Los últimos días del reino #1

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Descansando apoyada en un árbol alice intentaba tener un poco de descanso luego de su larga marcha a través del ducado de merida, incontables restos de batallas y escaramuzas eran visibles en cualquier parte de su viaje.

Cuando despertó ella no calculo el peso de sus propias emociones, se sintió furiosa pero no quedaba nadie a quien matar y tampoco los cadáveres de sus amigos para enterrar, en su batalla contra la ael termino borrando del mapa muchos de los escombros del mausoleo incluidos los restos de sus amigos.

Como bien fue advertida sentía una furia sin igual y cada ves que cerraba sus ojos para descansar visualizaba su ultima batalla y como el rostro de su enemigo se deshacía ante sus nudillos, fue una sensación embriagante como si fuera liberada de cualquier preocupación y malestar.

Pero muy en el fondo sabia que si seguía ese hilo de pensamiento enloquecería, de ahora en adelante debía contenerse.


Los días pasaron en esta tierra desolada por la guerra y francamente alice desconocía si el ejercito principal llego a la capital como se tenia planeado o si la princesa de bordeux enfrento al príncipe, pero no se podía dar el lujo de dedicar mucho tiempo a esos pensamientos por que se lo hacia seria guiada a los campos de batalla una ves mas.

Sin magia ella se sentía algo vulnerable pero aun conservaba sus capacidades físicas cosa que le ayudo a evitar cualquier peligro innecesario aunque no podía evitar sentirse frustrada por perder su poder único y mas aun por que de haber elegido conservarlo habría marchado a su muerte.

Solo ahora es que realmente entendió lo injusta que es la vida en especial las consecuencias de sus acciones, un peso arrollador en su espíritu que amenazaba con romperla, sus ojos se ponían húmedos de solo pensar en lo ocurrido y no ayudaba el hecho de que los recuerdos venían esporádicamente por cualquier razón.

¿Qué esperaba ella de seguir una misión extraña que nadie la obligo a cumplir? 

¿Qué esperaba ella de aceptar una responsabilidad tan grande como lo era ser de la clase de elite?

Le gustara o no el peso de sus decisiones recayó en sus hombros al ser la única sobreviviente, sus amigos y su padre adoptivo muertos, por mas que hubiera llorado o gritado nada cambiaria lo ocurrido.

Alice: (Yo lo vi. . . . . yo vi lo que sucede cuando tienes que vivir con las consecuencias de tus actos y pensé que seria mas fuerte pero el mundo me demostró lo equivocada que estaba, primero los niños de la tribu y ahora mis amigos todo por mi culpa)

Con el calor de su fogata alice descanso solo para que el silencio de la noche se viera interrumpido por los ocasionales sollozos.


Los días pasaron en su viaje a la capital siempre espetando la devastación de la guerra con los campos quemados, las aldeas vacías y las ciudades arrasadas eso sin contar las ocasionales osas comunes donde yacen los muertos de distintas batallas.

Las caravanas de refugiados eran especialmente trágicas repletas de personas desnutridas y en muchos casos con los pies descalzos huyendo de una inminente muerte ya sea por los ejércitos invasores, las enfermedades o la hambruna.

Sin esa extraña sensación que ocurre al estar cerca del príncipe una realmente nota que el ejercito de loris no es distinto en comportamiento a las sanguinarias tropas de norta o los disciplinados soldados de bordeux.

Todos son iguales ya que donde sea que marchen solo causan dolor y muerte.


Al poner un pie en el territorio de loris alice comprendió cosas que en la capital fueron ignoradas desde hace tiempo, campos de cultivos totalmente marchitos y bandidos pululando como plagas.

Reencarne pero no me dieron nadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora