"¿En qué nos quedamos?" habló de manera seductora dando lamidas a su cuello.

No hubo respuesta.

"¿Nena? ¿Sigues despierta?" cuestiona moviéndole un poco.

Después de percatarse de que se había quedado dormida esperándole decide que dormiría también, pues mañana había muchas cosas por hacer.

Ella lo había comprobado con el paso del tiempo. Si Michael no escogía los peores momentos para tener sexo era alguien que terminaba interrumpiéndolos. Mala suerte, supone.

Luego de haber rechazado cruelmente su petición de tener algo de acción esta noche, se dirige al cuarto de sus pequeños. En primer lugar, ellos ni siquiera deberían de estar despiertos a estas horas; pero habían tomado la mala costumbre de dormirse hasta tarde. Complicando aún más el poder tener algo de tiempo con su marido.

Ella se retira de la habitación cuando por fin se quedan dormidos. Tuvo que leerles más de dos cuentos en esta ocasión. Lo bueno es que consiguió hacerlos descansar. No les hace ningún bien estar despiertos tan noche.

Baja las escaleras en busca de su pareja. Sólo para preguntarle si le gustaría algo de cenar. Pero se lleva una gran sorpresa al encontrarlo borracho, tirado en el sofá de la sala con los pies encima de la mesa. Michael no era ningún santo, y al igual que muchos disfrutaba de beber, pero era rara la vez que tomaba tanto hasta el punto de emborracharse.

 Michael no era ningún santo, y al igual que muchos disfrutaba de beber, pero era rara la vez que tomaba tanto hasta el punto de emborracharse

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(Obvio la imagen es falsa, pero me encanta)

La botella de vino que les habían regalado tiene menos de la mitad de su contenido. Michael fue sirviéndose de poco a poco en un vaso hasta que terminó así. Aunque no duda que también haya tomado directamente de la botella.

—Baja los pies de la mesa, por favor —le pide gentilmente—. Sabes que odio que hagas eso, Michael.

Jackson sin comprender mucho lo que decía bajó los pies de la mesa.

—Gracias, cariño.

Ella se pone a ordenar el desastre que había hecho. Acomodando en su lugar los cojines que había tirado al piso y limpiando la suciedad que quedó en la mesa.

—¿Vas a cenar?

Le pregunta poniéndose frente a él mientras aún sigue ordenando. El rizado responde con un sí.

Justo cuando estaba por cerrar la botella el corcho se le resbala de las manos. Se voltea, con fastidio tiene que inclinarse para poder recogerlo.

—Joder, que buena vista.

Habla mordiéndose los labios, viendo su gran trasero frente a sus ojos. Bajando su mano y tocándose la entrepierna.

La chica había olvidado que tenía a Michael justo detrás. Así que rápidamente vuelve a su posición inicial y baja un poco más los diminutos shorts de su pijama, caminando hacia la cocina con el rostro ardiendo en llamas.

Imaginas: Fantasea Con Michael Jackson [#3]Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ