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Estaba sentada en las gradas, mirando el campo de futbol americano desierto, este se había vuelto mi lugar favorito desde que no hablaba con ninguno de mis amigos

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Estaba sentada en las gradas, mirando el campo de futbol americano desierto, este se había vuelto mi lugar favorito desde que no hablaba con ninguno de mis amigos. Con Clark por lo que había pasado en el café, con Pete por el extraño pacto que tenían él y Clark; y por último Chloe, quien había comenzado a juntarse con Lana, lo cual no tiene nada de malo, ella puede tener las amigas que quiera sin importar si a mí me agradan o no, pero la rubia había comenzado a dejarme plantada e ignorar mis llamadas.

-Grace -al escuchar mi nombre, giré la cabeza hacía mi lado izquierdo para encontrarme con Whitney

Inmediatamente comencé a tomar mis cosas, había decidido alejarme de los problemas y líos amorosos entre Lana, Whitney y Clark.

-Hey, espera -me pidió tomando mi brazo suavemente- ¿Hice algo malo?

-No, para nada. Es solo que...

Suspiré frustrada por el hecho de que no podía decirle la verdad, no podía decirle que Lana y Clark tenían cierta química, además de que el pelinegro siempre estuvo enamorado de ella. Aunque creo que eso último si lo había notado.

-¿Es por lo que dijo Clark en la cafetería? -me preguntó mientras se sentaba

-Más bien, grito. Pero sí -dije sentándome a su lado, dejando cierto espacio entre ambos

El rubio me miro con una mueca, al ver lo precavida que estaba siendo.

-¿Ahora todo será así? -me pregunta señalando el espacio- Creí que comenzabamos a tener confianza el uno con el otro

-Prefiero ser precavida a qué tú novia nos vea y vaya a contarle a mis amigos o que ahora sea ella la que haga un escándalo -le respondo mientras recostaba mi cabeza en la grada de atrás

Nos quedamos unos segundos en silencio, probablemente no sabía que decir. En realidad el no tenía que decir nada sobre eso, no era su culpa ni nada por el estilo.

-Siento lo que ocurrió entre Clark y tú

Giré mi cabeza aún sobre la grada y lo mire, le di media sonrisa.

-No deberías, no es tu culpa -le respondo

-Pero siento como si lo fuera -me responde, yo niego y miro hacia el cielo

Decido cambiar de tema, no quería que se sintiera más culpable de cosas que no debía.

-¿Cómo sigue tu padre?

Escuchó como suspira, de reojo noto cómo copia mi acción de recargar la cabeza en la grada de arriba y mirar al cielo.

-Pues dicen que está mejorando, pero yo lo veo igual de mal

-Dale tiempo, no es fácil recuperarse cuando la enfermedad es del corazón -le comento

Ambos nos quedamos en silencio por unos segundos, al poder escuchar su respiración notaba como se debatía por decir o no decir algo.

𝐒𝐌𝐀𝐋𝐋𝐕𝐈𝐋𝐋𝐄Where stories live. Discover now