San Valentín.

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Nuestro primer San Valentín juntos, hace apenas unos meses que aceptamos los sentimientos el uno por el otro y todo iba muy bien. Por el contrario a lo que muchos pensarían Kacchan es realmente paciente y dulce cuando nadie nos ve claro está pero me sorprende que con sus acciones me hace notar que realmente está enamorado de mi.

Termine de intentar peinar mi rizado cabello y es que aunque tratara de que no fuera un desastre este tomaba su forma habitual así que deje el peine en el escritorio de mi habitación y coloque solo un poco de perfume sobre mis ropas. Llevaba un suéter blanco con un overol de mezclilla encima y mis inseparables tenis rojos.

— ¡Oi! Deku, apúrate o llegaremos tarde — Escuché su grito detrás de la puerta y corrí tomando mi celular y mi cartera para poder salir.

— ¡Ya Kacchan! ¡Vamos! — Note su mirada con cierto brillo en sus ojos y tome su mano comenzando a caminar hacia el ascensor y salir sin que ninguno de nuestros compañeros nos bombardeen con preguntas.

— Espera nerd —Detuve mi andar cuando Kacchan paro en seco cuando salimos del ascensor, me gire en su dirección para preguntar qué pasaba pero sus labios sobre los míos me sorprendieron pero al instante cerré mis ojos disfrutando de ese dulce contacto entre nuestras bocas.

— Ahora si, vámonos antes que los extras nos acorralen ¡Vamos Deku! —Ahora era él quien corría conmigo detrás, las risas no tardaron en salir de mi boca mientras salíamos del edificio de dormitorios.

¿Cómo explicar lo hermoso que se veía Katsuki ahora mismo? Corriendo por las calles de Musutafu mientras el viento novia su cabello y el resplandeciente sol hacia lucir su piel aún más brillante si eso era posible.

Jamás había celebrado un San Valentín y tampoco había recibido chocolates, siempre siendo el niño quirkless nadie se acercó a mi, aunque comenzaba a sospechar que el pequeño chocolate que año con año aparecía en mi casillero de forma anónima era Bakugo el que me lo daba pero justo ahora podía sentir mi corazón latir y explotar de felicidad, siempre quise estar a lado de Kacchan, era mi más grande sueño, estar a su lado, ser héroes juntos y se iba a hacer realidad.

Estaba tan metido en mis divagaciones usuales sobre lo muy enamorado que estaba de Katsuki que no me di cuenta cuando paramos nuestro andar enfrente de una pequeña cafetería con temática de esta fecha, corazones y adornos de colores rojo y rosa llenaban el lugar.

— Deku, vamos, deja de andar murmurando como tonto —El pequeño golpe en mi frente que me dió me hizo reír y mirarlo con una gran sonrisa.

— ¡Lo siento Kacchan! — Solte su mano para caminar dentro del local hasta encontrar una mesa para dos justo a lado del gran ventanal. Ambos pedimos un pedazo de pastel para los dos del único que comía Kacchan, fresas y vainilla junto a una malteada de chocolate para mí y un refresco de limón para él.

— Izuku, sé que las acciones hablan más que las palabras pero... Te quiero nerd, gracias por ser mi San Valentín, por hacerme una mejor persona y por soportar mi personalidad de mierda — Su sonrojo y su nerviosismo no paso desapercibido, se veía tan hermoso que una tonta sonrisa se instalo en mis labios al igual que sentía mis mejillas calentarse.

— También te quiero Kacchan y gracias por hacerme feliz —Murmure entre mi nerviosismo para luego sentir los labios de Kacchan sobre los míos en un pequeño contacto de bocas.

— Ni una palabra de mi cursilería a nadie o te vuelvo la cara de una explosión — Una carcajada salió de mi boca mientras acentúa a lo que pedía.

Quién diría que mi primer San Valentín sería con Kacchan.

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