Durante años el apartamento de al lado estuvo vacío, y cuando lo arrendaban las personas no duraban más de unos meses allí, antes de marcharse para nunca más volver. Por lo que, Jimin siempre pensó que era porque quizás estaba embrujado.
Pero en realidad según le había dicho su madre, era que el dueño lo tenía en precarias condiciones, y aun cuando los habitantes le solicitaron ayuda para hacer algunos cambios, en la tubería, fugas de agua de los pisos superiores, y demás; este se negaba rotundamente alegando que no era necesario, así que optaban por dejarlo.
No obstante, aquella tarde de verano de sus diecisiete años de vida, se quedó bastante anonadado cuando vio a un nuevo inquilino mudándose al apartamento ese. El pasillo estaba lleno de cajas, y gente de la mudanza iba y venía.
Al principio no le dio demasiada importancia, pero al ver a ese chico de tez pálida, de cabello azabache brillante, de ojos pequeños casi felinos, de boca rosácea y fina, le fue imposible no suspirar enamorado. Su nuevo vecino vestido con ropa negra, les indicaba a los ayudantes donde poner sus cosas en una voz monótona, firme y ronca, era sin duda alguna perfecto.
Su tipo ideal.
Pero para su mala suerte, ese día no logró saludar al vecino, ni el día siguiente, ni las semanas que le siguieron. A duras penas se limitaba a observarlo a escondidas cuando tenía oportunidad, como cuando se encontraban en el ascensor, o cuando él iba a hacer los recados de la tienda, y justo el espectacular vecino salía a hacer algo de deporte, mirándose en silencio en medio del pasillo, antes de continuar con sus cosas como si nada. Puros encuentros casuales donde ni el hola se escuchaba.
Y se había acostumbrado a ello. A sentir ese burbujeó en su estómago, y el latir desenfrenado de su corazón, sin que el otro se enterara de sus latentes sentimientos. En más de una ocasión se encontró a sí mismo fantaseando con ese chico, llamándolo con propiedad: mi alfa, y este respondiéndole con dulzura: mi omega, entre suspiros y miradas de amor, como si la vida fuera una telenovela barata.
Aunque no tenía ni la más remota idea de a que jerarquía pertenecía su vecino, por mucho que se esforzaba en olfatear a su alrededor, nada lograba llegar a sus fosas nasales, ni un insípido olor, por lo que, muchas veces se culpaba por no tener tan desarrollado sus dones al no haberse presentado todavía, más que a que el vecino fuera inoloro, porque eso era rotundamente imposible a menos de que fuera un beta.
Se negó bastante a la idea, porque no podía imaginarse siendo pareja de un beta, él deseaba alguien fuerte, que lo protegiera y lo dominara en todos sus sentidos, un alfa. Más a medida que el tiempo pasaba, caía en la realidad de que el chico de cabellos oscuros, si era un humano común y corriente. Así que, no tuvo más opción que aceptarlo, ya que estaba profundamente enamorado, aun cuando ni sabía cómo se llamaba.
Así que podía estar con ese Beta, solo porque le amaba de una manera descabellada. Era su primer y único amor, y podía ser feliz con él aun cuando sus jerarquías no coincidían con lo habitual. Porque estaba muy seguro de que se presentaría como un omega. Podía sentirlo en sus venas, o suponerlo dado que él era muy diferente a lo que debía de ser un alfa, y muchas veces se conformó con la idea de ser un omega.
A decir verdad, le gustaba, ya que más de una vez lo habían cortejado aun cuando ni se había presentado, y Jimin amaba esas atenciones excesivas, las palabras bonitas y los detalles. Sin embargo, ninguno de esos alfas era su vecino. Y por ello, había tenido que rechazarlos cruelmente después de aprovechar un poco de sus gestos románticos.
Jimin era sin duda alguna precioso, con sus cachetes regordetes y sus labios carnosos y siempre brillantes. Su cabello castaño, y piel levemente bronceada, era para muchos una obra de arte, el chico más tierno y sensual que pudiera existir en este basto universo. Y lo que quizás más llamaba la atención de sus pretendientes y de todos a su alrededor era su espectacular olor. JungKook decía que olía a jazmines, y TaeHyung que podía sentir un leve olor a primavera cuando revoloteaba feliz a su alrededor, aunque no sabía exactamente como olía la primavera, pero podía confiar en ellos, en sus mejores amigos.
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🍇YOUR SMELL 🍋 [YOONMIN | KOOKTAE] 🍋 OMEGAVERSE 🍇
FanfictionEn el edificio donde vive Jimin, hay un nuevo vecino justo en su piso, el cual nunca habla, y siempre se viste de negro, no tiene olor, por lo que deduce que es un Beta, pero con la llegada de su celo luego de unos meses de la mudanza del nuevo chic...
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