Imaginas: Fantasea Con Michael Jackson [#3]

Venganza

Lamento la tardanza, pequeñas.

La razón por la cual tardé tanto esta vez es porque estoy estudiando para un examen de admisión. Espero que no se enojen conmigo.
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La mañana transcurre. Ella aún no había logrado su objetivo.

Desde que abrió los ojos esa mañana y vio a su pareja cambiarse la ropa prestó especial atención a el bulto que había en su boxer. Mirar su gran trasero, su ancha espalda desnuda, sus grandes muslos, uff, la puso muy caliente.

Michael no se había percatado de que lo estuvieron observando durante esta mañana, por eso le parece extraño que ella estuviera actuando de esa manera tan, desesperada.

Con esfuerzo consigue que él accediera a darse un acostón en plena mañana, después de haber desayunado.

Michael se percata de sus verdaderas intenciones cuando al momento de quitarse las prendas ella comienza por retirarle la parte inferior primero. Eso es raro. Normalmente ella siempre inicia por deshacerse de su camisa. Luego de pensarlo un momento, concluye en que ha estado teniendo deseos de darle una mamada todo este tiempo. Y no se lo negaría. Sólo que jugaría un poco primero.

Una sonrisa se dibuja en su rostro al instante en que su pareja lo empuja a la cama, haciendo que se sentara en la orilla de esta.

Ella se arrodilla. Oh sí, ya sabe por dónde va esto.

La chica sigue con la tarea de quitar su pantalón. Se apresura a desprender el botón. Baja el cierre con prisa. Michael levanta las caderas para ayudarla en su misión. Ella pasa sus manos por su trasero para poder bajar la prenda hasta que esta cae en sus tobillos. Sus pupilas se agrandan por unos segundos cuando ve su ropa interior. No pierde la oportunidad de darle un apretón a su erección palpitante, y lo hace. Jackson deja caer su cabeza hacia atrás, apoyando sus codos en el colchón y soltando un gemido áspero.

Eso hizo que detonara.

Rápido baja la única prenda que impedía que tuviera su largo pene dentro de su boca justo ahora. Lo que era un gran bulto pasa a ser un palo grueso bien parado. Muerde sus labios al tenerlo tan cerca, cómo había anhelado estar desde que despertó.

Lo toma entre una de sus manos y cuando está por lamerlo él la detiene cogiendo su miembro, bombeando un poco.

—Si quieres chupar mi polla deberás pasar por unas cosas antes.

—¿Qué cosas?

Cuestiona atontada sin dejar de seguir su pene con la mirada, pues para esto Michael agarró su entrepierna por la base y la movió de derecha a izquierda frente a sus ojos; similar al movimiento de un reloj que se usa para la hipnosis, y justamente eso es lo que consiguió, embobarla con su encantador amigo.

—Ya lo verás —responde con una seductora voz que logra cautivarla aún más—, tú sólo mantén la boca cerrada, no te muevas y ni pienses en sacar tu lengua.