¡ Hey Extraña ! (Sans y tu)

XVII

Sin aviso, entró el profesor al salón, parecía que iba a ser una charla más del montón en su clase de derechos civiles y ¿Monstruales?, No sabía cómo debía de llamar a ese tipo de clases en particular.
ㅤLa clase tomo un rubro diferente cuando empezó a hablar de las carreras que sus compañeros de curso querían continuar, muchos decían abogados, trabajadores sociales, médicos, cirujanos, otros querían dedicarse a disecar todo tipo de alimañas, y cuando llegó su turno.

— Quiero estudiar acerca de los derechos hacía los monstruos, ser como una abogada o representante ante situaciones legales.

El curso mantuvo silencio un momento, por lo que _____ atinó a bajar levemente su cabeza, avergonzada por su carrera ser algo complemente opuesto a lo que las personas de su curso decían.
ㅤNo tardó mucho para que las burlas empezarán.

"Pensar que esa cara tan linda le pertenece a ese cuerpo de monstruo, con razón quieres estudiar sus derechos, si eres uno"

"Su alma gemela es un esqueleto, con razón debe querer estudiar eso, quiere ayudarlo, que sin vergüenza"

"¡RIDÍCULA!"

"Que desagradable"

"No sabía que los fenómenos se apoyaban entre ellos"

"Habiéndo tanto, elije lo peor, con razón es de las lame botas que se sienta en frente"

Suspiró resignada, espero a que los comentarios pararán o que el profesor les diera un alto, cosa que no pasó, por lo que atinó a usar aurículares de forma disimulada hasta que terminara el día.

(...)

Reaccionó cuando escuchó unas bocinas de auto tocar muy cerca suyo, como estaba en medio de la calle, y como un auto celeste la rodeó elevándola, con pena y rapidez, bajo su falda, sosteniendola con ambas manos a ambos lados de la ropa.
ㅤCuando vió dónde estaba, se dió cuenta lo que se distrajo pensando en cómo estuvo su día, como empezó, sin percatarse que ya estaba en medio camino a su casa metida en su pesar escolar.

El aura que la rodeaba empezó a bajar hasta quedar cerca del esqueleto, está se sonrojo y cuando estaba por pedir disculpas, el masculino hablo.

— ¡SONSA! CASI ME MUERO DEL SUSTO, MIRA SI TE PASABA ALGO, ¡POR ASGORE! — chillaba desesperado mientras la tomaba de los hombros como podía.

_____ observó verdadera desesperación en los ojos de Sans, por lo que simplemente lo atrajo a su cuerpo y lo abrazo, podría sentir como de repente el griterío termino. Si pudiera ver el rostro del esqueleto, sería nuevamente un arándano, no desaprovechó la oportunidad y se acurrucó en ella buscando protección y paz luego del susto que se dió.

— Lo lamento Sans, andaba en mis pensamientos y no me dí cuenta de lo que hacía. — dijo con angustiada.

— No lo lamentes, no pasó nada malo por suerte. — dijo adormilado con los ojos cerrados, apegado a la joven y respirando contra su cuello, cosa que la hizo sonrojar a tope. — Sigues aquí, eso me importa mucho más.

Ella decidida a dar un paso en concreto, respeto hondo y dijo:

— Sans.

— Dime.

— _____.

— ¿Eh?. — exclamó desconcertado mientras levemente se apartaba de la que por centímetros era más alta.

— Mi nombre es _____.

Los ojos del esqueleto brillaron y su sonrisa se ensanchó un poco, se volvió a abrazarla contento de poder saberlo y susurro bajo para que ella fuera la única en escucharlo.

— _____.. que nombre más encantador para la chica no-monstruo que me trae loco. — finalizó con puro atrevimiento, dándole un "beso" en la mejilla, y al instante que la chica iba a reclamar, el de chaqueta azul desapareció.

Dejándola sola.

Con el rostro rojo.

Llena de dudas.

Y un nido de mariposas en su estómago que revoloteaban con desesperación de aumentar sus nervios.

Tocó desesperada sus mejillas mientras tragaba seco y su interior moría de la pena.

"Mi alma gemela me beso", se decía para sus adentros.

Con la mente rota de los feliz, nerviosa, agitada, apenada y ¿Enamorada?, No, imposible, que se sentía, decidió partir a su casa.