, había llegado recién acababa de escuchar el motor apagarse. Tomé rápidamente el desayuno y despedí a mi madre que se encontraba sentada en el sillón con vista a la ventana. Estúpida no era y sabía muy bien porque se sentaba allí, quería ver si nos íbamos a la escuela o nos ''escapábamos'' como ella creía que habíamos echo ayer. Bueno, entendía que confiar en una adolescente de dieciséis años no era muy conveniente cuando se trataba de no ir al colegio pero viendo que ella ya había hablado con la madre de Vee podría haberme creído.
- Mi madre nos está vigilando- le avisé entre risas mientras me sentaba en el asiento del copiloto.
- ¿Es que no te ha creído?- Vee puso el auto en marcha y salió por el camino que era hacía la escuela.
- Sí, va eso creo- dudé-. Me creyó pero sospecha.
- Oh entiendo. Supongo que todas las madres son iguales- concluyó-, la mía hubiera echo lo mismo si estuviera en tu lugar.
- Harry me mandó un mensaje ayer- cambié de tema-, nos encontraremos para hablar sobre la cena en el Starbucks. ¿Quieres que le diga algo más?- Vee puso cara pensativa y me miró.
- No, solo lo de la vestimenta formal y que no compre margaritas- hizo una pausa-, pero ojo con lo que haces. No me quiero enterar que mi mejor amiga y mi novio están en algo.
- ¡Ay, Vee!- me quejé-, jamás haría eso. ¿Es que no confías en mi? Nunca saldría con tu novio.
- Era broma estúpida- aclaró entre risas-, si hay una persona en la que confío es en ti, por algo eres mi mejor amiga- ambas sonreímos-, además sabemos que Harry está muerto por mi- bromeo.
Llegamos al colegio, otra vez a las corridas para no llegar tarde a la primera clase del día. Agarré los libros de esa y la siguiente clase, no tendría ganas de volver al casillero para recoger los otros. Corrí hacía el salón dieciséis, la clase de Lengua.
Zayn se encontraba sentado allí como siempre, ayer con todo el problema de la policía y eso había logrado despejar mi mente de el, va por lo menos eso creía yo. Solté los libros sobre la mesa y me senté en mi lugar. El se giró a mirarme, estaba segura que nuevamente me preguntaría si seguía enojada con el. ¿Qué le respondería? me preguntaba si todavía debía seguir con mi plan de intentar olvidarlo. Sí, tenía que convencerme que eso era lo mejor para mi y tenía que hacerlo. Tenía que intentar olvidarlo.
- Hola- me saludó mientras habría su libro, la clase había comenzado-. Me preguntaba si aún sigues enojada.
- Trata de no dirigirme la palabra- le ordené de mala gana-, no tengo ganas de hablar contigo.
- Es difícil mantenerme alejado- comentó-, extraño estar contigo. ¿A ti no te pasa?- no lograba comprender si estaba siendo sarcástico o lo decía enserio.
- No, no me pasa- mentí-, ya deja de hablarme quiero terminar mi tarea.
Ahogó una risa y se concentró nuevamente en la lectura del capitulo 12. Una de las unidades más aburrida del libro, pero bueno, necesitaba alguna excusa para dejar de hablarle. Algo que me molestaba de Zayn era no poder entenderlo cuando hablaba. A veces no entendía cuando decía las cosas, no entendía si estaba siendo sincero o sarcástico, tampoco entendía cuando bromeaba y cuando no, cuando hablaba enserio o cuando simplemente estaba diciendo estupideces. Esa era una de las cosas que más me llamaba la atención sobre el, porque parecía no tener emociones al hablar, como si escondiera algo que lo reprimía todo y lo hacía parecer tan... tan raro pero extremadamente curioso. Me preguntaba si era la única que le había agarrado tanta desesperación por querer saber quien era Zayn realmente, me preguntaba si era la única que no solo se sentía atraída a Zayn por su aspecto físico si no que también por su forma de ser.
- ¿Podemos hablar?- preguntó mientras me agarraba del brazo-, enserio. Necesito arreglar las cosas contigo.
- No, no quiero- me solté de su agarré, una oleada de angustia recorrió mi cuerpo. Parecía que enserio quería hablar conmigo, pero no, no era parte del trato que había echo conmigo misma arreglar las cosas con el.
Salí del salón lo más rápido posible para encontrarme con Vee en su casillero. Nos esperaba un largo día lleno de aburridas clases y cortos recreos también aburridos.
- ¿Qué tienes en la próxima?- me preguntó-, yo tengo biología.
- Lamento decirte que no tenemos juntas- le avisé-, será aburrida la clase.
- Entonces creo que tengo con Jess, yo no me aburriré- me sacó la lengua y sacó los libros de su casillero-, todavía nos quedan unos minutos de recreo.
- ¿Soy yo o se me hace que este día será realmente aburrido?- le pregunté, ya teníamos que dirigirnos a nuestros salones.
- No, no eres la única- respondió-, sabes ayer luego de que te fuiste me llamó una de las personas a las que le hicimos una broma. Me dijo que tenía un identificador de llamadas, que no lo molestáramos más- me eché a reír-, claro te ríes porque tu no fuiste la que tuvo que hablar con el señor.
- Igual fue divertido- le recordé-, muchos cayeron. ¿En que salón tienes la clase?
- Creo que el veinte, ¿tu?
- En el ocho, creo que vamos a estar bastante alejadas- le avisé-, bueno yo tengo que doblar aquí. ¿Dónde nos encontramos luego?
- En tu casillero.
El resto del día paso aburridisimo. Las horas pasaron super lento, era como que el día no terminaría jamás. En todas las clases intentaba mantenerme despierta pero era algo imposible, por suerte ningún profesor me descubrió si no, me hubiera llevado unas cuantas advertencias. No debía olvidar que tenía que ir al Starbucks luego de la escuela, Harry me estaría esperando allí para que lo pueda ayudar con la cena que tendría mañana. No margaritas, traje formal y luego lo aconsejaría con cosas que podrían ayudarlo bastante.
- ¿Recuerdas lo que tienes que decirle?- me preguntó Vee a la salida.
- ¿A quien?- pregunto Jess, ella no sabía nada.
- Harry vendrá a cenar a casa- le contó Vee-, ahora en el camino te cuento más detalladamente. ____ irá a darle algunos consejos sobre que tiene que llevar y esas cosas, espero que todo salga bien.
- Ah, bueno entonces mañana después llámame para contarme como te ha ido- le pidió Jess-, aunque conociendo a Harry creo que todo saldrá genial dudo que a tu madre no vaya a caerle bien, es muy simpático.
- Gracias chicas. ¿Vamos Jess? ____, recuerda que mañana tienes que venir a mi casa a ayudarme con la ropa ¿Si?- me recordó-, igual luego te llamo.
Asentí. Tenía que apurarme para llegar, el café quedaba a unas tres calles de la escuela y según suponía yo Harry ya estaba en camino. Por suerte llegué antes que el, me senté en una mesa doble y me quedé a esperarlo. No tuve que darme vuelta para reconocer las voces que sonaban por detrás mio. No quería girarme para que me vean y se rían. Estaba segura que en una de las mesas del fondo se encontraban Tracy y sus amigas. No lograba escuchar muy bien sobre que o quien hablaban pero parecía ser algo ''secreto'' ya que estaban murmurando. La puerta de entrada y Harry entró, buscó con la mirada mi mesa y cuando la encontró se sentó en la silla del frente.
- ¡Hola ___!- me saludó tan alegre como siempre-, supongo que ya sabrás el por que...
- Claro, lo suponía- comenté riendo.
- Lo siento...- se lamentó-, siempre te ando pidiendo consejos para estar con Vee. Es como que siento que si hago lo que a mi me parece va a salir mal.
- Entiendo a nosotras nos pasa lo mismo- dije tratando de dejarlo más tranquilo.
- Con el novio de su mejor amiga- susurró Tracy, estúpida, siempre sacando conclusiones sin saber lo que pasa verdaderamente-, que alguna les saque alguna foto.
Decidí alejar mi oído de sus conversaciones, no quería escuchar como inventaban cosas sobre mi y Harry. Antes de comenzar a decirle lo que debía hacer mañana en la cena ordenamos algo para comer, moría de hambre. El almuerzo que nos daban en la cafetería era horrible. Recuerdo el primer día que pise el colegio, que Jess y Vee me recomendaron que no probara nada por mi bien, ese mismo día Tracy había arruinado una de mis blusas favoritas tirándome el yogurt encima.
- Bueno- dije para empezar la conversación-, Vee me dijo que su madre esperaba que fueras algo formal.
- ¿Formal, como?- preguntó sorprendido-. ¿Con traje?
- No, no creo que con traje- respondí-. Una camisa y un pantalón negro creo que iría bien.
- Bueno, no habrá problema con eso- concluyó-. Voy a llevarle algo a la madre pero no sé muy bien que. ¿Flores, bombones? tengo miedo de que no le lleguen a gustar.
- Llévale lo normal- propuse-, unas flores, pero no margaritas ¿si? no le gustan- Harry dudó, al parecer no le quedaba otra opción más que hacer lo que le dijera.
- Vee me dijo que inventará alguna actividad extraescolar- comentó- ¿qué crees que podría decir? Yo pensé que... no sé, tal vez que hago algún deporte pero dudo mucho que pueda mentir.
- No mientas- me apresuré a decir-, no lo hagas. La madre de Vee quiere conocer al novio de su hija. No finjas ser algo que no eres.
- ¿Pero que si me pregunta que hago, le contesto que nada?- me preguntó-, o bueno puedo decirle que ayudo a mi padre en el taller de autos. A veces lo hago.
- Si es verdad y quieres contárselo claro- dí un sorbo a mi bebida-, pero no debes estar nervioso. Vee también lo está y si ella no te ve seguro se pondrá aún más nerviosa.
- Es que me preocupa el echo de que su madre no me acepte- confesó-, cuando me pongo nervioso suelo ser bastante estúpido como para llegar a caerle mal a una persona.
- Te puedo decir que la mamá de Vee no es muy observadora- le aseguré-, le caerás genial pero debes estar seguro. Has algún chiste para quitarte los nervios o no lo sé, prepara algunas cosas para contar sobre ti.
- ¿Cómo que cosas? No tengo una vida muy interesante que digamos- concluyó con una risa-, hago todo lo que hace un típico chico de diecisiete años.
- Piensa que vas a contestar cuando te pregunte que cosas te gustan o de que trabajan tus padres. Estoy segura de que siempre preguntan esas cosas- hice una pausa, me preguntaba que hacía hablándole a Harry sobre consejos amorosos cuando yo nunca había tenido una cita o cena así. Supongo que las películas y los libros me han dado suficiente información sobre el tema-, bueno he visto que es así en algunos libros.
Seguimos hablando sobre la cena hasta que Harry aclaró todas sus dudas. Al parecer ahora se encontraba menos nervioso de lo que estaba. Le repetí todas las veces que pude que esté seguro de lo que hacía y decía, eso iba a ser lo más importante. También le dije que no se preocupara porque la mamá de Vee lo aceptaría seguro y que tuviera bien claro que le caería genial porque era un gran chico.
Harry se ofreció a llevarme a casa ya que era bastante tarde cuando terminamos, pero me negué. Quería caminar, eran las siete treinta y había refrescado un poco. Quería sentir el viento un rato, esta era la primera vez que caminar esas veinte largas cuadras del colegio hasta mi casa no me molestaban. Suponía que el camino era seguro, el patrullero que ayer nos había parado seguía estacionado así que robar, no me robarían y menos tratarían de matarme.
Llegué a casa a eso de las ocho menos diez, lo último que quería era que mi madre llegara y no me encontrara por ningún lado. Sus sospechas de que me había vuelto una adolescente rebelde estarían falsamente aclaradas y me castigaría, es más no me quedaría corta con pensar que podría llegar a contratar a una niñera para que vigile si salía de casa mientras ella se encontraba en el trabajo. Por un lado yo sentía que debía tener más libertad a mi edad, ya tengo dieciséis me parece algo absurdo que teniendo esa edad todavía tenga que pedir permiso para salir con mis amigos a plena luz del día, pero por otro lado la entendía. Sabía lo que había sufrido con la perdida de mi padre, yo también la sufrí mucho y lo sigo haciendo, y está claro que lo último que mi madre quiere es perderme a mi también. Siempre me dice que yo soy muy parecida a el cuando era joven y en la forma que soy. Mis actitudes son muy parecidas a las de el.

Estoy ciego pero tú eres todo lo que veo |Zayn Malik|Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang