Espectáculo de magia

Comenzar desde el principio
                                    

—¡increíble! —exclamé y aplaudí.

—puedes quedartelas —me dijo ofreciendomelas.

—¿lo dices en serio? —cuestione perpleja.

El asintió como respuesta.

Aquellas flores eran artificiales, no desprendían olor alguno, sin embargo a pesar de ser plásticas, lograron hicieron latir mi corazón aún sabiendo que aquel gesto no fue con ninguna connotación romántica no evito que me emocionará de sobre manera sonrojandome en el proceso. —“no quiero ser su amiga”— proteste internamente.

—siguiente truco; escape show —demando el rubio entusiasmado.

En esta ocasión si que requirió de mi ayuda, puesto que me pidió le atara a un poste junto con dinamita a su alrededor y de esta una larga cuerda de tres metros de longitud.

—enciende la mecha —me pidió.

—¿estás seguro de esto? —cuestioné insegura—, es demasiada dinamita, no lograre escapar a tiempo.

—me liberaré a tiempo y evitaré que exploté, confía en mí.

A pesar de no estar completamente segura, ni de confiar en su totalidad en sus capacidades como circense, termine cediendo, debía darle una oportunidad. —“¿qué podría salir mal?, de todas formas si muero puedo regresar en un segundo”— pensé dándome ánimos a mi misma.

Tome los fósforos encendiendo uno de estos, sosteniendole por sobre la mecha que no tardó en encender, la solté de inmediato. Por inercia termine retrocediendo otros diez metros como mínimo, tan solo fui espectadora de lo que podría acontecer.

La mecha se consumía cada vez más y el fuego se acercaba a gran velocidad a la dinamita. Popee forcejeaba desesperado tratando de liberarse. Me sentía sumamente inquieta y ansiosa de saber cómo terminaría todo. Cuando faltaba poco menos de 30 centímetros de la llegada el fuego a la dinamita cerré los ojos cubriéndome con ambos brazos, escondiéndome como si eso fuese suficiente para protegerme, estaba preparada para la gran explosión…

No obstante, esto nunca ocurrió. A los pocos segundos abrí lentamente mis ojos aún en espera del peor escenario, sin embargo lo que hallé fue al aprendiz de payaso con la cuerda que le aprisionaba en mano, mientras que pisaba la mecha de la cuál tan solo salía el ligero hilo de humo que emanaba después de ser apagada, lo había conseguido.

—¡lo lograste! —exclame con entusiasmo.

—pues claro que sí, soy el mejor intérprete de la tie-

Le interrumpí arrojandome a el consecuencia de la emoción que sentía al verlo triunfar, algo que no ocurría muy a menudo.

—no dude de ti en absoluto —una mentira piadosa.

Segundos más tarde me di cuenta de mis acciones separándome de inmediato del chico completamente avergonzada.

—lo siento, me excedi un poco —desvíe la mirada con un notorio sonrojó. —“¡mierda lo arruine!, espero que no se moleste por eso”—.

Entonces, aquel momento incómodo termino siendo interrumpió por el sonido de unos aplausos que provenían de nadie menos que su padre y amigo.

—muy bien hecho —hablo el sol— pero, no lo suficiente —comento incitando a su hijo.

Así fue como, con ayuda de Kedamono a quien agarro de asistente amablemente a la fuerza, se encadenó a una silla la cuál fue arrojada a una piscina llena de cobras. ¿De dónde apareció todo eso?, Magia de circo.

Momentos más tarde logro liberarse como si nada, apareciendo detrás nuestro completamente seco y sin ningún rasguño. Arrogante presumió de su talento.

No iba a mentir, estaba impresionada.
Tanto Kedamono como yo le aplaudimos estupefactos había sido un gran nuevo. No obstante, a su hijo no le causó gracia en lo absoluto.

Está vez, el rubio  subió la intensidad del riesgo a su acto pues me pidió atarlo y encerrarlo en una caja la cuál fue suspendida en el aire con ayuda de una sola cuerda la cuál estaba por romperse debido a una llama poco intensa, su misión era liberarse antes de caer en una docena de afiladas espadas.

Lo logró.

Su padre por otro lado, se encadenó a una mesa de la cuál por un extremo había una guillotina y por el otro una cierra que avanzaba lento pero preciso.

Estaban tomando su competencia muy en serio.

—ya fue mucho no —mencione agotada.

Si bien Popee era conocido por sus rabietas, la verdad era que su padre no se quedaba atrás pues era tan claro que tenía una enorme obsesión por competir con su hijo hasta derrotarlo; —“no se llevan muy bien”— era evidente.

Asumí que ambos se cansarián después de un rato por lo que era mejor dejar que se desahogarán o esperar a que alguno de los dos cayera inconsciente o falleciera.

—que tal si vamos por algo para tomar —me propuso el peli-morado.

—estoy de acuerdo —acepté sin pensarlo dos veces, pues si algo salía mal no quería quedarme a sufrir las consecuencias.

Ambos abandonamos a los otros dos dejando que hicieran lo que quisieran.
Nos encontramos con las chicas que nos ofrecieron bebidas refrescantes y con las cuales pasamos el rato muy ameno.

En un momento, mis ojos se desviaron inevitablemente a aquel ramo artificial cortesía del payaso psicópata.
La verdad era que prefería que fuesen de plástico y no naturales ya que de esta forma podría conservarlas por mucho más tiempo sin temor a que terminen marchitandose en una o dos semanas. Un pequeño gesto, pero que al recordarlo me hacía sonreír.

—oye T/N —llamo el de máscaras cambiantes—, tengo una duda.

—¿sobre qué? —pregunte distraída.

—¿por qué te gusta Popee?, o mas bien, ¿qué es lo que te gusta de el? —cuestiono intrigado. Me había pillado sonriéndole a las flores.

Había salido de la nada, me tomo por sorpresa, no me esperaba en absoluto esa interrogante.

—pues, me gusta porque…-

Fui interrumpida, no, más bien fui asesinada.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

Y a ustedes, ¿qué les gusta de Popee y por qué?

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Y a ustedes, ¿qué les gusta de Popee y por qué?

Tomaré en cuenta sus respuestas

A mí me gusta porque me indentifico mucho con el (en cierta forma) y muchas otras cosas
( ´◡‿ゝ◡')

Misión, enamorar a Popee ||Popeextu||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora