Bizarre [JaeYong]

c u a r e n t a y c u a t r o

—Buenos días, señor Lee —Yuqi lo saludó con una enorme sonrisa—. No lo molestes, YukHei —golpeó el hombro de su amigo—. ¿O debo decirte "bebé"? Así te dicen tus papás, ¿no?

—¡N-no! —respondió nervioso.

—Claro que sí, bebé —repitió de manera divertida y le mostró la lengua—. Vamos, DeJun —le sonrió y le hizo una seña para que entraran.

TaeYong despidió a su pequeño con un leve movimiento de mano y lo vio entrar junto a su amiga. Volvió al auto y cuando revisó la hora, pudo ver que su novio lo había llamado un par de veces, así que él decidió eliminar las llamadas de la barra de notificaciones y seguir con su día.

Su día en el trabajo estaba yendo bien, como siempre, hasta podría decir que estaba siendo aburrido. Llegó la hora de su almuerzo y al abrir su lonchera, el tupper de su sopa estaba abierto y había hecho un desastre sobre lo demás. Con un par de pañuelos limpió su manzana y comió su pollo con verduras. No encontraba alguna razón lógica para que su comida hubiese llegado así, hasta que recordó que Jeno traía las bolsas. Solo esperaba que sus hijos sí hayan podido comer esa deliciosa sopa.

—¿Señor Lee? —la hermosa recepcionista de la oficina asomó tímidamente su cabeza por la puerta—. Alguien lo busca, se llama Seo YoungHo.

—Dile que suba, por favor —la chica asintió y desapareció de su vista.

TaeYong estaba confundido, ya que Johnny nunca lo había ido a buscar a su empleo. Dudaba que fuera una emergencia porque lo hubiera llamado al menos una vez. Suspiró y se paró frente a su ventana en busca de Mark o el auto de su amigo.

—Hola —TaeYong se tensó al oír esa voz—, amor —dijo luego de cerrar la puerta.

—YoonOh... —tragó saliva con dificultad—. ¿Qué haces aquí?

—Mi novio evade mis llamadas. ¿Qué se supone que haga?

TaeYong miró al suelo.

—He estado ocupado, perdón —mintió cínicamente—. ¿Y por qué estás llamándome?

—¿De verdad preguntas? —arqueó una de sus cejas y el mayor se encogió de hombros—. ¿Por qué me transferiste ese dinero?

—Ah, eso —dijo restándole importancia—. Para que vayas a divertirte.

—Te dije que no le pediría a mi padre para eso, muchos menos te pediría a ti.

—Y no me lo pediste, amor, yo te lo estoy dando —el castaño negó, pero antes de que pudiera decir una palabra, TaeYong siguió—. Es lo menos que puedo hacer luego de todo lo que has hecho por nosotros.

—Pero yo-

—Pero nada —se acercó a él, rodeó su cuello con ambos brazos y esbozó una sonrisa—. Amor, desde que te conozco, no sales a divertirte. Perdiste tu empleo, fuiste literalmente una ama de casa por dos semanas y ahora lidias con conseguir un trabajo. Diviértete, ¿sí?

YoonOh suspiró, era cierto. Hacia años que no se divertía y recién había leído un artículo en donde decía que no salir, podía dañar su salud.

—Te pagaré cada won, te lo prometo —rodeó su cintura.

—No —rodó los ojos con diversión—. Además, no te he visto en varios días y ni siquiera me saludaste —dijo con un puchero que fue besado por el de hoyuelos—. ¿Qué diría Mark si supiera que su esposo me besó? —preguntó divertido.