Quiero ser tu amante •||Rashta x Navier||•

Capítulo 29

-Estoy bien, solo......solo pensaba en algo

Respondí con una leve sonrisa mientras dirigía mi mirada hacia ella.

-¿No vas a vestirte? Aún sigues con esa sábana

Ella me miró y sonrió de forma burlona.

-¿Acaso no haz dormido con una mujer desnuda?

Yo me sonroje un poco por esa pregunta pues a mi mente apareció el recuerdo de Navier desnuda mientras dormía a mi lado.

-B-bueno......

Ella solamente se burlo de mi sonrojo mientras se acercaba a su ropero.

-Realmente te pusiste como un tomate

Yo solamente hice un puchero mientras desvía mi mirada hacia otra parte.

-Oh vamos no te molestes

Cuando escuché eso dirigí mi mirada hacia Charlotte iba a reclamarle cuando mire su cuerpo desnudo.

Era hermoso.

Yo no pude evitar sonrojarme al ver la figura que Charlotte poseía era como la de una diosa.
Tragué saliva de forma ruidosa admirando su cuerpo hasta que vi las cicatrices en su espalda.

-.........

Ver aquellas cicatrices sobre su espalda me hicieron traer amargos recuerdos de cuando ambas éramos esclavas y de como ella me protegía de los castigos.

-¿Que tipo de comida te gustaría cenar en nuestra primera cita?

Charlotte pregunto con una leve sonrisa mientras se ponía un camison.

-¿Eh? Oh.......bueno lo que sea está bien

Sonreí un poco mientras me acercaba ala cama de Charlotte para recostarme sobre está.

-Dime la verdad ¿te sientes bien?

Pregunto preocupada mientras se acercaba ala cama para recostarse aún lado mío.

-Bueno vi tu cuerpo y yo.......

Antes de que pudiera terminar está Charlotte me interrumpió.

-Se que mi cuerpo no es muy lindo pero tampoco es para tanto

Soltó una pequeña risita y yo golpeé suavemente su hombro.

-Tu cuerpo es muy hermoso a lo que me refería eran a tus cicatrices

Cuando mire el rostro de Charlotte no pude evitar sentir ternura pues estaba totalmente sonrojada.

-¿T-tu crees que mi cuerpo es hermoso?

Pregunto sorprendida y yo solo solté un pequeño suspiro.

-No lo creo es la verdad

Charlotte me abrazo con fuerza mientras soltaba un pequeño chillido de emoción.

Parecía una niña pequeña.

-¡Eso me pone realmente feliz!

Yo solamente acaricie su cabeza mientras dirigía mi mirada hacia la ventana observando la hermosa noche.

Pensando nuevamente en Navier.

Al día siguiente.

Fue un día normal pues hice mis deberes de limpieza, fui a comprar algunas cosas que las chicas necesitaban y también compré algunas cosas que iba a necesitar el bebé cuando naciera.
Cuando termine mis labores entre en mi habitación para buscar un vestido lindo para la cena que íbamos a tener yo y Charlotte.