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mikey se encontraba apoyado en su motocicleta fuera de su escuela junto a su amigo apodado draken. ambos observaban algunas chicas mientras esperaban que la menor de los sano diera señales de vida para irse a casa.

hoy habia sido un dia dificil para nuestro rubio. habia reprobado un examen de matematicas, se durmio en clases de quimica y fisica, su profesora favorita le llamo la atencion por comer en clases y lo ultimo; unas chicas descubrieron como las estaba engañando con la otra y lo encararon.

solamente queria desaparecer e irse a casa a dormir una siesta y comer sus preciados dulces que tenia guardados.

- emma se esta demorando mucho. - hablo draken.

- voy a verla, espera aqui. - guardo las llaves de su moto en su bolsillo para encaminarse hacia el salon de la menor sin importar las miradas ajenas sobre el.

ya se habia acostumbrado a sus diversas famas: el invencible mikey o fuckboy mikey. en lo unico que coincidian, es que siempre terminaba "ganando".

hasta ahora.

- disculpa, ¿esta mi hermana?. - se apoyo en el marco de las clases mas bajas que el frente a una chiquilla cualquiera.

- ¿e-emma?. - mikey asintio sin darle importancia. - uh, ella esta junto a kyoko. - señalo detras de ella.

mikey se adentro a buscar a la rubia, estaba moviendo su lapiz rapidamente y de manera desordenada. su bolso escolar estaba casi listo de no ser por ese cuaderno.

- oi, emma, ¿que estas haciendo?. - golpeo con su dedo indice la cabeza de su hermana.

- esperame un poco, ya casi termino los ejercicios.

mikey observo los numeros con letras de emma, no entendia nada pese a ser unos cursos mayor.

- ¿de que es?. - interrogo con su nariz arrugada.

- quimica. - respondio una extra.

mikey ni cuenta se habia dado de la tercera de no ser por su corta respuesta. la analizo unos segundos.

sus delgadas y finas manos cargaban una calculadora cientifica junto un boligrafo negro, sus uñas llevaban esmalte rosa palido y un anillo de oro en su dedo anular.

- es facil, puedes terminar en casa. - siguio insistiendo.

- es que no entendi esto, kyoko esta dandome un empujon, espera fuera.

mikey rodo sus ojos y volvio a ver a la supuesta kyoko.

su cabello castaño acababa en puntas rojizas intensas, sus ojos color cafe oscuro le hacian juego a sus cejas marcadas junto a sus lentes dorados. sus labios, gruesos pero delicados se le estaban haciendo apetecibles de a poco, kyoko era bonita.

- ¿como te llamas?. - la interrogo, la mirada impropia era un tanto mistica para el.

- susuki. - su respuesta fue seca y sin importancia.

aunque se estaba haciendo el tonto, queria escuchar su nombre desde sus propias cuerdas vocales.

- ya acabe. - emma cerro su cuaderno y ordeno sus lapices. - gracias, kyoko.

- no hay de que, emma. - la otra guardo su calculadora y lapiz tan rapido como su compañera para marcharse.

- voy al baño, esperame junto a kenchin. - mikey desaparecio sin esperar su respuesta.

siguio a su nuevo interes discretamente. ella habia entrado al baño, asi que el haria lo mismo y la esperaria.

mojo su cabello, arreglo su uniforme y salio con ambas manos en sus pantalones. se apoyo en la pared totalmente desinteresado de su entorno, ya todos se estaban yendo y los pasillos comenzaban a ser un tanto fantasmas.

- hey. - modulo cuando la vio salir, ella se limito a alzar su ceja derecha. - no me dijiste tu nombre.

- kyoko. - su agarre se aferro a su mochila. - kyoko susuki.

- manjiro sano, dime mi...

- lo se, no hace falta una presentacion. - miro su muñeca derecha, portaba un reloj dorado. - lo siento, debo irme.

- ¿te lle... - no termino su frase puesto que se esfumo mas rapido de lo esperado. - vo...

- idiota, ella es alguien comun, no le interesan los chicos como tu. - hablo emma. - vamonos a casa.

- ¿ahora estoy feo?. - palmeo su rostro un tanto urgido, aquella chica lo habia rechazado de manera indirecta.

- no, solamente idiota. - emma seguia su camino sin mirarlo. - tu solo te hiciste publico el cartel de coqueto y ahora lloras por eso.

por mas que queria reprocharselo, su hermana tenia razon. el solo se habia dado esa fama de galan despreocupado por los sentimientos de sus victimas y ya no habia una solucion para arreglarlo.

sin embargo, no se quejaba.

adoraba ver como ellas caian de a poco ante sus encantos, el como suspiraban enamoradas cuando este las elogiaba una vez a la semana, como le regalaban cosas o compraban comida, el como a pesar de su corta edad probaba poses diferentes con cada una en su cama y los diversos gemidos o gritos que soltaban cuando fornicaban.

su parte favorita era espectar como llegaba a separar un grupo de amigas por jugar con ellas, y por sobre todo, amaba verlas llorar cuando desaparecia, las terminaba rechazando o simplemente, hacia como que nada paso.

- al fin, ¿que estabas haciendo?. - draken tomo el puente de su nariz.

- estaba resolviendo un ejercicio de quimica, es que el profesor no quiso ayudarme. - suspiro. - perdon por hacerte esperar.

draken nego, coloco un casco rosa en la cabeza de su enamorada y uno cafe sobre ls suya para montarse en su motocicleta.

mikey imito la accion de subirse, aunque sin el casco.

ambos encendieron sus bestias y jugaron con los aceleradores de estas obteniendo miradas de los que pasaban por ahi.

- el que llegue ultimo paga el arcade de mañana. - hablo mikey sonriendo.

la brisa se hizo presente en su rostro, sus hebras rubias se mecian al compas de esta y su ropa revoloteaba tal como las aves que cantaban.

asi fue como los tres estudiantes con vidas dobles regresaron a casa de los sano y peleando entre si.

- ¡no se vale, llegue tarde porque a emma no le gusta la velocidad!.

- ¡a mi no me metan en sus tonterias!.

- ¡eres un total dominado, kenchin!.

el blondo natural reia, el alto se enojaba y la femina escapaba hacia casa lo mas rapido que podia.

los dos amigos se quedaron en el jardin peleando y burlandose entre si como siempre solian hacerlo, su amistad era maravillosa.

virgen - mikey. Where stories live. Discover now