Recordando la noche anterior

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― ¡Tengan!

Les tiro la ropa la cual los tres corrieron para ponérsela y tapar su desnudez.

Ya vestidos los tres se encaminaron hasta el gremio porque tenían cosas que hablar con sus chicas.

― ¿Qué cree usted que paso ayer, Cana-san? ―pregunto la dragón slayer del cielo.

―Aaah, muchas cosas Wendy, muchas cosas ―contesto la Alberona llevándose su tercera botella de sake a la boca.

Wendy no comprendió, mientras que Charles si y la gatita se le resbalo una gota tras la nuca. Las tres igual tenían que ir al gremio así que abandonaron la residencia y se fueron hasta Fairy Tail.

...

―No es gracioso ―les regaño la albina llena de vendajes y curitas.

―Si lo es ―contestaron Erza, Levy, Lucy, Juvia, hasta Lisanna. Las cinco riendo.

Mirajane sí que recibió una buena golpiza.

Las cinco siguieron riendo hasta que todas se callaron al ver en la entrada a cuatro magos. Un desnudista, flamita, come hierro y pues Jellal, simple y sencillamente Jellal.

Las ex-niñeras agacharon la mirada y comenzaron a sentirse incomodas al ver que ellos se acercaban a la barra.

―Mirajane ―le llamo el Fullbuster sentandose a la par de Juvia ―. Sírvenos cervezas a todos, por favor.

La albina asintió y se fue a servirlas, Lisanna sintió que ahí ella no encajaba así que mejor se quitó y se fue a ayudar a su hermana. Las chicas estaban más que incomodas.

―Juvia...

―E-Erza...

―Enana...

―Luigi...

Las chicas se pusieron mucho más nerviosas, las noches anteriores habían sido fantásticas, pero ellos las vieron desnudas, las tocaron e hicieron demás cosas con ellas, como no tener vergüenza.

―Aquí están sus cervezas ―Mirajane rompió toda la tensión y les dio las cervezas a todos.

Agradecieron ese pequeño momento pero volvió ese maldito momento incómodo para todos.

―Si nos dejan opinar ―ahora Lisanna termino el momento incomodo ―. Deberían irse a otro lado a hablar.

Considerándolo bien, era lo mejor, todos tomaron sus cervezas de un solo trago hasta Levy, para la siguiente platica necesitarían agallas.

...

Salieron del gremio tomados de la mano, esto era todo un sueño para la maga, caminaban por un lindo parque, el mismo parque donde estuvieron con el mago de Lamia Scale, aunque él no lo recordaba, se sentaron en unas bancas blancas viendo como los chiquillos jugaban, ambos evitan cualquier tipo de contacto visual, pero tarde o temprano tendrían que hablar.

―Ju-Juvia, ayer... bueno ―Gray se comenzó a rascar la nuca, completamente nervioso ―. Tú y yo ―junto sus dos dedos índices demostrando con ellos lo que hicieron ―. Ta-tal vez no fue algo correc...

No pudo seguir hablando ya que sus labios estaban ocupados en otra cosa, Juvia lo tomo del cuello de la camisa y lo beso de sorpresa. El Fullbuster abrió los ojos como platos por el acto de la maga, lentamente los fue cerrando disfrutando el beso, abrazo juntándose más para que ambos se fundieran en ese beso. Separándose por falta de aire juntando sus frentes viendo entre sí.

―Te amo, Juvia ―dijo el desnudista por fin.

―Juvia lo ama a usted, Gray-sama ―volvieron a juntar sus labios en otro dulce y apasionado beso, que ambos hace mucho tiempo habían esperado, y que ahora por fin disfrutaban.

...

Llegaron hasta el lago donde él y Happy normalmente iban a pescar, y también donde Lucy se cayó hace poco cuando él era un niño. Ambos estaban sentados en el pasto verde viendo hacia el horizonte, callados completamente sin nada que decirse.

Lucy miro a Natsu y recordó lo que ayer hicieron. Cuando estaban en la tina, en el lavabo, y en la cama. Su virginidad había sido arrebatada, y no por cualquier persona, había sido por su amado e imbécil dragón.

Sonrió por lo bajo y sabía que no iban a hablar así, en un rápido movimiento se tiro encima del peli rosa y lo beso de sorpresa, el Dragneel se quedó pasmado por lo sucedido, pero lo mejor era continuar con el beso, así que tomo el trasero de la maga estelar y comenzó a hacer de ese beso, uno excitante.

Se acostó encima de ella, aun besándola pero esta vez metiendo su mano en la intimidad de ella, pero Lucy no quería hacerlo ahí en ese lugar y cuando más trataba de separarse de Natsu, él aumentaba más la velocidad.

― ¡Suéltame ya! ―grito Lucy con desesperación.

Se levantó como pudo y salió corriendo de ahí, dejando a Natsu solo tirado en el suelo.

―Lucy...

...

Ambos estaban comiendo pasteles, al parecer a él se le quedo esa adicción, ella comía y comía para no tener contacto visual con el mago de cuerpo celestial, él solo la veía comer y no podía evitar sonreír, estaban en una pastelería nueva los pasteles de ahí eran exquisitos.

Jellal termino su pastel y miro a Erza fijamente, la peli escarlata estaba más que vulnerable y eso le encantaba.

―Deja de comer, te atragantaras ―le dijo el peli azul.

Erza levanto su mirada y se limpió el pastel de la boca, vio a Jellal fijamente y no pudo evitar ruborizarse debido a lo de anoche anterior.

―Sé que lo de ayer no estuvo bien ―le dijo el Fernández ―. Pero no podemos evitar hablar del tema Erza.

Erza guardo silencio, él tenía toda la razón del mundo, pero le daba vergüenza hablar sobre ese tema.

Jellal noto que Erza estaba más que nerviosa así que lo mejor era salir de ahí.

Pagaron la cuenta y ambos salieron del establecimiento.

Caminaron por las calles de Magnolia en dirección a Fairy Hills, ambos callados y evitando el contacto visual. Un fuerte ráfaga de viento hizo que ambos perdieran el equilibro, ambos cayeron uno sobre el otro, como ese día en la playa.

Se miraron cara a cara y no lo pudieron evitar y se dieron un dulce beso, recompensando mucho dolor y sufrimiento.

...

Decidieron quedarse en el gremio, no tenía muchos ánimos de salir, se quedaron sentados en una mesa del gremio, jugando con sus dedos o haciendo circulitos en la mesa, los dos estaban incomodos por eso.

La peli celeste se arto ya de tanta mierda del Redfox.

― ¡A la mierda! ―grito Levy levantándose de la mesa, atrayendo la atención de la mitad del gremio ―Mira estúpido dragón, dime que putas sientes por mi o juro que te mato.

Gajeel se quedó estupefacto por eso, al parecer la enana era la de los pantalones en la relación.

―Y-yo n-no se...

No pudo decir nada ya que Levy se montó en la mesa, y se tiro encima de él para darle un beso.

Dejando a medio gremio con la mandíbula en el suelo y la mitad completamente inconsciente.

Menos tres magas las cuales sonreían porque sus amigas seguramente pasaban por lo mismo.

Editado el: 18-12-2015



Cuidando a unos ImbécilesWhere stories live. Discover now