Escarcha- Todoroki Fuyumi

FINAL

Estabas nervioso, habías escrito la última carta un poco ebrio y a las cuatro de la mañana, después de las tres a nadie se le ocurren buenas ideas, suspiraste y le diste un sorbo a tu café ardiente, quemándote la garganta.

Los nervios te tenían idiota y quisiste tener el poder de volverte invisible cuando la viste entrar a la cafetería, parecía un poco nerviosa y movió su cabeza sin disimulo alguno, buscándote.

Tu respiración se aceleró y apretaste la taza caliente. Huir era una buena opción, aunque no había forma de hacerlo mientras estaba caminando hacia a ti de frente.

— Buenas tardes...— susurro de forma casi inaudible. Tu sonreíste en respuesta.

Fuyumi se sentó frente a ti, miró la taza de café frío frente a ella y te sonrió a modo de agradecimiento. Los nervios no te dejaban decir nada, ni siquiera podías pensar bien.

— Lo siento mucho. — fue lo único que te salió decir mientras pegabas la cabeza en la mesa.

— No, no. Esta bien. — dijo la albina moviendo las manos de un lado a otro un poco nerviosa. — Gracias por todos tus cumplidos.

—No tiene que agradecerme por señalar la realidad.

— Tiene bonita letra...

— Gracias. — sonreíste. — quiero que nos conozcamos.

Fuyumi asintió. Eso dio inicio a una amistad, se juntaban todos los sábados a cenar y los domingos a Desayunar, la amistad continuó hasta el momento en que te animaste a pedirle un beso.

La relación perfecta era una etiqueta que les quedaba corta hasta que al año y medio de relación tuvieron que casarse de forma expres ya que la embarazaste y no tenías ganas de morir quemado.

Los gemelos producto de ese amor heredaron la particularidad de su abuelo materno haciéndolo sentir orgulloso.

Tres años después pudiste darle a Fuyumi la ceremonia que se merecía y después tuvieron una pequeña idéntica a ella. Viviendo en paz con sus tres hijos.

FIN