2. Tu regalo

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La emoción no me cabe en el pecho. Tengo tantos sentimientos encontrados que no sé como lidiar aún con eso.

Llevo tres meses sin ver a Damián, ya que tuvo que marcharse a visitar las Colinas y el Bosque Húmedo, porque varios de los ataques por parte de los Sanguinarios destrozaron mucho esos territorios y por desgracia muchos habitantes perdieron sus casas. Y por ello, Damián como el Alfa que es ahora, se ofreció a ayudar al igual que mi hermano, Gael, Jason, Asier y Lilith. Esta última, a pesar de que ya no es la presidenta de Valle Luna sigue siendo una mujer muy correcta y actúa de forma justa ante cualquier situación.

Las lágrimas me ganan y por más que traté de retenerlas no pude.

—¡Hey! ¿Qué pasa? —Damián pone sus dedos sobre mi barbilla y despacio levanta mi cabeza, sus lindos ojos me observan con determinación.

Siento una opresión muy fuerte en mi pecho. Sigo sin comprender por qué la vida es tan injusta conmigo.

—Nada —niego con mi cabeza mientras hago el intento de quitar las tontas lágrimas de mis mejillas, pero él se me adelanta y con sus pulgares me las limpia—. Es solo que... estoy feliz de verte.

Él me sonríe y me acaricia la mejilla con suma suavidad.

—Yo también te extrañé princesa—manifiesta en un tono burlón—. ¿Creíste que no iba a venir? —arquea una ceja.

—Pues sí, creí que estarías ocupado y que te olvida...

Exhala una risa y niega con la cabeza.

—Jamás me perdería tu cumpleaños.

Un cosquilleo me revolotea en el estómago. Y mi corazón no tarda en evidenciar su felicidad, latiendo a un ritmo descontrolado. Es inevitable no sentir lo que siento y eso solo provoca que me sienta mal.

Es obvio que él es capaz de escuchar con claridad los fuertes palmitos y lo confirmo cuando sus ojos se clavan en mi pecho y sonríe.

—Te tengo un regalo —mete la mano en el bolsillo de su pantalón y saca una caja pequeña con un lazo café.

—¿Qué es? —preguntó curiosa agarrando la cajita.

—Ábrelo.

Quito el lazo con un mucho cuidado y seguidamente extiendo la tapa hacia arriba.

Mis ojos se maravillaron con el hermoso detalle.

Es una cadena de plata que contiene un colgante de un lobo y abajo de dicha figura tiene una corona con los cuatro elementos de la naturaleza guindando.

—Es... es hermoso —expreso admirada mientras paso mis dedos por cada dije—. Gracias —lo miro fijamente y nuestra conexión es inmediata.  Su mirada profunda me estremece hasta lo más profundo.

No obstante, segundos después el sentimiento de culpa me invade y de forma inmediata rompo el contacto visual con él.

Maldita vida.

Damián agarra mis manos y acto seguido toma la cadena. Despacio, postra sus dedos sobre mis hombros desnudos y me gira quedando de espaldas a él, corre mi cabello a un lado y siento mi cuerpo cargado de chispas electrizantes cuando coloca la cadena sobre mi cuello.

—No quiero que te la quites nunca —susurra en mi oído y un fuerte escalofrío se atraviesa detrás de mi cuello y pasa por toda mi espalda.

Miro hacia adelante y noto que varias personas nos miran y me incomoda más cuando los ojos pesados de Victoria están sobre nosotros. Su mirada es molesta y denota cierto disgusto.

El Linaje de los Herederos [#2]Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora